Arrozante

Arroces simples, un poco salados y algo escasos para un restaurante especializado en la materia. Siendo 5 comensales, pedimos 2 entrantes y arroz para 6 personas (para uno más), y otros 2 postres. Y aún así, nos quedamos con apetito. Empezamos con una ensaladilla de gambas de huelva, riquísima, y con una ensalada mixta, ingredientes muy variados y contundente. Aunque cuentan con muchas opciones de arroces y fideuás, nos decantamos por el arroz negro, correcto de sabor, algo caldoso; y el arroz de marisco. Sin embargo, se nos sirvió un arroz del señoret por equivocación. Muy sabroso para nuestro gusto. Las colas de gambón que acompañaban a ambos arroces exquisitas, en su punto de cocción. Echamos de menos el resto del marisco que incluía el arroz que pedimos, pero el responsable asumió el error de la comanda y tuvo un muy buen gesto con nosotros. Es de gran agradecer el trato humano y saber equivocarse. Para finalizar, los postres imprescindibles, al menos la tarta de queso y el brioche de torrija. La terraza. A la sombra y con corrientes de aire, muy agradable. Una lástima la tardanza en tener los arroces listos, casi 50 minutos desde que nos sentamos pese a encargarlos con antelación y haber llegado en el último turno de comidas, cuando había menos gente, así como la poca cantidad de arroz.