El Fogon Criollo — Restaurant in Lima Metropolitan Area

No lo recomiendo. Fui una vez y me fue masomenos, en una segunda oportunidad me fue mal. Al llegar con restaurante a la mitad, los mozos conversando en la barra no reciben, tuve que buscar una mesa y rogar por que la limpien. Habían vasos y cervezas en la mesa y pedí a un mozo que estaba bien acomodado conversando con el de la barra y me dijo que otro iba a recogerlo, prefirió seguir su conversación, ahí debí marcharme.

Luego, al ordenar me traen un vaso roto, que es peligroso y estaba con filo, le digo al mozo que lo cambie por favor y primero lo mira molesto a buscar aver si tengo razón y bueno lo lleva y me trae de mala gana uno que tenía un olor horrible como a trapo sucio. Luego, al traerme un ceviche con chicharrón noto claramente que el chicharrón estaba refrito, frio, excesivamente grasoso (adjunto fotos del antes y despues). Le llamo a decirle que ese chicharron estaba mal, hasta en una carretilla se encontraba un chicharrón crocante y que sabes que no te hará daño. Me dice el mozo “y que quiere que haga?” Le digo cámbialo si fuera posible, lo cambiaron de mala gana. Para lo que sí tuvo ganas fue al pedir propina al cobrar la cuenta. 1 jarra de chicha, 1 ceviche y un arroz con mariscos masomenos por 100 soles. Honestamente hay muchas mejores opciones por la zona y más barato. Hasta miramar o el mercado estaba mejor

Este lugar está en decadencia. Si el dueño no está al tanto o si lo está, lamentablemente va a terminar con solo gente de paso que caiga y cerrará en...

La comida del sábado fue una verdadera delicia, un festín de sabores peruanos que nos dejó más que satisfechos. Desde el primer bocado del arroz con pollo, suculento y aromático, supe que sería una experiencia memorable. El arroz estaba en su punto exacto, graneado y bien impregnado del aderezo con culantro, mientras que el pollo, jugoso y bien doradito, se deshacía con el tenedor. Lo acompañaron con una sarsa criolla que le dio ese toque fresco y picante que tanto me gusta. Luego llegó el ceviche, y con solo ver ese juguito blanco espeso y perfumado, se me hizo agua la boca. El pescado estaba fresquísimo, cortado en cubitos perfectos, bañado en limón recién exprimido, con el picante justo, su cebolla morada crujiente, su choclo gigante y su camote dulce que equilibraba todo. Cada cucharada era un golpe de sabor al paladar, tan refrescante como intenso. Y por si fuera poco, también hubo ají de gallina, ese clásico cremoso que nunca falla. La salsa espesa y amarilla cubría hebras tiernas de pollo desmenuzado, con su toquecito de nuez moscada y queso parmesano que le daba profundidad. Servido con arroz blanco, aceituna y huevo duro, fue el cierre perfecto. Todo estuvo tan bien preparado que parecía una comida de fiesta, de esas que se recuerdan con cariño. Sin duda, fue uno de esos almuerzos que reconcilian con la vida y hacen sentir que comer bien también es una forma...

Crowded when I visited on a Sunday. Plates looked good but didn't taste as good. Average tasting ceviche lacked salt and the ceviche led to family members having issues later in the day. Spaghetti bolognese tasted nice but the pasta was overcooked. Chicharrón de pescado was nice. Ají wasn't great. Prices are OK, but no cheaper "menu" options on the weekend, including the seafood menu which...