Kadoya Monterrey — Restaurant in Nuevo León

The grim reality sets in as the flavors of yesteryear seem to have faded into oblivion. Once, this establishment thrived with bustling energy in 2019, offering exceptional service and tantalizing cuisine. Alas, the present state is a far cry from its former glory. The unagi-don, of late, has taken a disconcerting turn, delivering an unwelcome tang that grates against the palate. A suspicion arises that vinegar, an unsavory accomplice, has infiltrated the rice, leaving a lingering imbalance in its wake.

The miso ramen, served with a fiery fervor, consistently falls prey to an unacceptable state of excessive heat. One cannot help but question the ill-conceived approach of subjecting the miso to a boiling point, for it is a cardinal sin that mercilessly annihilates the essence and flavor it strives to embody. Hence, the ramen languishes in a state of lifelessness, devoid of any memorable taste. The miso especial, bedecked with chashu, regrettably fails to embrace the art of seasoning, rendering it a shadow of its potential. The noodles, bereft of character, succumb to a lackluster presence that pales in comparison to the overshadowing abundance of moyashi, obfuscating the essence of the ramen with each uninspiring morsel. Astonishingly, the broth, despite its alluring visual appeal, struggles to find a true identity, leaving even the most discerning palates perplexed. The overzealous use of garlic, an unfortunate casualty, falls victim to a merciless inferno, instilling an unwelcome sour note in an already lackluster composition.

The audacity of commanding such exorbitant prices for a dish that fails to deliver is nothing short of outrageous. It is a travesty when humble ramen procured from a Japanese convenience store surpasses the quality and flavor this establishment purports to offer. The lamentable decline of an establishment once hailed as the pinnacle of a ramen experience in MTY has left patrons disheartened, seeking solace in the loving embrace of...

Para ahorrarles la lectura. Comida: Casi Excelente. Servicio: Pésimo. Comodidad: Cero. Ambiente: Cero. Precio: No lo vale.

*Atención: Este comentario está basado en 3 experiencias personales y 2 de conocidos. Tómalo con un grano de sal.

Empecemos por el principio. Al llegar a la ubicación, te encontrarás con un local que no tiene estacionamiento, así que tendrás que pagar parquímetro o buscar un espacio libre, ese problema no es de ellos. Si decidiste pagar un parquímetro, asegúrate de pagar lo suficiente o de organizar tu tiempo. De lo contrario te encontrarás en otro problema...

Segundo, Servicio. Los meseros y gerente harán su mejor intento, sin embargo tienen pocas herramientas para resolver problemas como el espacio o las reservaciones. He sabido de grupos de personas que llegan esperanzados de encontrar lugar (aún después de haber reservado con días de anticipación), sólo para encontrar que el establecimiento ya ocupó sus lugares. El gerente no está dispuesto a darte la mínima pizca de atención y hará todo lo posible para hacerte creer que el problema es tu culpa. Esto es una falta de respeto.

Pero, digamos que encontraste lugar, tu reservación fue respetada, y el gerente está de viaje. Ahora A TÍ te toca sentarte en una de las sillas más incomodas que podrían existir en toda la provincia neoleonesa. Unas sillas de madera tan simples y planas, que también lo considero una falta de respeto, creatividad y atención a la experiencia de los clientes. Probablemente la razón de esto es debido a que no cuentan con un espacio tan amplio. Las mesas también son un problema, considera un espacio muy pequeño a la hora de comer, a menudo te encontrarás chocando codos o simplemente incómodo. Sin embargo, esta suele ser una característica de los sitios de ramen en esta ciudad.

Lo siguiente sería pedir bebida, comida. Los precios son más elevados que la competencia, sin embargo, considero que la cocina hace un muy buen trabajo, presentación impecable. Lo que considero una mala jugada es en el tema de las bebidas. Si pides un refresco, agua, etc, te espera un vaso del tamaño del puño de un niño de 4 años, en otras palabras, muy pequeño.

Todo esto suma a una mala experiencia, un coctél de ansiedad y pocas ganas de volver. Yo resumí mis experiencias en este texto y no pienso volver. No creo que cambie.

En resumen, Kadoya Monterrey presenta un muy buen menú, una cocina excepcional, con un concepto vanguardista mal implementado, dentro de un lugar inadecuado, un staff poco preparado, y una falta de atención al...

Great, great ramen, we were very satisfied. We also had Yakimeshi Karamiso but it was not spicy at all, even though it felt heavily spiced. I would definitely go back for the Ramen. Their service is only on premises, but if you were not able to finish your meal, they do have eco-friendly disposable dishes for take out. UPDATE: I've been to Kadoya a couple more times; I'm updating it to 5 stars; great service, great quality, fresh ingredients and always very-very consistent with everything...