La Estancia de los Tecajetes is more than just a restaurant—it’s an experience that engages all the senses. From the moment we arrived, we were welcomed with warm hospitality and an ambiance that immediately set the tone for a memorable evening.
Our waitress, Ileana, provided truly exceptional service. She was not only attentive and knowledgeable but also incredibly patient and kind with our three young children, even when their behavior was less than perfect. Her recommendations were spot on, starting with a beautifully structured Tempranillo wine that complemented our meal wonderfully.
At her suggestion, I ordered the salmón con alegría, a dish that was as delicious as it was unique. The salmon was perfectly cooked—moist and flaky—with the crunch of peanuts, the nutty aroma of sesame seeds, and the delicate sweetness of amaranth adding layers of texture and flavor. Another highlight of the night was watching Iliana prepare a fresh salsa tableside, adjusting the spice level to our preference. It was a simple yet immersive touch that made us feel even more connected to the meal.
For dessert, we followed her advice again and tried the pine nut cake. It was the perfect ending—light yet decadent, with a buttery texture and a subtle earthiness from the pine nuts that made it unlike any dessert we’ve had before.
The ambiance at La Estancia de los Tecajetes is simply enchanting. We dined on the terraza, right next to a charming fountain, as the scent of pipian and handmade tortillas filled the air. The soft notes of live piano music drifted from inside, blending seamlessly with the sounds of the park beyond. The restaurant’s view of Parque de los Tecajetes adds to its magic, making it an ideal spot for a romantic dinner or a relaxed family evening.
La Estancia de los Tecajetes is not just a place to eat; it’s a place to create memories. Whether you come for the expertly crafted flavors, the warm and thoughtful service, or the charming atmosphere, you’ll leave already planning your next visit.
La Estancia de los Tecajetes es mucho más que un restaurante; es una experiencia que envuelve todos los sentidos. Desde que llegamos, fuimos recibidos con una hospitalidad cálida y un ambiente que nos hizo sentir que nos esperaba una noche especial.
Nuestra mesera, Ileana, brindó un servicio excepcional. No solo fue atenta y conocedora del menú, sino también increíblemente paciente y amable con nuestros tres niños pequeños, incluso cuando no estaban en su mejor comportamiento. Sus recomendaciones fueron impecables, comenzando con un vino Tempranillo de gran cuerpo que maridó a la perfección con nuestra cena.
Siguiendo su sugerencia, pedí el salmón con alegría, un platillo tan delicioso como original. El salmón estaba en su punto—jugoso y suave—con el crujiente del cacahuate, el aroma tostado del ajonjolí y el dulzor sutil del amaranto, que añadían capas de sabor y textura. Otro momento memorable fue cuando Iliana preparó salsa fresca en nuestra mesa, ajustando el picante a nuestro gusto. Fue un detalle simple pero especial, que hizo que la experiencia se sintiera aún más auténtica y personal.
Para el postre, seguimos su recomendación y pedimos el pastel de piñón. Fue el cierre perfecto: suave, delicadamente dulce y con un sabor terroso de los piñones que lo hacía único y memorable.
El ambiente de La Estancia de los Tecajetes es sencillamente mágico. Disfrutamos nuestra cena en la terraza, junto a una fuente, mientras el aire se llenaba con el aroma de pipian y tortillas hechas a mano. Desde el interior, las notas suaves de un piano en vivo llegaban hasta nuestra mesa, mezclándose con los sonidos del parque. La vista al Parque de los Tecajetes añade un toque especial, convirtiéndolo en un...
Read moreLa hoster se comportó de manera poco servicial, le había solicitado acomodarme en una mesa junto a la vista hacia el parque, negandome el acceso a este ya que era una mesa para "más personas", posteriormente un mesero de forma agradable nos informó que existía una terraza, opción que la hoster en ningún momento nos comunicó.
Nos cambiamos a la terraza, después nos atendió otro mesero, fue amigable pero con un servicio deplorable, ya que en ningún momento estaba en la terraza y tampoco preguntó acerca si necesitaramos algo mas o si nos estaba gustando nuestros alimentos.
Al momento de ordenar nuestra comida, pedimos una sopa de tortilla, tacos de sirloin y unos camarones huérfanos, de beber una jarra limonada natural, la pedí azucarada (este era un detalle personal, pero pues si está pagando por un buen servicio) cabe destacar que soy muy fan del agua de limón, el agua estaba muy simple y sin azucar, pareciera que no me puso atención, en fin, le solicite al mesero de forma amable si podría agregarle más limón y azúcar a la limonada, de manera cortez el mesero se llevó la limonada y en menos de 1 minuto la regreso, la limonada quedó totalmente arruinada, no sé tomaron la molestia ni de probarla, el jugo que le pusieron mínimo ya estaba preparado de al menos unos 2 días atras, sabía a limón rancio guardado... y no había mucha gente que digamos como para que tardaran.
Llegó la hora de la comida, la cortesía de los panes estuvo agradable, peroooo llegaron los alimentos :( ... La sopa de tortilla no estuvo tan mal pero el queso se sentía ya algo pasado, y de aguacate le pusieron 3 trozos como de 1 cm, ya mejor ni le hubieran puesto aguacate.
Los tacos de sirlon no estuvieron tan mal, solo que tenían bastante pellejo, pero sabían bien... perooooo los camarones huerfanos, estaban MAL COCIDOS terribles, a mi novia le dió una indigestión después de salir de allí, con ganas de vomitar y náuseas, los probé y efectivamente eran de los peores camarones que había comido en mi vida.
En fin, yo estaba esperando que el mesero se acercará en algún momento para preguntarnos si todo estaba bien. En ningún momento se acercó.... Si no, no estuviera realizando este comentario por aquí.
Al final le dieron un pastel de cortesía a mi novia, ese sabía rico. Al parecer su especialidad son las cortesías...
En conclusión el lugar está bonito pero no lo recomiendo para ir a comer. Fue una desagrable...
Read moreI revisited this restaurant after many years, and unfortunately, my recent experience was disappointing. The food lacked flavor and was overpriced for the quality. The menu was unappealing, poorly designed, and lacked prices, making it confusing. The absence of a clear ordering system added to the frustration, and the drinks were missing from the menu.
The overall ambiance of the place was disappointing as well. It appeared dirty and run-down, with visible cables and poorly maintained bathrooms. The only redeeming factor was the view of the park.
I hope this feedback can be taken constructively as an opportunity for the restaurant to improve its...
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