EL LAUREL GASTROBAR — Restaurant in Alicante

Todo lo que pedimos fue al centro de la mesa para compartir entre los cuatro comensales.

🍴 Ensaladilla rusa: Textura perfecta con trozos que aportan cuerpo y una cremosidad deliciosa.

🍴 Berenjenas a la cordobesa: Finamente laminadas y con un toque dulce gracias a la miel. Lo justo de dulces y nada grasientas.

🍴 Una ración de boquerones. En este caso venían abiertos, es decir, sin la espina central. Yo lo prefiero con la espina, pero es una opción personal. Sin la espina, la presentación no queda tan buena, pero el sabor y la fritura estaba en su punto.

🍴 Calamar a la plancha. No es una presentación completamente novedosa, pero sí que es bastante original, también en nuestros días. Pero lo más importante es que el calamar estaba verdaderamente rico y era de un tamaño también considerable. Se puede compartir perfectamente entre cuatro personas.

🍴 Presa ibérica. Estaba muy buena, pero como me suele suceder, si veo carne, pido carne, pero luego realmente no me acaba de gustar, prefiero otras cosas, creo que están cambiando mis gustos personales.

🍴 Por último, pedimos una parpatana de atún, verdaderamente deliciosa con un puré de patata trufado y acompañado de unos pimientos caramelizados. Un plato exquisito, pero hay que señalar que tienen un fallo que deben corregir. El puré de patata estaba lleno como de pequeñas esquirlas de hueso de la pieza; yo no sé si fue al cortarla o como viene preparado… No puedo decir que era, pero realmente tienen que evitar porque hace que comer este plato se convierta en una tarea un poco desagradable, aunque el plato merece muchísimo la pena.

🍰 No teníamos más hambre, así que pedimos un postre para compartir entre los cuatro y fue una torrija que estaba también muy rica, pero no es lo que más destacaría de la cena.

🍷 La bodega del restaurante es impresionante, con más de 50 referencias de vinos tintos que van desde opciones accesibles (18 €) hasta etiquetas exclusivas como Vega Sicilia (200 €). La botella elegida, una botella de la conocida marca Paco y Lola, en este caso fermentado sobre lías, lo que le da una boca más amplia y carnosa, una elección estupenda

Más cosas en las aficiones de...

Lamentable experiencia, este sábado he tenido la ocasión de visitar este local para recoger a unos amigos, los cuales me han advertido que no se me ocurra visitar porque tengo prohibida la entrada!!! Muchas gracias amigos!!. “Porque el dueño en lugar de hacérmelo saber a mi, se lo ha dicho a las personas que me acompañaban”. Y todo porque el verano pasado tuvimos una cena bastante desagradable, tenemos mesa reservada para 10 en la terraza 15 agosto y pedimos que encienda el aire, a lo que dice que no es posible porque gasta mucho y hay pocas mesas, nos ofrece pasar al salón que hay sitio y muy agradecidos cambiamos, pero empieza el desastre. Pedimos todos los platos para compartir y cuando comienza el servicio entre plato y plato se demoran de 20 minutos en adelante… lo que nos empieza a incomodar bastante y así se lo hacemos saber al camarero, desde las 22:00 que nos sentamos a cenar nos dieron la 01:00 y aún pedimos helado de postre que la sorpresa fue cuando llegó totalmente líquido y ante nuestra protesta los volvieron a servir, esto ya fue el colmo de la paciencia, cuando le digo que ya no queremos nada más me pregunta si vamos a querer los cafés que pedimos con el primer helado, a lo que le contesto que si lo hubiera traído no tendría que preguntar, qué ya no quiero nada y salgo con destino al baño detrás del camarero, cuando escucho una conversación entre ellos en la que dicen “vayan a tomar por c…” y en ese momento es cuando me enfrento al camarero y le pido explicaciones de su encargo… y si, le digo que no pago la cuenta hasta que el responsable me dé una explicación, lo que el resto del grupo me convencen para dejar pasar y asi fue, pagamos y nos vamos. Pero el sábado el señor encargado tuvo la oportunidad de contrastar mi versión y ponerme en conocimiento de que no soy bien recibido y ahorrarme el trago de presentarme con un grupo más o menos numeroso en el que no puedo participar en su local. Falta de profesionalidad y de personalidad, hasta nunca...

Muy lejos de lo que pretende aparentar

Volvimos a este restaurante después de varios años y tras haber tenido experiencias negativas en el pasado, pensando que la gestión habría mejorado. Lamentablemente, no ha sido así.

Reservamos mesa para las 22:15. Al llegar, la responsable del local nos ofreció una mesa pegada a una cortina de cristal que separa la terraza de la calle, una ubicación incómoda y poco acogedora. Sin que me diera tiempo a decir nada, al verme la cara, rectificó y nos asignó otra mesa.

A partir de ahí, la experiencia no mejoró: 20 minutos hasta que tomaron la comanda, 30 minutos más para servir una ensaladilla rusa —un plato que debería estar preparado de antemano— y otros 30 para los segundos. El pan, que pedimos desde el principio, no llegó hasta que lo reclamé con firmeza, advirtiendo que, de no traerlo inmediatamente, no lo aceptaría ni permitiría que lo cobraran.

La calidad de los platos resultó muy decepcionante. El bacalao, que en ocasiones anteriores había sido correcto, estaba blando, aceitoso, sin lascas y prácticamente incomible. La ventresca de atún, indicada en carta a 26 € por 200 g, vino acompañada de la advertencia de que podía pesar entre 200 y 250 g. Casualidad o no, nos cobraron como si fueran 250 g, cuando lo servido fue un filete fino y escaso que difícilmente alcanzaba ese peso. Un plato impropio del precio cobrado y de la imagen de seriedad y profesionalidad de la que este restaurante presume.

Al manifestar nuestro malestar, el camarero pidió disculpas, pero nada más. Ningún responsable se acercó a dar explicaciones ni hubo el menor detalle para compensar lo sucedido.

En conclusión: servicio lento, gestión deficiente, platos mal preparados y un cobro cuestionable. Tras tantas oportunidades, confirmamos que este restaurante está muy lejos de lo que pretende aparentar y de lo que un cliente...