Restaurant Els Ponts — Restaurant in Alcoi / Alcoy

He salido desde Chiva (Valencia) hacia la zona de Alicante realizando una ruta en moto por el interior de la comunidad valenciana,por carreteras de tantas curvas que para recorrer excasos 80 kms,me ha llevado casi dos horas sin realizar paradas.Un camino muy serpentenate,que ha retrasado mi llegada al castel de Guadalest.Por ello a mi paso por Alcoy, me he desviado a fin de comer algo aqui,y seguir a posteriori con la ruta. He encontrado este restaurante de casualidad y viendo el menu que tenia un precio razonable (13,96€ iva incl.), he entrado. Nada mas entrar era el unico que desentonaba por mi vestimenta motera en un restaurante con una musica de jazz de fondo muy agradable; un comedor tranquilo lleno de familias y parejas que comian en armonia. Me he quedado sorprendido por la amabilidad y trato exquisito con el que te atiende el personal, seguramente un trato que no tiene nada que envidiar al que te puedan dar en cualquier hotel de muy alto standing. De cara a los platos...de primero he pedido una caldereta de rape, que tenia tanto una presentacion como un sabor sublime,delicioso. De segundo una costilla gratinada con cebolla pochada y miel que con la suavidad de la carne y el buen sabor que explosionaba en mi boca era un placer para el paladar.De postre un hojaldre de crema pastelera,que al meterlo en la boca te das cuenta que ha salido recientemente del horno y la crema es hecha casera. Un rinconcito que he encontrado de casualidad y que parece el sitio ideal para sorprender a tu chica y pedirle la mano; si es que alguna vez volviera ha hacer tal cosa. Un lugar mas propio de una pelicula romantica francesa que de una realidad donde comer un menu del dia en una ruta en moto.

Mi mas sincera enhorabuena a todo el personal que compone este equipo de trabajo en este restaurante. He estado encantado con vuestro trato y he comido como nunca lo he hecho en un restaurante. Si alguna vez vuelvo a Alcoy no dudaré en volver a disfrutar de...

Hacía casi 8 años que no iba a Els Ponts, un lugar al que solía acudir en Navidad con mis amigos. Esta vez regresé para celebrar el 60 cumpleaños de mi madre, y fue una experiencia que me devolvió recuerdos y me regaló otros nuevos.

El menú, por menos de 20 euros, es sorprendentemente competitivo para la calidad que ofrecen. En mi caso, pedí una lasaña de verduras casera que fue una auténtica delicia; hacía tiempo que no probaba una lasaña tan bien hecha y sabrosa. Después, una ventresca de atún fresco, cocinada en su punto. Todo lo que sirven tiene un toque casero que se nota en cada bocado.

Las ensaladas que acompañan los menús son frescas y equilibradas, y para cerrar, pedí una tarta de queso, que en lugar de llevar arándanos, venía con trocitos de chocolate: un detalle diferente y delicioso.

Mientras yo tuve que marcharme pronto, mi familia se quedó y disfrutó de otros platos como la pluma. Lo más bonito fue el detalle con mi madre: le sacaron una tarta de naranja con dos velas de “60” que hicieron que el momento fuera especial.

En definitiva, gran ambiente, cocina casera de primer nivel, trato cercano y precios más que razonables. Un lugar que demuestra que la tradición y la calidad bien hechas no pasan de moda.

⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ – Para repetir y recomendar, tanto en celebraciones familiares como en...

Un descubrimiento muy aleccionador. Un espacio donde, sin alharaca, la sobriedad se percibe nada mas entrar. Acogedor por sus gentes y decoración. Una muy grata sorpresa fue ver el interés y las molestias que se tomaron para adecuar su carta a una persona vegetariana con la que nos sentamos a la mesa. Y por si eso fuera poco, que para nada lo es, la interpretación de los platos de carne o pescado de su carta para transformarlos en aptos para vegetarian@s fue, a mi entender, genial. Unos fideos arrossejats de verduritas (dignos de estar en una carta como un plato principal) absolutamente fascinantes. Una milhoja de bolets de Xop salvajes y queso rulo de cabra que a uno (yo mismo) le dolía ver como se iba acabando. Y que decir de los postre (hablamos del menú diario) no solo estaban deliciosos... ademas su cuidada presentación aun (si cabe) los hizo mas atractivos. Dejo para el final algo no menos importante... el trato cálido y dulce con el que nos sentimos...