Restaurante Brasayleña - Río Shopping — Restaurant in Arroyo de la Encomienda

Comparto lo que vi y lo que viví. Después de ver tantos comentarios negativos me asusté, pero pensé que no era para tanto y tome la decisión de coger a mi familia para mi cumpleaños e ir de León a Valladolid para probar la comida de este establecimiento. Las decepciones empezaron desde el primero momento: A la entrada le comenté a una señora que es mi cumple, venimos a comer y quería aprovechar la oferta de no pagar por mi cumple (algo que ofrece el establecimiento). En seguida me puso mala cara y me dijo que esa promoción era solo por las tardes a las 19:00... No aproveché la promoción, aunque eso no figura en ningún sitio de brasa y leña. Entramos y la camarera que nos atendió nos preguntó si queríamos menu normal o el "premium" y nos explicó que el premium te da la opción de bebida ilimitada. Elegimos este porque sino pagas por bebida, postre y pan... Pero resulta que puedes elegir solo entre refresco o agua con este menu y si pides agua no puedes tener opcion de refresco. Y el refresco es recargable por eso refresco si puedes pedir más. La carne fue la mayor decepción. Decidí ir porque muchos decían que era buena, pero no estoy de acuerdo: Carne mala: entrañas (diafragma o no se que de vaca), salchichas baratas del supermercado, alitas de pollo, una cosa que sabía a jamon york. Aunque alguna carne no fue mala, te daban muy poco de ella (se pasan solo una vez) y se acabó. En las próximas rondas, sacan carne de otros días calentada un poco, costillas apenas calentadas con salsa barbacoa para que no te des cuenta... Churrasco, chorizo y otras carnes buenas no vi, igual las habia pero las han quitado. Se llama brasa y leña, pero no sabe a carne echa en brasa y leña ni de coña. La carne (en mi opinión) se hace en hornos pero no se hace a la brasa.

El postre del menú infantil es una broma pesada para los niños. Dieron a la niña fruta de lata que no compra nadie del super. No se como se les ocurre quitar la opción de postre más elaborado a un niño! El pan es el barato que venden en el carrefour o mercadona. Cuando llevas un cierto tiempo los camareros se te quedan mirando con cara de a ver si te vas ya y los cortadores ya no vienen a tu mesa. Las guarniciones son lo más rata que he visto en mi vida. La ensalada no lleva nada salvo una salsa que te ponen, pero es super sosa y nada currada, hecha del paquete de ensalada preparada que te dan en el super. Y es lo unico "bueno" de las guarniciones, el resto es entre menos y nada. Me hubiera encantado poner otra resela, pero la cerdad es que todo corazón lamento haber seleccionado este establecimiento y haber gastado 150 € para no comer lo que quisiera y beber lo que me gustaría, que pir esto se pone "ilimitado". Sin duda el menu "pro" no sirve, en estos sitios no vas a comer pan, asi que coged solo el de carne si queréis probar la carne y ya. Creo que no volveré a entrar en este sitio en la vida porqucon 20€ comes mucho mejor...

La carne en sí está muy buena, aunque a este restaurante le convendría mejorar el servicio de los camareros.

El equipo de camareros se divide en dos tipos, al parecer: los que sirven los rodicios de carne (que trabajan muy bien) y los que se ocupan de las bebidas/guarniciones (totalmente desorganizados). Es más, estos últimos deberían aprender una mínima etiqueta que se espera de un camarero. camarero.

Le pregunté a uno: "perdona, ¿nos podríais rellenar las bebidas cuando podáis? Y me contestó: no soy yo quien se ocupa de las bebidas. Ehm.. OK y quién lo hace? No puedes decírselo tú mismo a un compañero? Qué le importa al cliente cómo os organicéis dentro?

Después de aquello nos daba apuro preguntar nada, ya que todos van vestidos igual y no llevan etiquetas de nombre... Cómo saber quién se ocupa de qué?

También, los camareros no están demasiado pendientes de si las mesas con menú "de rellenar" (el de 22 euros y pico) habían terminado sus vasos o guarniciones, teniendo siempre que llamarles. Un simple "qué tal por aquí chicos" al ver platos o vasos vacíos bastaría, sobre todo al haber tanto trasiego de camareros al lado de nuestra mesa, pero con destino diferente. Quizás asignar un mismo camarero a cada mesa resolvería esto.

Uno de mis amigos pidió rellenar su bebida y al camarero no solo se le olvidó traerla, sino que ésta se quedó a la vista en el fondo del restaurante, ahí abandonada, durante cinco minutos y sin ningún camarero disponible a nuestro alrededor a quien decirle... oye mira que aquella de allí es mi bebida que pedí y nadie me la trae. Lo curioso es que antes de poder volver a pedirla, vimos cómo un camarero tiraba ese refresco abandonado desde hacía un rato.

El lugar, según las opiniones de Google tiene fama de tener un servicio raro, muchos se quejan de que a veces tienes mucho que esperar entre carnes, aunque personalmente no ha sido mi caso, nos trajeron de golpe prácticamente cuatro o cinco clases y fuimos comiendo, cuando las terminamos es cierto que dio un pequeño bajón pero nada, en seguida se veía a los chicos del rodicio seguir cortando. Quizás es porque nos dieron mesa cerca de la cocina.

Quizás le doy demasiada importancia a la etiqueta del servicio, pero me parece importante. De todas formas, volvería, la carne estaba muy muy bien cocinada, sazonada correctamente y las guarniciones exquisitas, especialmente el puré de patatas y...

Ha sido la segunda vez que hemos ido en pocos meses, esperando que todo fuera tan bueno como en la primera, pero ha sido bastante distinto: Entramos a las 15:00 de un sábado, cuarto de hora esperando a que nos atendieran, como la primera vez, pero bueno; nos decidimos por el menú de 23,95 cada uno; nos traen todas las guarniciones, una caipiriinha, y un lipton, dejando para más tarde la otra caepirinha y la otra bebida, en este caso agua, que entraban en el menú; en una hora, apenas pasaron dos camareros, a lo sumo 3, ofreciendonos los pinchos de carne, y con raciones bastante reducidas; acabamos con la guarnición, y con los platos vacios, los "chicos de la carne" se olvidaron de que existiamos, y pasaban de nuestra mesa, que de las demás no, y eso que estabamos inmediatamente al lado izquierdo de la entrada; a las 16:20 les pedimos, por tercera vez, que si nos podian traer de una vez la caepitinha y el agua que nos faltaba, que llevabamos media hora de reloj pidiendolo, porque habíamos acabado con todo, y teniamos bastante sed; después de hora y media desde que entramos, nos acabaron de traer las bebidas, y entonces, ya sin ninguna gana por nuestra parte después de tanto tiempo de espera, se dieron cuenta de que existiamos, y se pusieron a ofrecernos pinchos de carne a tutiplen, cuando tenian que haberlo hecho una hora antes; otro camarero se quiso llevar nuestra ansiada bebida diez minutos después de que nos la trajeran porque se debia de creer que llevabamos con ella una hora. En definitiva: falta de coordinación total por parte de los camareros, servicio nefasto, e imperdonable que, en un lugar que no me parece precisamente barato, se permitan el lujo de olvidarse de una mesa que está al lado de la entrada, ya que considero que tampoco estabamos en un rincón oscuro, lo cual tampoco seria justificable. Dos largas horas para comer, con un largo tramo de servicio inexistente en medio de esas dos horas. Han perdido dos clientes; lo siento, pero no...