Le Blé Vicente López — Restaurant in Vicente López

Sábado de verano con temperatura agradable (alrededor de 25 grados centígrados), pocas nubes y un sol con buena presencia. Cerca de la estación de tren Vicente López (ramal mitre tigre-retiro), rodeado de árboles, verde y asfalto. Con ese escenario, nos acercamos (x2) a este lugar cerca de las 10.30 am. Queríamos sentarnos afuera y sólo había una mesa disponible, cerca de la entrada. Dudamos un poco porque teníamos otra mesa muy cerca nuestro, pero nos decidimos por esa. El lugar estaba repleto de gente de diferentes edades: personas mayores, familias enteras, bebés recién nacidos, abuelos felices, jóvenes parejas. Nos atendió una chica, quien resultó ser muy eficiente y amable. En uno de los menús que nos dejó leí la siguiente frase: "pasión por lo que hacemos" y la verdad es que, sin exagerar, dicha actitud se notó con creces en toda nuestra experiencia. Para desayunar, elegimos: desayuno de viaje (huevos revueltos, salchicha, panceta dorada, rodaja de pan tostado -negro- con manteca) y triflé con granola casera (granola casera de avena, frutos secos, coco y semillas, yogurt natural, frutas de temporada y miel).

A mi entender, las fotos que voy a subir de nuestro pedido, hablan por sí solas pero me parece oportuno, también, hacer algunos comentarios al respecto. A todas luces la mercadería resultó fresca, deliciosa y servida en cantidad abundante. El huevo revuelto, como debe ser, llegó caliente, dentro de una cazuela de teflón. Excelente presentación. La salchicha y la panceta estaban delicisiosas. Agradezco haber encontrado este lugar para empezar de la mejor manera el fin de semana. Es más, el nombre de lo que pedí "desayuno de viaje" me hizo rememorar a los desayunos disfrutados durante los viajes tanto al interior de nuestro país como al exterior. Fue como estar de viaje pero en Vicente López; una sensanción placentera con un simple pero excelente y rico desayuno. El pedido de mi pareja -triflé con granola casera- también estuvo exquisito, preparado con una fina granola y unas pequeñas frutas cortadas que le dieron un gusto imperdible para cualquier comensal que se quiera acercar en un futuro próximo. A esta altura, retomo lo que dije acerca de la vacilación que tuvimos a la hora de sentarnos por tener a otros clientes cerca. No fue para nada molesto, pudimos dialogar durante todo el tiempo que estuvimos ahí y no hubo interferencias de ningún tipo. También vimos que, aparte de los empleados, la encargada o dueña del lugar, estaba de acá para allá ayudandado, llevando, sirviendo; o sea, atenta a todo lo que pasaba. Impecable. La única pequeña observación que puedo llegar a hacerle a este lugar fue que tardaron un poco en traernos la cuenta. Sin embargo, esto puede llegar a verse atenuado porque se la pedimos a una camarera que no fue la que nos atendió (es más: luego de unos minutos volvimos a pedir la cuenta a la chica que nos tomó el pedido y la trajo en un minuto) y, por otro lado, el lugar se encontraba más lleno aún que al momento de nuestro arribo: ya había 5 personas esperando para sentarse. Pagamos en efectivo y no llegamos a preguntar si podía abonarse con débito y/o crédito.

Sin dudas, volveré a este lugar. Merecidas...

¡Esta es la cafetería más asquerosa! Si no quieres ser mimado por camareros maleducados, groseros y descontentos, ¡nunca vayas allí! Suelo ir a otra cafetería del barrio, pero los domingos no trabajan. Hoy he venido a esta cafetería por segunda vez y ¡mi decepción no tiene límites! La primera vez que el camarero nos trajo la comida, grosera y bruscamente puso el café de la bandeja y debido a esto el postre que nos trajo se cayó sobre la mesa. ¡Parecía que el camarero nos había tirado comida! Pensamos que se disculparía y traería un postre nuevo y limpiaría la mesa. Pero en lugar de eso, intentó coger el postre con sus propias manos, se sintió incómodo al alcanzarlo y simplemente hizo un gesto con la mano ¡y se fue! Es obvio que decidió que nos comiéramos lo que sobrara y aún así decir ¡Gracias y pagarlo! El postre se quedó tirado en la mesa, las migas se esparcieron por toda la mesa, ¡y ni siquiera se acercaron a nosotros para limpiar este desastre! Y hoy me han echado literalmente de la cafetería con mi hijo pequeño. Me dieron a entender que no estaban contentos de que un cochecito de bebé hubiera llegado a su pequeña cafetería sin mesas cómodas.

Mi bebé tiene un año, necesita ir en cochecito para poder comer y sentarse conmigo a la mesa. Elegí una mesa, pero no me permitieron sentarme en ella, me señalaron otra, cerca del aseo, pero me indicaron que pusiera el cochecito entre las mesas, donde ni siquiera mi pie podía pasar, ¡y el cochecito aún menos! La camarera desde el principio, cuando me vio, ni siquiera me saludó y enseguida me miró con rabia. Al mismo tiempo había una chica con un perro. Para el perro encontraron sitio, ¡pero no para el bebé! Yo también soy una gran amante de los animales y me alegro cuando les dejan entrar. Pero cuando al mismo tiempo odian a los bebés y siempre te reciben con enfado, ¡es horrible! ¡Es un sitio muy negativo!...

Una vergüenza los empleados del local. Una de las peores experiencias de maltrato que recibí en un local gastronómico. Llegamos a las 18.45, aguardar 10 min a que nos trajeran la carta. Luego aguardamos 20 min a que nos vinieran a tomar el pedido y cuando lo hacemos el mozo no dice que solo es cafetería porque la cocina había cerrado a las 19. Le respondimos que eso nos lo tenia que decir cuando nos entregó la carta, que nosotras llegamos a tiempo y nos respondió, bueno pero entre que te dejé la carta y les vine a tomar el pedido, la cocina cerró. A LO CUAL LE RESPONDÍ QUE ERA UNA FALTA DE RESPETO, QUE EL DEBIA SOLUCIONAR EL INCONVENIENTE PORQUE QUIEN DEMORO 20 MIN EN VENIR A TOMAR EL PEDIDO FUE EL Y DEBIA HABERNOS NOTIFICADO ESTO AL SENTARNOS Y NO 30 MIN DESPUÉS. Me dijo que no tenía solución para darnos y exigí que se presente el gerente. El gerente, UN MAL EDUCADO TOTAL que se identificó como Guillermo Villalobos, no solo nos maltrato como clientes si no que cuando le exigí una solución a este problema me respondió: LO UNICO QUE TENGO PARA OFRECERTE SON MIL DISCULPAS, (claramente una respuesta soberbia). Exigí que me brinde un contacto de la empresa donde quejarme y se negó amenazando con llamar a la policía ante mi notable disgusto por su falta de respeto y negándose a darme el nombre del mozo. Sinceramente creo que una vergüenza que contraten gente así de irresponsable y mal educadas. Le dan muy mala imagen a la compañía. SIn duda alguna es una cadena en la que jamás volveré a comer y no recomendaré...