En un rincón de tradición gallega, se encuentra un espacio donde la sencillez y la calidad se unen para ofrecer una experiencia memorable. Este local destaca como un verdadero homenaje a los sabores auténticos de la tierra. Al entrar, el ambiente acogedor, con mesas de madera rústica y una decoración que rinde tributo a la gastronomía local, invita a relajarse y disfrutar.
La especialidad, como sugiere su nombre, es el pulpo, y cumple con creces las expectativas. Servido en su característico plato de madera, los trozos son generosos y están perfectamente cocinados, tiernos y bañados en un aceite de oliva de excelente calidad, con el toque justo de pimentón que potencia los sabores sin abrumarlos. Se nota el cuidado en cada detalle, desde la textura hasta la temperatura al llegar a la mesa.
No se quedan atrás los pimientos de Padrón, que acompañan perfectamente cualquier plato. En este caso, su preparación es impecable: suaves y jugosos, con un toque de sal gruesa que realza su sabor natural. Como acompañamiento, una cesta de pan fresco que resulta ideal para no dejar escapar ni una gota de los jugos.
Para cerrar la experiencia, ofrecen un clásico café de pota, que tiene un sabor intenso y reconfortante, acompañado de un licor de aguardiente que deja el broche de oro a la comida. Este gesto refleja el alma gallega: generosa, auténtica y cálida.
El servicio es rápido y amable, con personal atento a las necesidades de los comensales. Si bien el ambiente es sencillo, resulta perfecto para disfrutar de una comida sin pretensiones pero cargada de sabor. La relación calidad-precio es notable, haciendo de este lugar una parada obligatoria para los amantes de la gastronomía tradicional gallega.
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Read moreSoy Manuel mi familia y yo decidimos invitar a comer pulpo a unos familiares que venían de Asturias,reservamos mesa para el 25/5/2024. Entramos nos dan mesa y a quien nos la da le comento que lo que se consuma en esta mesa lo pago yo,bien nos sentamos comemos y terminando el cafe mando a mi esposa a pagar porque estaba más cerca de la barra ,me despreocupo y me entero que habían pagado mis invitados ,conclusión me sentó muy mal pido explicaciones al camarero que nos dio la mesa a cuyo lado estaba más personal y el jefe y todos ellos le quitan importancia no ven nada mal y resumiendo me dan la razon en un cincuenta por ciento. Diré que el tlf solo lo utilizo para llamadas y poco más es mi primer reseña estoy muy cabreado con perdón (me jodieron el día y más que vendran.Viviendo esto opinare sobre la comida,chipirones bien,6 raciones de pulpo las dos primeras muy blando y las siguientes se lo pedimos no tan pasado era pulpo pequeño de kilo kilo y medio. Esperando para hablar con el camarero veo preparar raciones todas com pulpo grande de 2 y tres kilos. Resumiendo después de casi una hora escribiendo y de mal humor lo que viví hoy fue una falta de profesionalidad de los empleados y de la jefatura quitándole importancia a lo ocurrido ,creo tener razón la comida puede haber algún fallo a veces no sale bien y para mi no pasa nada,en vista de lo ocurrido tuve que mencionarlo sino me daría igual ,solo pido un mínimo de seriedad y buen hacer en el día a día en este caso en bien de la hostelería.Si alguien no lo entiende pido perdón igual estoy ya no lo sé porque no me siento nada bien después de lo ocurrido. Saludos y...
Read moreAyer por la noche, mientras esperábamos que llegase el tren con nuestro hijo, decidimos acercarnos a una de las pulpeiras más famosas de La Coruña, de las de toda la vida, aunque ya no está en su ubicación original desde hace años sigue por la zona de Los Mallos, cerca de la estación de trenes y su esencia sigue intacta, y lo que ofrece es un verdadero deleite para los amantes del buen pulpo.
El local, siempre lleno de gente, refleja la calidad de su oferta. El pulpo estaba riquísimo, con una preparación impecable, tierno (lo justo), sabroso y en su punto ideal, como sólo un buen pulpeiro sabe hacerlo. Pedimos una ración doble entre dos, acompañada de unos mejillones al vapor espectaculares, y de acompañamiento pan y dos cañas. Y lo mejor de todo, aunque me parece mucho dinero se puede decir que la cena fue por un precio muy razonable: 40 euros. Hoy en día, realmente me parece una cena bien de precio.
Lo que más valoro, además de la excelente comida, es la amabilidad del dueño. A pesar de la hora (ya cerca de las 11 de la noche y después de un largo día de trabajo), siempre tiene una sonrisa, está dispuesto a charlar y hacerte sentir como en casa.
Es cierto que he intentado ir en otras ocasiones, pero claro, los buenos sitios siempre están llenos. Hay que reservar o, si no, elegir horas poco comunes para evitar la multitud. Sin duda, volveré. Un lugar que nunca decepciona.
Adjunto foto de la carta, la ración doble estoy segura de que fueron 26€ y abundante, pero los mejillones creo que fueron 8€, no sé si la carta esta totalmente actualizada, pero es bastante similar...
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