Arrozante Isla Canela — Restaurant in Ayamonte

Soy cliente de arrozante desde hace años y siempre he salido muy contento, durante mis vacaciones, suelo comer unas 3 veces en la semana que estoy alojado, así que creo que tengo algo de experiencia.

El establecimiento es muy agradable, perfectamente decorado, un sitio que invita a una comida de disfrute y a una tertulia sosegada...los ventiladores y la zona ajardinada alrededor, hace que aunque haya 30 grados se esté agusto. Es lo que se intenta cuando uno sale a comer fuera, y en este sentido lo consiguen.

El servicio es de 10, personal amable, rápido y pendiente en todo momento de que no te falta nada.

Cerveza de barril muy fría y también gran surtido de cerveza embotellada así como de vinos blancos de la zona.

De primero:

Choco, perfecto, limpio, tierno y con un rebozado crujiente y nada graso, una ración de un tamaño adecuado para compartir. Papá aliñá: la calidad de la patata es muy buena, y está perfecta de punto de cocción, yo recomendaría partirla en trozos más pequeños y que el perejil viniese picado en vez de en rama, se agradece un punto màs de vinagre que lo traen amablemente en botella, vinagre reserva del Condado de Huelva, la melva está de cine, jugosa, sin el sabor a lata que a veces predomina por encima de su sabor natural, un aceite de oliva potente consigue que un plato humilde se eleve a alta cocina.

De segundo:

Arroz con pulpo y gambones, el punto del arroz es lo único que destaca en este plato. Pulpo blando, muy blando, sin sabor a nada, en Galicia se toma más bien duro y en Madrid al punto, aquí lo podría tomar un bebé sin dientes porque apenas hay que masticar, el animal debió perder toda su fuerza muscular entre la lucha por no ser pescado y la cocción de la cocina, que parece que olvidaron tomar el tiempo a la receta...

Los gambones, puestos por encima apenas dan sabor al plato, de hecho si pruebas el arroz sin ellos podrías decir que no los lleva, aparte de venir pelados pero sin haber retirado el intestino, cosa desagradable.

El arroz en sí, no sabe a nada más que a tomate y pimentón, el grano sin color, sin sofrito, sin base...cocido en el caldo sin gracia ninguna.

Un plato que no es precisamente barato y que se quedó prácticamente entero...la camarera me ofreció un tupper para llevármelo pero decline la oferta, un arroz así, que ya está insípido de primeras no puede mejorar con el tiempo...

Cuando pasan cosas como está pienso en esos cocineros que asesoran en la carta y en los que hacen el plato, si alguno de ellos prueba los platos, no el primer día, sino en los siguientes meses, si hay un control de calidad para mantener la calidad del restaurante. Con probar un poquito de pulpo sería suficiente para reeditar la receta.

Me dió pena por varios motivos, el primero haber sacado del mar esos animales para someterlos a ese maltrato culinario, segundo el pagar por algo que no lo vale y tercero el que la próxima vez que venga dudaré entre seguir recordando lo bien que he comido en otras ocasiones, en otros arrozante, o recordar este día y marcharme a otro establecimiento.

En cuanto a los postres, aunque tenía mal sabor de boca por el arroz, preferí no arriesgarme y optar por un rico...

Very disappointing. This restaurant is very overpriced / poor quality for non rice dishes.

Advice - only have the paella

2 starters from the menu.

No1 - What can only be described as : Canned tuna on a bed of red peppers from a jar 15€

No2- squid (processed frozen squid heated) no sauce 14€

Main course - Squid - literally a squid grilled with 2 small jacket potatoes with some butter. 22€

Way overpriced , my recommendation is to stick to paella which does taste very nice.

If you come here only have paella. Or if staying at the hotel the hotel food is better quality...

Arroces simples, un poco salados y algo escasos para un restaurante especializado en la materia. Siendo 5 comensales, pedimos 2 entrantes y arroz para 6 personas (para uno más), y otros 2 postres. Y aún así, nos quedamos con apetito. Empezamos con una ensaladilla de gambas de huelva, riquísima, y con una ensalada mixta, ingredientes muy variados y contundente. Aunque cuentan con muchas opciones de arroces y fideuás, nos decantamos por el arroz negro, correcto de sabor, algo caldoso; y el arroz de marisco. Sin embargo, se nos sirvió un arroz del señoret por equivocación. Muy sabroso para nuestro gusto. Las colas de gambón que acompañaban a ambos arroces exquisitas, en su punto de cocción. Echamos de menos el resto del marisco que incluía el arroz que pedimos, pero el responsable asumió el error de la comanda y tuvo un muy buen gesto con nosotros. Es de gran agradecer el trato humano y saber equivocarse. Para finalizar, los postres imprescindibles, al menos la tarta de queso y el brioche de torrija. La terraza. A la sombra y con corrientes de aire, muy agradable. Una lástima la tardanza en tener los arroces listos, casi 50 minutos desde que nos sentamos pese a encargarlos con antelación y haber llegado en el último turno de comidas, cuando había menos gente, así como la poca...