La comida en sí es buena. No es nada del otro mundo, pero se nota que está hecha con cariño, lo cual dice bastante de un lugar ya de por sí. La atención también es buena. Claramente es un local pequeño, con pocos camareros (2 o 3), y en momentos de pico, cuando tienen todo lleno, tienen que ir por la comida abajo (sí, la cocina está abajo) y poner o llevar las bebidas de la gente. Puede que tengas que esperar un poco, y es de entender, pero están atentos y, por mi experiencia, siempre intentan dejar claro que te han visto, sea con un saludo de cabeza, un gesto con la mano o diciendo algo.
Dicho esto, no suelen tardar mucho, y en su mayoría son amables. Para gustos, colores: a mí me gusta más cómo tratan a la gente los dos chicos jóvenes (una que se ríe de todo, y otro que hace comentarios sarcásticos, irónicos o graciosos, pero con cara seria, aunque se nota que está bromeando) que el señor mayor.
Eso sí, la reseña va más que nada por el señor mayor, del que hasta el día de hoy no tengo claro si es el dueño del local, el gerente, camarero o qué. Pero el último sábado se le escuchó amenazar al otro camarero (o su empleado) de tal manera que, en menos de cinco minutos, el chico se fue por la puerta y él (el señor mayor) se quedó allí, todo enfadado.
Oye, entiendo que la hostelería no es fácil, que hay agobios y uno se puede estresar, pero creo que, si no está apto para eso sin mantener un mínimo de cordialidad, debería buscar otra cosa. Y no es la primera ni la segunda vez que lo veo hablando mal a sus compañeros o empleados, empujándolos sin decir nada, haciendo gestos al salir de una mesa como si el resto no lo viera, o colocando las cosas con fuerza por enfado o estrés. Y eso en momentos en los que, a veces, ni siquiera hay estrés (o no debería). Mientras tanto, los otros dos, entre mesa y mesa, se están gastando bromas o hablando de su vida mientras uno pone una caña y el otro toma la comanda, por ejemplo.
De verdad, si eres el dueño del local, por favor, contrata a otra persona y da un paso al costado, porque te iría mejor. Si es simplemente un empleado más, no entiendo cómo se permite tener contratada a una persona así.
El local está bien; yo simplemente no creo que vuelva por ese camarero en particular. Solía ir por las noches, cuando estaban los chicos (y rara vez el señor), y con suerte algún sábado por la mañana. Después del incidente, decidí ir un día suelto por la noche cuando pasaba por allí, y para mi sorpresa, estaba el señor por algún motivo. Otra vez no fue muy agradable tan pronto como se llenó...
Read moreCaímos ahí de casualidad el sábado para comer. Comida correcta, nada del otro mundo. La atención del que parecía el dueño, muy desagradable. Malas caras y una forma de dirigirse a nosotros digna de estar “en el programa de hermano mayor”. Literalmente nos ha estropeado la hora de comer de un sábado. Cuando buscas pasar un rato agradable y lo que te encuentras es que quieres engullir e irte cuanto antes de ese sitio.
El local está bien, original en su distribución, pero definitivamente debería cambiar la atención al público y mejorar en su comida.
Por supuesto, no tenemos ganas de volver. Es una pena encontrarse con sitios así en una ciudad con una calidad...
Read moreFuimos un día a tomar algo. Nos pusimos en las mesas bajas del interior del bar. Destacable la comodidad de las mesas y sillas. A mejorar: la temperatura del local , hace mucho frío, no nos quitamos el abrigo . Con cada ronda de bebidas nos sirvieron aperitivo: la primera vez unas patatas y la segunda vez empanada de bonito muy rica. La distribución interior del local es curiosa. En planta baja está el bar con una barra pegada a la pared y mesas bajas. En planta sótano están la cocina y el comedor del restaurante. En la calle hay una pequeña terraza sin calefactar con mesas altas. Buena relación...
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