El Castor — Restaurant in Nuevo León

This unassuming roadside shack is home to a ‘carne asada’ legacy — service is speedier than a fast food chain, but the meats match the quality of high-end steakhouses and the homely taste of a family cookout at your tio-in-law’s ranch. Character oozes from every inch of the interior, with hundreds of framed photos of El Castor’s owner stood proudly beside Mexican stars who have eaten at his establishment. Let your eyes trace the trail of snapshots from one wall to the next, taking in decades of celebrity visits, and your gaze will then land on the man himself: El Castor’s founder, welcoming and seating diners. Decades on, he’s still there in the flesh, shaking hands with and kissing the cheeks of regulars who he’s probably known since before...

Tengo AÑOS de ir al castor (probablemente 10 ya q no estoy tan vieja Jajajja). Todo es delicioso siempre. Lo malo, al pedir parrillada te incluyen unos frijoles a la charra los cuales no sin tan buenos la vdd. En el pasado pedíamos cambio por frijoles refritos (los cuales son extraordinarios) y sin problema pero de un tiempo a la fecha salen con que ya no lo permiten y los frijoles se quedan sin tocarse en la mesa :( . ayer fuimos 2 personas, nos debatíamos entre una parrillada de cortes finos para dos (la parrillada cortes finos la anuncian para 5 personas por $589 o algo así) o uno o dos cortes individuales ($200 x persona si era Ribeye) y nos decidimos por la parrillada. Resulta que no nos dieron parrillada para dos sino media parrillada (por $400). De habernos avisado mejor hubiera pedido la parrillada completa (por menos de $200 de diferencia) y el resto me lo habría llevado a casa. En general siento q esta clase de pequeños trucos para cobrar de mas al comensal han empezado a suceder. Lo peor es que el pobre mesero desafortunadamente es quien se lleva menor tajada de propina de la q íbamos a dejar por no habernos avisado de nuestras opciones que resultaron en una...

Para los que fuimos niños en los 60 y jóvenes en los ochentas ,visitar este lugar de tradición en monterrey es un viaje al pasado , revivir esas experiencias de comer carne asada al viejo estilo Regiomontano , alejado de los lujos , de los chef , y sus platillos nice , es vivir una experiencia de sabor que te ubica en 1985 , cuando visitar el castor era una experiencia de sabor muy tradicional. Vale la pena vivir la experiencia, la carne y su sabor es regular , pero no importa es lo de menos , lo que importa es sentirte agusto disfrutar la comida tradicional en su comalito chillante su salsa picante y lo más importante, un precio razonable que te deja muy contento con la experiencia. No te alcanza el tiempo de la comida o cena para ver todas las fotografías del dueño del negocio con los famosos de antes y algunos de ahora que han visitado este lugar por muchos años . Hay que animarse y viajar al pasado visitando el Castor, sobre todo si fuimos...