Escribo esto solo para contar mi experiencia, no busco ni un regalo o alguna promoción. El día martes 17 de mayo, mis papás y yo veníamos de regreso de la playa, por lo que entramos al lugar con ropa no tan elegante (playera y bermudas). Bueno al momento de llegar, la señorita parecía no querer atendernos y evadía nuestra mirada, después de varios minutos llegó. Vimos en el centro de mesa algunas bebidas en garrafa, muy atractivas, las pedimos y mencionó muy cortante que no las tenias (agua mineralizada de fresa y de nuez), solo limonada o naranjada, la actitud nos sorprendió; sin embargo, dijimos esta bien y las pedimos. Respecto a los platillos, le solicitamos si por favor nos podía proporcionar la carta en físico, nos dijo que no, mencionándonos que por políticas del restaurant solo es por scan and go. Mis padres, al ser mayores, no entendieron tal situación, a duras penas yo entiendo ese sistema de menú, que la verdad no se me hace nada inclusivo. Al ver nuestra sorpresa, le hice la petición de si por favor nos podía dar solo un menú en físico, para que mis papas vieran la variedad de lo que podían ordenar, dijo que no y que regresaba más tarde para ver que ordenábamos. El caso es que tuve que leerles algunos platillos, ellos por la actitud de la señorita y en general del restaurant, mencionaron: -lo que sea, y pedimos tres ordenes de tacos fritos de pollo. No obstante, al momento, mi mamá vio un baguette Philly en la publicidad que dejan como protector de mesa. Me dijo que se le antojaba, se veía muy apetitoso. En ese instante, busque a la señorita pidiendo nos hiciera el cambio de platillos, (no habían pasado ni veinte segundos de una solicitud a otra); nos dijo que ya estaba en sistema y que no podía hacer nada, qué eso era lo que se tenía que pedir y se fue. Busque a otra señorita para decirle lo ocurrido y nos dijo que iba a ver que se podía hacer. El caso, es que pasaron de 5 a 10 minutos y no sabíamos si se pudo hacer el cambio o no. Tuve que volver a solicitar la atención, para preguntar, respondiéndonos que parecía que si se pudo hacer el cambió. En eso llegaron dos señores ya un poco grandes, y vimos que a ellos sí les llevaron los menús impresos. En esos momentos, ya sentí completamente la discriminación tanto del ambiente del restaurante como la actitud de los que laboran ahí. El caso, es que una vez que pusieron los platillos en la mesa, nuestra percepción y sentir fue de discriminación, puesto que ya, teníamos un sentimiento "de vámonos rápido de aquí, no somos bienvenidos". Solo mencionaré mi experiencia, el guacamole de la orden de tacos ya estaba pasado, le echaron limón para que no supiera mal, los frijoles parecían estar rancios y solo calentados en el microondas -generalmente, la comida del Vips es (entre comillas) disfrutable y aceptable; por lo que, no se si lo hicieron a propósito con el fin de que no regresáramos al lugar, pues no somos el tipo de cliente que ellos esperan-. Por su parte, mis padres apenas comieron las papas de sus baguettes y mejor pidieron para llevar y poder salir rápido del lugar. En lo que esperábamos para pagar, mis padres fueron al baño, yo con un sentimiento de raro de impotencia por ver como los trataron, le pregunte a la señorita si había un código de vestimenta para acceder al lugar, solo movió la cabeza y dijo que son políticas del lugar tanto la forma de entrar y ordenar. No quise hacer un escandalo, pues a veces uno entiende que uno puede tener un mal día o no sé (por eso omito dar el nombre de la señorita, pues no es nada contra ella). Lo que sí me pone a pensar, por eso escribo esta opinión, es saber que existen lugares donde la discriminación hacia los demás es plausible. Esta vez fuimos nosotros, pero es un hecho que la gente que viste de manera cómoda, humilde y sin celular, se ve restringida a entrar a este tipo de establecimiento. Esta situación no debe estar normalizada. Y lo más importante, ¿Porqué en un país donde la mayoría somos de bajos recursos y de tez morena, tenemos que aceptar y sufrir ese trato en este tipo de...
Read morePésima comida, pésimo servicio, lugar horrible, baños apestosos y en mal estado, la mesera que nos atendió tenía una actitud detestable, acudimos 4 personas a consumir, tardaron muchísimo en tomarnos la orden, , estuvimos a punto de irnos (hubiera sido lo mejor) y eso que no tenían mucha concurrencia, hasta que llegó la mesera a tomar la orden, fué déspota, no entiendo que le molestó pero así con la misma atendía a las otras mesas, en fin, yo pedí una milanesa empanizada, la cual estaba como promocionada, en cuanto a la milanesa no tenía nada de sabor, la porción era muy pequeña para el precio $200 por el plato e incluía un vasito de jugo, que por cierto estaba amargo, mi hija pidió el menú infantil, fueron unos Nuggets con unos bocadillo de papa, estaban horribles, demasiada grasa, ni los escurrieron, también incluían 1 jugo, que estaba un poco más decente pero era un mini vaso, mi esposa pidió unos chilaquiles, como la presionamos un poco con el tiempo porque se estaban tardando demasiado, prácticamente se los votó en la mesa, enserio, no exagero, la mesera tenía una pésima actitud, nada de amabilidad, se nota que no los capacitan, en el transcurso de nuestra espera vimos a un mesero limpiarse la nariz con sus manos y así manipular las órdenes de alimentos. Horrible, y sus baños ni se diga, pésimas condiciones, apestosos, la llave toda rota, en fin, para el costo promedio de los alimentos deberían tener un servicio de calidad e instalaciones igual, se ha ganado el número 1 de los peores lugares...
Read moreVisitamos el Vips de Plaza del Valle porque estábamos por la zona y, siendo fans de Vips, quisimos probar esta nueva sucursal. Tienen un menú muy amplio y atractivo, lo que al principio nos entusiasmó bastante.
Pedimos el paquete que incluía sopa, un corte de carne y una bebida (en este caso, naranjada). Las sopas, tanto el consomé de pollo como la de fideos, estaban deliciosas. El café también fue un punto a favor: muy rico y perfecto para la tarde lluviosa.
Sin embargo, la experiencia con los cortes de carne dejó mucho que desear. Mi mamá pidió un New York bien cocido y llegó carbonizado, extremadamente seco. Yo pedí mi corte término tres cuuartos y también llegó demasiado hecho, perdiendo jugosidad y quedando seco. Fue una decepción, especialmente porque la espera entre la sopa y los platillos principales fue de media hora.
En cuanto al servicio, hubo inconsistencias. El primer mesero no retiraba los platos usados y parecía saturado de mesas, lo que hizo el servicio lento. Hacia el final, otro mesero mucho más atento mejoró un poco la situación, pero la experiencia ya estaba afectada.
Además, notamos que no incluyen acompañamientos típicos como tortillas, lo cual en Oaxaca se extraña. Pedimos tortillas y nunca llegaron, solo nos dieron totopos y pan, lo que no es lo ideal para disfrutar un corte de carne.
En conclusión, le daría un 5 de 10. Hay potencial y puntos buenos, como el café y las sopas, pero necesitan mejorar los términos de la carne, la atención y considerar los...
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