Tierra Baldía - Restaurante Cultural — Restaurant in Lima Metropolitan Area

Fuimos en Febrero 2021 un domingo saliendo del LUM, grupo de 5 amigos. El lugar bonito, acogedor, linda la decoración y espacio para conversar. El almuerzo, fatal, la verdad es que salimos descontentos, sentí que el valor por plato "menú" 25 soles no valió lo que nos sirvieron, la porción es pequeña, te dan entrada y refresco, el tamaño de la porción no nos incómodo. Pero el sabor de los platos: El frejol con seco: el seco no tenía sal. Tallarines salteados de pollo: los fideos no tenían nada de sabor, ni sal; parecía que nos los habían salteado, solo cogieron fideos sancochados y le añadieron el saltado de pollo. Yo pedi este plato y estaba insípido. Además la entrada de yuquitas fritas, las yucas sabían a guardadas. Saltado de pollo: Falta de sal, no se sentía ese sabor rico de la mezcla de las especies y el Sillao del saltado. creo que este salteado lo pusieron encima de mis tallarines y por eso les faltaba color y sabor. Me habían recomendado el lugar, pero la verdad es que me fui...

Se llama “Centro Cultural” , pero en realidad es un negocio!. Vine a cenar y a ver un poquito de música en vivo, pero fue más complicado de lo previsto. Resulta que el negocio de la parte del show (atrás) nada tiene que ver con el restaurante, y es difícil cenar y ver el show al mismo tiempo, ya que después de cenar no te garantizan ni un rinconcito en el área del show, y tienes que pagar extra, sujeto a espacio . Menos mal que había un drag show el cual no estaba muy entusiasmado en ver!! . La comida es mediocre y sin imaginación, y no hay opciones “saludables” o vegetarianas para un lugar que se define como Inclusivo y de mente abierta. La selección de vinos por copa es intomable! . Sólo hay DOS baños unipersonales multiusos, y hay que esperar mucho tiempo para usar uno. Extraño mucho al “Satchmo” y los lugares de antes donde no era complicado entrar, pagar, consumir y divertirse al mismo tiempo. Esa fue mi experiencia. No creo...

Un lugar muy especial y único en Lima. Su combinación de decoración hogareña y espontánea lo hacen un rincón como muy pocos. Llevaba tiempo sin visitarlo, pero al instante recordé su servicio de primera y su comida muy rica. Ordenamos un sánguche con faláfel, una pizza y dos copas de vino. El primero estuvo espectacular, el mejor que hemos probado. Personalmente me hubiera gustado la masa de la pizza un poco más crocante. Los vinos estuvieron muy bien. En cuanto al ambiente, ojalá en un futuro se animen a volver a abrir el techo y dejar la posibilidad de ventilación natural en el patio, especialmente en verano. Una alternativa podría ser un techo retráctil de lona con estructuras metálicas, similar al del bar Garrison de Barranco. Se podría diseñar con doble lona y un aislante acústico de relleno...