Minichelista — Restaurant in Mexico City

La bienvenida

Nos recibió Diego Buendía, muy campechano con su playera deportiva que lleva su apellido impreso (puntos extra por la coherencia de marca personal). Atento, simpático y con paciencia zen para explicar el menú sin alcohol: cafés, tisanas, malteadas y algún snack decente. Yo pedí la pasta del día; cumplidora, aunque el pan “extra” que me cobraron aparte me dejó con cara de emoji levantando la ceja. Reglas son reglas, me dijeron… ni modo.

El mood

La música se mantiene a volumen de sobremesa: perfecta para chismear sin gritar. Cada cuarto de esta vieja casona es distinto ‒la foto lo confirma: sillones de distintos siglos, lámparas que parecían olvidar su propósito, y un muro ilustrado que parece storyboard de cómic. Entre el olor a café recién molido y la decoración reciclada, uno termina sintiéndose en la sala de la “tía loca de los gatos”, pero con mejor playlist.

Lo bueno • Ambiente bohemio y fotogénico (ideal para presumir en IG). • Personal amable y cero rush de “mesa caliente”. • Pet friendly y con horarios extendidos de 3 p. m. a 10 p. m. (hasta 10 :30 p. m. mar-sáb).  • Eventos de música y arte improvisados: nunca sabes qué te tocará, pero siempre hay algo que ver. 

Lo que te hace sudar • No hay estacionamiento propio; la búsqueda de cajón en plena zona comercial puede romperte el zen antes del café.  • La cocina opera en modo tortuga ninja: si llegas con hambre feroz, prepara tu espíritu de paciencia.

Tips de supervivencia Ve ligero de hambre: piensa en botanear, no en cenar. Llega en Uber o metro (Popotla queda cerca) y ahórrate el rally del estacionamiento. Pide el “Minichelista coffee” ‒dicen los locals que es la especialidad de la casa. 

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En resumen, Minichelista es ese spot donde el desorden se vuelve encanto y el tiempo se alenta lo justo para platicar largo con la banda. No es gourmet, no es rápido, pero tiene personalidad para aventar para arriba. ¿Regresaría? Claro, con la panza medio llena y la cámara cargada para cazar más detalles frikis entre tanta chatarra convertida en arte.

¿Tú con qué ojos lo verías: café de sobremesa o set perfecto para sesión de...

This place blowed my mind. You wouldn't believe it until you see it, the furniture is old and the decoration is like from the start of the XX century.

There're two things I loved from this place apart from the decoration, first, the food is amazing and the price is reasonable, the options are great for everyone including vegans. Second, you can ask the waiters for table games, you can play Uno or Jenga while waiting for your food.

If you come here by car you should have problems finding a parking spot near here.

I'll upload photos in...

Si pudiera no daba ninguna estrella,al llegar al lugar nos sentamos donde siempre,me tuve que levantar a pedir la carta ya que quitaron los Qr qué tenían anteriormente,la "señorita de mala gana llevó los menús y para nuestra sorpresa nos dijo que el lugar en el que nos sentamos estaba "reservado para familias"(aun cuando el lugar estaba prácticamente vacío) nos dijo que nos podía mover a lo que conteste que siempre nos sentábamos en esa mesa y nunca habíamos tenido problemas,y entonces su actitud fué aún más nefasta y ya molesta nos dijo que nos quedáramos si queríamos a lo que me pregunto si el lugar estaba vacío qué más daba sentarnos donde queríamos,en fin ya con la molestia sólo pedimos un par de bebidas las cuales nos fueron entregadas más de media hora después y mi bebida la pedí en envase desechable,pero mi acompañante no y sorpresa se la dieron literalmente en un vaso de atole,después de unos minutos la señora que cobra nos llevó la cuenta,(la cuál no pedimos)por lo que asumimos que nos estaban corriendo,lo cual me pareció de lo más corriente,pésima atención,le habíamos dado la última oportunidad por que su comida es horrible y no se diga el personal,nefastos todos,cero educación,cero atención,lo que no entienden es que si siguen ahí es por nosotros los...