La Pamplona — Restaurant in Rancagua

Horrible, el pedido demoró unos 25 min y llegó prácticamente helado, la hamburguesa ni siquiera era casera, se notaba por el tamaño que tenía jajaj era pura lechuga,no tenía sabor a carne de res como ellos ponen, tenía sabor a esas empaquetadas, hubo que buscar la hamburguesa (publicidad engañosa), además de caro usan productos de mala calidad, usan aceite acuenta lo que a la mayo casera le da un sabor a rancio, la palta que traía tenía sabor a qué estaba pasada de madurez. Por otro lado al salir del local tienen un tubo de PVC que da hacia la calle desde la cocina y por ahí tiran toda el agua sucia que queda posada en la vereda, es o no debería ser. Pasando a las papas de acompañamiento, pff más malas aún, añejas y frías, y pa rematar me salió un pelo en el sándwich y no me rebajaron el 100%, es más estaban dudando de que el pelo lo pude haber puesto yo, pésimo servicio en vez de ganar clientes los perdieron. No hay como la fuente Millán que valen la pena los precios y esa si es...

La comida estaba relativamente bien, pero descuidan cosas como sazonar ingredientes como el tomate o la palta, pero en conjunto, bien. La atención en general es buena y el ambiente es grato y además hay buena música y no muy fuerte. Aquí viene lo malo: nos sentamos cerca de la caja y la cocina, desde ese lugar uno puede ver lo qué pasa en la cocina, cocina que estaba desordenada, hasta un tarro de proteína había por ahí, además el griterío que venía desde ahí era demasiado molesto, se entiende que en una cocina se gritan comandas y es más o menos el ambiente de trabajo, pero aquí bromean entre la gente de la cocina y los meceros a gritos. Lo peor de todo fue ver a la persona que arma las hamburguesas y saca las comandas tocar la campana/timbre en reiteradas ocaciones con las mismas pinzas que usa para la manipulación de alimentos. Para mí una cocina que no está ordenada es significado de estar sucia. Ojalá lean esto porque de verdad no es agradable ver...

Partamos por lo bueno: la carta de cervezas es genial, las 2 estrellas son por tener cuello negro stout en shop. Lo malo, uff, el restaurante estaba muy frío, Rancagua requiere un cuidado de la temperatura de los lugares y acá teníamos una corriente de aire que nos tuvieron a mí y mi novia, así como a la mayoría de los comensales de ese momento, sin poder quitarse las chaquetas para estar más cómodos. El garzon quién nos atendió olvidó los aros de cebolla que le pedimos para partir. Fue surreal, ya que en un momento el con un colega suyo comenzó a discutir, pensé que iba a pelear, lo cual por suerte no ocurrió. La comida un cuento a parte, pedí una hamburguesa de lentejas, la cual estaba media cruda y bastante desabrida. Las papas fritas quemadas y muy aceitosas. Resumen: una experiencia para no repetir. A pesar de todo esto, creo que el concepto que deben tener los dueños es bueno, sin embargo el equipo no los acompaña... Ojalá...