Pescaderia Los Mellizos — Restaurant in Benalmádena

@los mellizos belmadens polígono el auténtico donde está la pescadería Del mismo nombre Impresionante aunque estamos con la readaptación Gambas rojas plancha unidad 4€ Carabinero plancha unidad 9€ Cigala cocida unidad 6€ Media de gambas cocidas ensalada Copa de vino blanco verdejo carramimbre servicio de lucís y Maria y en caja Naroa Nos lo hdbisn recomendado y nos gustó mucho también después del ayuno se recupera y potencia los olores y sabores LOS MELLIZOS Los hermanos Montes tienen una larga experiencia en el sector en el que prácticamente nacieron y se criaron, lo que les ha valido de un gran conocimiento de la materia prima con la que trabajan a diario. Los padres de estos hermanos, Pepe Montes y Loli Montero, regentaban una taberna en La Malagueta en los años 50. La taberna de Pepe Montes fue el último de los viejos edificios de La Malagueta que quedó en pie cuando se acometieron las expropiaciones. Tras la venta de su casa y negocio, "los Montes" montaron un merendero en Nerja. Comenzaron así una nueva etapa que duraría casi veinte años. En 1978 cambiaron Nerja por Benalmádena, entonces en pleno boom turístico. Allí abrieron el chiringuito Saint Tropez y una pescadería. Ese fue el momento en el que el negocio despegó. "Somos conscientes de pertenecer a un sector cada día más exigente y competitivo; por eso, hemos apostado por una política innovadora en nuestros proyectos e instalaciones que nos permite ofrecer una garantía de calidad pero sin olvidar la tradición y el buen hacer de nuestros padres". El chiringuito Saint Tropez es el buque insignia de esta empresa y donde comenzó todo el proyecto empresarial de la familia. Con el paso del tiempo, a este negocio se fueron uniendo otros restaurantes, que comandan los hijos de los fundadores y a los que poco a poco se está incorporando una tercera generación. Restaurantes Los Mellizos: Málaga Centro, Soho, Torremolinos, Arroyo de la Miel, Benalmádena Costa, Puerto Marina, Fuengirola,...

Lo que debería ser un espacio público para disfrutar se convierte en un gallinero caótico, con ruido insoportable, desorganización, aforo desbordado, cero control y una masa de gente agolpada en la puerta sin orden y sin ninguna conducta proactiva por parte del establecimiento. No son ustedes un sitio para disfrutar sino para sobrevivir !!!. Para que tengan una sugerencia, tan solo 2 horas antes visité uno de los cruceros de avistamiento de delfines que hay a escasos 15 minutos, en Puerto Marina. Pues bien, al igual que ustedes, la empresa del crucero sabe, conoce o estima, la gran afluencia de público, y habilita un espacio para que la gente espere ORDENADAMENTE, hagan fila y estén razonablemente cómodos mientras esperan 20 ó 30 minutos. Eso lo hace una empresa que cuida a sus clientes. Ustedes no. Y cuando leo otras reseñas encuentro las mismas quejas. El problema es que el público DESCONOCE que ustedes son así, porque de saber eso con antelación, estoy seguro de que muchas familias elegirían otro restaurante para comer, yo el primero de ellos. Como se suele decir, una y no más. Respecto de la comida, pues normal, normal. Presumen ustedes de su materia prima, bueno les diré que su "cadena de montaje para las tropas" funciona regulín, regulan. Tampoco le vamos a pedir mucho a un botellín de Mahou por 3,50, a una ración de almejas con tierra a 12,80, (vale no hay coquinas), calamares 14,80, rosada plancha 15,40, púlpito brasa 15,40, etc. Les adjuntaría una foto del ticket pero perdí el móvil en el tumulto. Quiero decir que muy bien para un chiringuito con vistas, pero en un polígono !!! En fin. Que ustedes tienen su público. Que lo disfruten. Yo esperaba que al pagar la cuenta de 185€ por 6 personas, me diesen un bono descuento para algún psicólogo que tengan afiliado o algún especialista antiestrés ... Esto último les juro que no lo digo con ironía. Ahora estoy en el "hundimiento del Titanic", para relajar un poco. Un saludo y que ganen ustedes...

Tuve el placer de visitar este maravilloso restaurante y quedé absolutamente impresionado con su oferta de delicias marinas. Desde el momento en que entré, fui recibido con una cálida bienvenida por parte del personal, quienes demostraron un servicio impecable durante toda mi visita.

Comencé mi experiencia culinaria con las gambas a la plancha, y debo decir que fueron las mejores que he probado en mucho tiempo. Estaban perfectamente cocidas, jugosas y llenas de sabor. El camarón fresco y de calidad se complementaba maravillosamente con un ligero toque de limón.

Las almejas nos decepcionaron: eran muy pequeñas y algunas tenían un poco de tierra. El guiso, muy soso.

Uno de los platos destacados de la casa son los chanquetes, y no me decepcionaron en absoluto. Estos pequeños pescaditos fritos estaban crujientes por fuera y tiernos por dentro. Su sabor delicado y su textura ligera los convierten en una opción perfecta para los amantes de los mariscos.

No puedo dejar de mencionar los boquerones fritos y en vinagre, ambos presentados de manera excepcional. Los boquerones fritos estaban crujientes y dorados, revelando un interior jugoso y sabroso. Por otro lado, los boquerones en vinagre eran una explosión de sabores frescos y ácidos, con un equilibrio perfecto entre el pescado y el aderezo.

Además de la increíble selección de mariscos, el servicio fue impecable. El personal estuvo atento en todo momento, ofreciendo recomendaciones personalizadas y asegurándose de que mi experiencia fuera inolvidable.

En resumen, este restaurante se destaca por su excelente cocina de mariscos. Las gambas a la plancha, las almejas, los chanquetes, los boquerones fritos y en vinagre son solo algunos ejemplos de la variedad y calidad que encontrarás aquí. Si eres amante de los sabores del mar y buscas una experiencia culinaria excepcional, este restaurante es el lugar perfecto para deleitar...