Pizzería Venezia — Restaurant in Almuñécar

Fui con mi familia a cenar, eramos 4, con dos niños pequeños de 5 y de 2. Pedimos la cena, un par de pizzas, tardaron mucho en servirnos, los niños nerviosos porque querían comer, nosotros jugando y haciéndoles amena la espera mientras venia la cena. Por fin y después de 15 minutos, llega, nos disponemos a comer, y cuál fue mi sorpresa cuando de repente el gerente nos indica, de manera soez y sin ningún tipo de educación, que los niños están molestando al resto de comensales, cosa que era claramente mentira, ya que mis hijos no estaban nada más, que esperando para comer sus pizzas sin molestar a nadie. En ese momento decido que no iba a aguantar dicho comentario y me dispongo a pedir que me preparen la cena para llevármela a casa, algo que hicieron a disgusto. Por no montar un espectáculo delante de mis hijos, decidí marcharnos. Cuando los dejé en nuestro apartamento, volví yo solo al restaurante a solicitar una hoja de reclamaciones, algo a lo que al principio se negaron completamente, por el trato que habíamos recibido hacía unos minutos. En ese momento explico al gerente y dos trabajadores el motivo por el que quería poner esta reclamación. EN QUE HORA¡¡¡¡ Cual fue mi sorpresa cuando de repente el gerente empieza a soltarme improperios, faltas de respeto, insultos, incluso a poner su cara a escasos 5 centímetros de la mía, levantando las manos haciendo gestos para agredirme, llegando a invitarme a salir a la calle como para pegarnos (casi tuve que llamar a la guardia civil). En ese momento cogí mi móvil para grabar la situación y la cosa empeoró llegando a recibir un empujón por parte de este señor, por llamarlo de alguna manera. Por suerte la cosa no llegó a más, ya que la mujer de este señor también trabaja en el mismo lugar y tuvieron que ser ella y otro trabajador los que le calmaran llevándoselo a la calle para que relajara, tomara aire, porque estaba completamente desquiciado y fuera de sí. Cuando entró de nuevo, me pidió disculpas por tal comportamiento, (pareció que las palabras de su mujer funcionaron y que no debía ser la primera vez que se ponía como una fiera). Me comentó que si quería me devolvía el dinero de la cena, algo a lo que me negué. Al final, por no volver a tener que ver la cara a este señor, decidí irme sin dejar dicha reclamación.

Si este señor no sabe aceptar niños pequeños en su restaurante, que se dedique a otra cosa como a alquilar tablas de surf o a barrer la playa, y mucho menos a ponerse de esa manera cuando un cliente te solicita una hoja de reclamaciones. Como empresario debería saber que tiene la obligación de facilitar estas hojas a quién se lo pida sea cual sea el motivo que quiera...

An Italian restaurant on the promenade, a good place to come with children. We arrived 4 adults and 3 children for dinner. The restaurant has a children's menu, but they like to order from the regular menu. We ordered a pizza without cheese for the boy who is vegan, the vegan girl ordered spaghetti in tomato sauce. The third girl ordered spaghetti with carbonara sauce. This dish was excellent, tasty and well made. We ordered additional dishes: fried calamari with a side salad, which was crispy and good. A spinach cannelloni dish with meat, which was small and a bit disappointing in taste. The older vegans ordered gnocchi in a pesto sauce and mushrooms in a spicy sauce. All in all it was a...

La experiencia fue bastante decepcionante. La comida era pasable, aunque mi pizza llegó tarde, un poco cruda y sin ninguna disculpa por parte del camarero. De hecho, intentó quitarse la responsabilidad con chistes rancios y comentarios fuera de lugar, tomando confianzas sin educación. Muy poco profesional. Mientras tanto, el resto de la mesa ya había terminado de comer. Los precios algo altos para lo que ofrecen, claramente inflados por la ubicación junto a la playa. Lo único positivo es que una de las camareras fue muy amable y profesional, pero en conjunto no repetiría. Añado foto de comparación de las pizzas, no sé si se aprecia el estado de la masa. Por cierto, total y absolutamente comprensible que se cobre por la caja y son 50 céntimos de nada. Pero es cierto que no avisan.

Ya que tengo tiempo, me voy a tomar la libertad de responder a su comentario. Primero, quería darle las gracias por responderme, de esta manera puedo disponer de una prueba de cómo usted trata a sus clientes, aunque he leído más de sus aportaciones en la sección de reseñas. El precio, obviamente, es subjetivo. En mi caso, lo considero pretencioso para la calidad de la comida y el servicio que se ofrecen. Adjunto la foto del ticket para que los futuros clientes juzguen por sí mismos. Por supuesto que cometo errores, muchísimos. En mi caso, cuando lo hago, lo reconozco y pido disculpas, tal y como hizo su empleada, pero no usted. Ya ha tenido comentarios sobre la tardanza al servir las mesas y desmintiendo que el restaurante estuviera lleno, efectivamente este es otro de esos casos.

Dejo alguna de sus maravillosas estrategias de comunicación: Sin saludar, para recoger las latas de refresco. "¿Esto qué es para que me lo lleve?" Trayendo el provolone tarde y sin mi pizza. "¿Qué falta, tu pizza? Pues ve comiendo". Cuando por fin trae la pizza. "¿Qué mala gente que no te han dado ni un trozo". Naturalmente estuve enfadada y usted fue la razón. No es necesario que se preocupe por mi estado emocional, su falta de educación no me...