Caffe Latte — Restaurant in Mérida

The server totally ignored me and served the other customers before me. I stood for ages in front of her waiting. She could not miss me. Eventually her colleague came over to me and told me where to order my coffee. FIRST time I have experienced racism in Mexico. I am all the way from New Zealand.

I was made to feel unwelcome and it made me feel very uncomfortable. Very disappointing as all I wanted was to enjoy a good coffee.

The owner has responded (thank you) saying it was an isolated incident, it should not have happened in the first...

They have a lot of coffee roasts which gave a good impression, however they do not know how to make espresso. The coffee came out too watery almost like a tea, I didn't understand why until I got to see the barista uses a milk frother cup to the rim when making espresso. Red flag should have been immediate when coffee didn't even come with any latte art. Do not come here unless you are just purchasing the beans. I am also a bit skeptical about the freshness of the beans since they are...

Buen café. Tuve un fin d semana de hostigamiento policial diariamente, tuve que reacomodar las cosas de mi triciclo y remolque por una ponchadura cerca de la Plancha, frente al Museo de la Luz. Pero con las lluvias siguientes tuve que volver acomodar, creí que sería rápido, pero no contaba con la lluvia de ayer (18 de septiembre), así que volví a entrar a consumir nuevamente. Hasta que pudiera terminar de garantizar un espacio cómodo y protegido a mis dos Xolos en el triciclo. Tristemente, salió a relucir el profundo clasismo de la hija de la dueña al decirme que "comprende que llovió, y que comprende que vengo con mis perritos, y que tiene empatía por mi situación, pero que sí me pide, aunque esté consumiendo, que no me quede más de 2 horas" (!!!). Que porque su espacio es muy pequeño. Lo cual yo sí comprendo. No íbamos a discutir quién sí es empático o no. Fue evidente que ella NO ENTIENDE QUÉ ES LA EMPATÍA REALMENTE. Lo que hizo se llama DISCRIMINACIÓN de clase, porque no tengo donde vivir. Precisamente por eso voy rumbo a Veracruz, a buscar vivienda y trabajo. Su acto amerita acudir a PROFECO y a CoDHEY. No volveré a consumir jamás ni recomendar su lugar, al contrario... quedará como una de las más lamentables anécdotas de mi paso por Mérida. No es una decepción, es la confirmación de lo clasista que es hasta el tuétano la sociedad en Mérida. Y sí... ahí TAMBIÉN nos echaron...