L'Antic Forn de Villarroel — Restaurant in Barcelona

Primera visita a l'Antic Villarroel, un divendres al migdia (no tanquen la cuina en tot el dia). És un restaurant (i bar de tapes) molt acollidor, amb una carta de plats catalans (una mica justos pel que fa a la quantitat/volum, tot i que no he passat fam).

Això sí, si voleu menjar-hi calçots... no us els acabareu! Ves, quines coses, oi? Estigueu atents als mesos que en són la temporada.

La presentació és una mica bàsica, com si et presentés el plat la teva mare a casa i dia qualsevol, però els sabors de carns, verdures o fins i tot de les patates i l'allioli són excel·lents... competint amb els de la mare (rialles).

L'atenció dels cambrers també coixeja una mica, perquè no riuen ni que els expliquis un acudit... Però, què hi farem? No es pot tenir tot: hi anem a menjar i a menjar bé.

Molt recomanable, si vols sentir-te com a casa enmig d'una Barcelona cada vegada més despersonalitzada i menys catalana, massa orientada al turisme acultural.

Perquè resulta que l'Antic Villarroel és el lloc PERFECTE perquè un turista d'oportunitat pugui conèixer la cuina de Catalunya com si s'hagués ficat a la masia d'uns avis de l'Empordà... però sense sortir de la gran ciutat.

Mentre escrivia la ressenya, pensava que hi he de tornar un grapat de vegades... En una sola visita no puc tastar tots els plats! (rialles finals).

Hi ha una petita terrasseta a fora, que malgrat que siguem a l'hivern, no fa prou fred per a no estar-hi una estona...

¡Buenas! Fuimos a cenar hace poco y salimos muy contentos. Cuando llegamos nos atendieron bien y durante la cena fueron muy atentos y agradables.

Pedimos unas tapas para compartir (calamares a la andaluza, huevos rotos y morros) acompañadas con pan con tomate, de segundo churrasco a la brasa con chimichurri y paella mixta y, de postre, un pastel de pera confitada que nos recomendaron. Estaba todo riquísimo, incluido la paella, cosa que a mí me dio miedo al ver que tan sólo costaba 12€ (al principio pensaba que no sería muy buena por el precio tan bajo que tenía, pero cometí un gravísimo error al juzgarla así porque estaba brutal).

Sí que es cierto que tuvimos que tardaron un poco en traernos los platos y que tuvimos que esperar un poco entre plato y plato, pero tampoco fue nada desorbitado y pienso que en el conjunto total valió la pena la espera. Además, mientras esperábamos las tapas para compartir nos trajeron un surtido de aceitunas para ir picando.

En resumen, la comida espectacular, el trato muy bueno y la relación calidad-precio ideal....

Llevo 23 años trabajando en el Hospital Clínico, he venido varias veces entre semana a comer de menú, y normalmente son lentos pero aceptables. Hoy, día de Sant Jordi, pregunto si nos sirven de comer para dos y aceptan. Al entrar nadie te da la bienvenida, es más, la única camarera que hay para terraza e interior debe estar tan saturada que es incapaz de esbozar una triste sonrisa, y no me extraña teniendo además un compañero en la barra que se toca lo que no suena, que va de sobrado y es patético ver tan poca sangre y poco compañerismo en un mismo cuerpo, mientras ella intenta abarcar, con una falta de amabilidad y profesionalidad indescriptibles, lo que no puede. Solamente deciros que si no podéis atender a los clientes como se debe es mejor decir que ya no podéis servir, pq yo desde luego no pienso volver, y recomendaros menos. Está claro que las personas que están al frente del negocio no son los dueños, pq desde luego les importa poco perder clientes, y ganarse una mala fama en el entorno...