KASIBA | Restaurante & Sushi Alcorcón — Restaurant in Alcorcón

This place is consistently good. Not just good but great. I wanted to visit a couple times to make sure before I wrote such a glowing review of this gem. The very first time I saw this place I wanted to eat here. Style and charm nestled in this quiet little cornor of Alcorcon this is the perfect place to declutter your mind and relax. The beautiful park surroundings matched with the expertly designed layout and charm of this restaurant are enough to make it a worthy spot to visit. But wait... theres more. The food, the food is absolutely the best representation of true sushi ive had in europe yet (and I know sushi). I had the 'Kasiba Love Box' which is a great sample selection of quality. It pairs perfectly with the house Sake. I really liked the slightly smokey char they put on the sushi. Just enough smoke to create a rich hint and a slight texture. The rice was perfect and slightly sweet, good sushi rice is a major obstacle I find in Espana. The sauces and accompanying crunch elements were just right. You can really taste the thoughtfulness they put in planning their menu. They care and it shows. For postre I tried the mochi wrapped icecream, I loved the presentation and the selection was very tasty. The dip with shrimp chips is an awesome combo ive never thought about and it works great. All around an excellent exercise of the palette. Ive talked of the location, decor, and the food. Now for the real stars: the staff. Even though the first time I stepped in and got turned away due to a overbooked dinning room it was done with a friendly smile and class. Theres a genuine warmth you can find in this staff and a professionalism that shows their respect for this establishment and its guests. My server most of the time was kind and attentive, she noticed I was fumbling my Spanish and surprised me with fluent English. She walked me through the menu and made helpful suggestions, she made me feel at home a long way from home (I believe her name was Alex, that was the name on the receipt). All the other staff is also very helpful and carry themselves with distinction throughout the restaurant. I pass this restaurant daily and I see the chefs in the back from time to time. Their uniforms are clean for restaurant standards and I never see them smoking with their gloves on which is a major pet peeve of mine so that makes me happy. They keep their stations clean from what ive seen and they are truely good at what they do. Thanks to the chef for bringing such a unique menu to this part of Alcorcon. The owners should be truely proud of their staff and the grand accomplishment this restaurant is. I hope to return to explore if they have a daily rotating lunch option. Ive also made my food groups aware of the tasting menu which I also hope to sample. In summary this place is gold and if you are here looking at it, just book. It really is worth it.

*Good for families, friends, and especially good for couples. (Very romantic setting/mood) *Id highly suggest to make a reservation as this place fills up fast on weekends...

Suelo ser benévolo con las opiniones de los sitios que visito (ahí está mi perfil para quien quiera comprobarlo), pero también creo que es importante ser justo cuando la experiencia lo requiere. En este caso no fue buena, y tenemos varios motivos que detallo a continuación.

· El restaurante te lo venden como la quintaesencia del sabor, pero, al menos en nuestra experiencia, no se cumplió. Tienen varios menús degustación (nosotros elegimos el de 50€/persona), aunque la relación calidad-precio está muy lejos de ser algo reseñable. Hemos comido en sitios asiáticos más económicos, sin tanto pisto, y hemos salido más satisfechos tanto en sabor como en precio.

· Reservamos (es recomendable reservar, sí) pronto para no tener agobios, pero los agobios nos los creó el propio servicio: no habíamos empezado a coger las cosas de los platos y ya nos los estaban retirando de la mesa. Tuvimos que decirle hasta en dos ocasiones a la camarera que habíamos ido a comer de forma pausada, a disfrutar, y no a engullir. Hizo una pausa, pero luego volvió a las andadas. A nivel tiempos entre plato y plato, mal.

· Antes de ir, y también allí en el propio restaurante, habíamos visto los menús, y tenían un orden de pases: si está puesto así en la web y el menú, entiendo que será por algo, pero no respetaron el orden y fueron sacando platos conforme fueron viendo, imagino que por liberar la mesa cuanto antes. Tuvimos la sensación de que querían que acabáramos pronto.

· Tampoco explicaron cómo se comían las cosas, y sirvieron varios pases en un mismo plato. ¿Qué ocurre? Había cosas que se comían frías, otras que se comían calientes, y cuando pones seis pases diferentes en el mismo plato y a la vez... pues no funciona. No hubo guía ninguna por parte de la camarera, que es lo que suele pasar en sitios que se las quieren dar de exquisitos.

· Y nunca diría esto si no fuera por lo que pasó a raíz de aquí, pero el último plato que probamos, que fue un tataki de atún al humo (en la carta lo ponen como segundo acto, aquí fue lo último que nos sirvieron, en fin), tuvo un gusto picante muy raro. Las consecuencias de los días posteriores no las voy a describir, pero fueron bastante lamentables. Sé que voy a causar mala impresión, pero el producto no estaba en buen estado.

En general, y obviando lo del atún, la comida estuvo correcta: no es la mejor que he comido en mi vida, pero hubo opciones apetecibles. El problema aparece cuando quieres dártelas de gourmet y lo que ofreces no se corresponde con el precio que cobras. Ni la comida ni la atención merecen los más de 50€ (porque la bebida no estaba incluida en el menú) que cuesta. Una pena, porque íbamos con muchas expectativas que, obviamente, no se cumplieron. Experiencia con muchos claroscuros. Yo no volveré, y, lamentablemente, no lo...

NO RESERVÉIS, NI VAYÁIS. Hemos reservado para comer, una mesa para 8, 6 adultos y 2 niños, a través de la web especificando que dos debían ser tronas.

Cuando llegamos no habían preparado la mesa, era para 6, y tampoco habían sacado las tronas.

Reservamos a las 13.45h, con el local aún vacío. Ponemos la mesa nosotros a nuestro gusto.

Comenzamos a pedir el menú degustación PALAWAN, 44€ por persona y el menú es para 2.

No nos explican que funciona por parejas y la camarera nos dice que elijamos qué entrante y qué primeros queremos. Me voy a barra a reclamar qué comanda era esa, pues es un menú DEGUSTACIÓN, en el que tienen que salir todos los platos. Sale hasta el cocinero a rebatir.

Vuelven a tomarnos comanda y resulta que solo había tomado comanda para 4 comensales. El servicio un espectáculo. Sale un entrante, luego un principal, luego otro entrante, sin respetar el orden del menú y con largos tiempos entre plato y plato. Nos traen unos nigiris de salmón que no son del menú, y tenemos que reclamar los nigiris de foie y solomillo.

Llega la hora del postre y nos preguntan qué cual queremos cuando el menú ya especifica. Traen 2 postres para compartir, de 3 que eran en total. Reclamamos el otro postre durante 4 ocasiones, pidiendo a su vez la cuenta, que tampoco traen. El menú incluye sake, pedimos que nos lo traigan en las mismas 4 ocasiones.

Viendo que no traen nada directamente pido la hoja de reclamaciones. Me la traen con un boli que tampoco pinta. ¡NO FUNCIONA NI EL BOLI EN ESTE RESTAURANTE!

Cuando nos traen la cuenta junto con lo que faltaba, ya a las 16.30h... ¡SORPRESA! No han descontado los 40€ que te cobran sólo por reservar. Otra vez a reclamar. Y la camarera me pregunta que si me quita 40€ de la cuenta... ¿Los querría de propina? Cuando pagamos se llevaron la cuenta. Vamos, que ni forma de demostrar que he estado allí tengo.

A todo esto, nos traen tres cuchillos para 6 personas. La cubertería es también para compartir... Como el menú.

No deberían cobrar por reservar, ni mucho menos, tener el restaurante lleno: ES DE VERGÜENZA. EL PEOR RESTAURANTE QUE RECUERDO. CARO Y PÉSIMO.

Como he leído en otras reseñas que revisan las cámaras, espero que esta vez también lo hagan, porque todo esto que relato aquí es la realidad de un sábado en este restaurante.

Lo siento por mi padre....