Restaurante Rincón del Varadero — Restaurant in Alicante

Un fiasco nos pareció. Habíamos creado expectativas, pero se desvanecieron absolutamente cuando nos "vendieron" el dentón, tanto insistieron que al final lo probamos. Cuando nos lo sirvieron nos miramos, mi mujer y yo, por no llevarnos las manos a la cabeza; menudo pescado más birria, dos trozos pequeños mal cortados, con una presentación infame, plato ovalado poco más grande que uno de postre, el sabor normalito, pero lo más fuerte fue cuando nos trajeron la cuenta, 25 euros por lo que era poco más que una tapa de un lugar algo espléndido. Otra fueron los famosos langostinos del litoral, Benicarló para más señas nos dijeron, congeladitos ellos, a 3,50 la unidad, alrededor de 11 euros los 100 gramos, recordaba los langostinos maravillosos que habíamos probado en la taberna de Torrelodones, por cierto a 9 euros los 100 gramos, hace escasamente 2 meses, frescos, jugosos, con un sabor extraordinario, pues bien, nos dijeron que como había que tomarlos era a la plancha, para quitarles todo su sabor entiendo y para ocultar su congelamiento, es como si a una carne la haces mucho, pues la echas a perder totalmente, crudita es como tiene toda su grandeza. En definitiva, gran decepción, para no volver jamás. La terraza es agradable, pero el comedor y las escaleras de acceso son de restaurante de tercera, el servicio amable pero lento, muchos camareros pero no demasiado diligentes. En Alicante, encuentras una oferta gastronomica "variadisima", salvo honrosisimas excepciones, arroz, arroz y arroz, calamar de bahia y gamba roja y pare usted de contar. Con los dedos de una mano y no todos los de la otra, se podrían enumerar los restaurantes en la provincia donde no te ofrezcan el consabido arros como plato estrella y puedas degustar algo diferente y de exquisita calidad. Tampoco es necesario ir a esos restaurantes que aconseja el crítico gastronómico del ABC, que suponen 100 euros por comensal y sin maridaje o "esposaje", restaurantes de cocina fusión donde pagas 30 euros por una lágrima de chocolate que apenas destaca en el plato, ahora eso si, excelentemente bien presentada. Se puede comer o cenar espléndidamente por 50-60 euros dos personas, sabiendo pedir, sin atiborrarse y conociendo el producto, y en algunos locales, pocos, no es es el caso del Varadero, dejándose aconsejar. Una pregunta para terminar, por qué en Almansa, un pueblo perdido en la mitad de la nada, tienes unos restaurantes maravillosos, donde se puede comer extraordinariamente bien, y aquí en Alicante no...

Una Experiencia Culinaria Inolvidable

Tuve el placer de cenar en El Rincón del Varadero la semana pasada y debo decir que fue una experiencia excepcional de principio a fin. Desde el momento en que entramos, fuimos recibidos con una cálida bienvenida y una atmósfera acogedora que nos hizo sentir como en casa.

El servicio fue impecable. Nuestro camarero fue atento, amable y extremadamente conocedor del menú. Nos ofreció recomendaciones acertadas que mejoraron aún más nuestra experiencia.

La comida, sin duda, fue el punto culminante de la noche. Cada plato estaba preparado con una precisión y creatividad que solo se encuentran en los mejores restaurantes. Empezamos con los aperitivos, que fueron una delicia absoluta, y cada plato principal superó nuestras expectativas. Los ingredientes eran frescos y de alta calidad, y la presentación era simplemente espectacular.

Los postres no se quedaron atrás. La variedad y el sabor de cada uno de ellos fueron el cierre perfecto para una velada perfecta.

Además, la carta de vinos era extensa y bien seleccionada, complementando perfectamente la comida.

En cuanto a la relación calidad-precio, considero que ofrece una excelente propuesta. Cada euro gastado vale la pena por la calidad de la comida y el nivel de servicio que se recibe.

En resumen, El Rincón del Varadero, no es solo un lugar para comer, sino un destino para vivir una experiencia culinaria memorable. Sin duda, volveremos pronto y lo recomendaré a todos mis amigos y familiares. ¡Gracias por una noche...

Es un sitio bastante escondido, no solo para la zona de puerto en la que está sino porque para llegar, aunque se ve desde el aparcamiento, hay que encontrar la puerta estrecha desde la que se accede a este y a otro restaurante en la parte superior del recinto, aún así merece la pena. Lo primero que llama la atención es la escalera cutre por la que se accede y al entrar parece un bar de puerto, agitado, poco cuidado, pero, al contrario, la parte interior está climatizada y la terraza para fumadores tiene unas vistas excelentes y unos toldos que le dan sombra. La carta esta llena de mariscos y pescados, casi todos sin precio porque se ajustan según mercado, no es barato. La unidad de gamba roja, nada grande, son 9 €, o la de langostinos 3 €. Todo lo pides por unidades, navajas por 3 €. El marisco está exquisitamente preparado, en el punto de plancha y de sal perfecto. La bebida no es cara, caña grande 2.2 €, zumos por 2 € o agua mineral de litro y medio por 3 €. Se cobra el pan, 1.2 € por comensal. La mayoría de las raciones tienen opción de media, por ejemplo, el pulpo, media por 9 €. Los arroces están bien, el a banda 12 € por persona sabía bastante a mar, como si aparte de todo se preparase con agua de mariscos. Un tesoro recomendable por descubrir. Camareros muy profesionales y rápidos. Se puede aparcar en asfalto pero hay poco sitio, aún así hay un descampado de tierra al lado con bastante espacio, lo malo es que se...