Una experiencia que terminó mal
Recientemente visitamos este restaurante de prestigio, atraídos por la recomendación de un familiar y respaldados por un cupón de regalo que cubría una parte significativa del consumo. A primera vista, la experiencia prometía ser grata: el servicio fue ágil y la comida cumplió ampliamente nuestras expectativas en términos de sabor y calidad.
Al finalizar, tras disfrutar de una velada agradable, solicitamos la cuenta y constatamos que solo excedimos ligeramente el valor del cupón, por unos $150. Como es habitual, cubrimos la diferencia sin problema y dejamos una propina generosa, más del 15% del total, en reconocimiento al esfuerzo del personal.
Sin embargo, nuestra satisfacción se desmoronó al llegar a casa. Mi novia había decidido llevar las sobras de su plato principal, y al revisar el recipiente nos encontramos con algo completamente inesperado y desagradable: un pedazo orgánico, con un olor nauseabundo, frío e incluso parcialmente congelado. Esto, evidentemente, no correspondía con la comida que habíamos solicitado llevar.
Tras reflexionar sobre el incidente, creemos que la raíz del problema radica en un prejuicio injustificado hacia nosotros por haber llegado con un cupón. Da la impresión de que el personal, tanto de cocina como los meseros, asumió que no dejaríamos propina, lo que quizás motivó esta mala jugada. Este tipo de acciones no solo manchan la experiencia, sino que también destruyen cualquier intención de regresar, aunque originalmente habíamos contemplado la idea de visitar el restaurante en una ocasión especial.
Lo más lamentable es que este cupón fue entregado con cariño y respeto por parte del dueño, quien quiso ofrecer una experiencia memorable. En cambio, nos quedamos con una impresión negativa sobre la ética del personal y la falta de humanidad hacia clientes que, como nosotros, llegan con un cupón. Estos prejuicios son inaceptables y hablan de un elitismo que dista mucho de lo que debería representar un establecimiento de esta categoría.
Espero que esta reseña sea tomada como una oportunidad para que el restaurante revise y refuerce sus valores, promoviendo el respeto hacia todos los clientes por igual. Una experiencia como esta deja mucho que desear y es, sin duda, motivo para...
Read moreEn la últoma ocasión, de muchas que hemos ido a comer, mi hija y mi esposa pidieron arrachera, la carne estaba malísima, no sabia a carne, solo a ablandadores, se deshacía al masticarla como si fuera una pasta rara. Cuando se lo mencionamos al mesero nos dijo que así estaba, que así era esa carne, que si queríamos que estuviera de mejor calidad pidieramos el Filete!!!!
Soy Regiomontano, y sé de carne, la calidad y no debe variar según el corte, solo el sabor, pues se trata de distintas concentraciones de grasa, etc...
La respuesta me pareció de lo más absurda, si pedimos el Filete, y no me importa pagar casi el doble por el, pero si los Inmortales era para mi un excelente lugar para comer carne.... definitivamente ya no lo es. Así que aparte de "Caro" (ojo, no costoso, esa es otra cosa) es malo en calidad. Ahora mis opciones solo son: la Estancia Gaucha, la vaca argentina u otros como la Matera...
Read moreAlgunos cortes muy buenos como el vacio, le encanto a mi acompañante pero el filete migñon reprobo mi gusto, solo de verlo se me quitaron las ganas de comerlo. Las empanadas ricas, mas sus salsas no fueron de mi agrado, iba un vegetariano en el grupo el cual verdaderamente es muy abierto a comer cualquier platillo pidio unas empanadas y una ensalada con huevo para la que no tenian un aderezo mas que la vinagreta, en serio, espero alguien de ahi pruebe esa ensalada con su "vinagreta" no es la mejor combinación, el la dejo todaaaaa. El mesero era muy apatico y no sabia o simplemente no le gustaba explicar, lo teniamos que andar cazando aunque el demas personal era muy servicial, pero aun asi tenias que esperar el mesero, un mal punto para el lugar que si la comida estaba en el limite de gustar con el servicio del pseud mesero quedo muy por debajo de ls expectativas de una...
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