Pésima experiencia (opinión de todos los asistentes). Fuimos 38 personas a comer. Habíamos acordado una comida de Navidad:
Para compartir por cada 4 comensales Ensalada de foie y jamón Croquetas y morcilla Pimientos rellenos de bacalao
Segundos: uno a elegir entre Entrecot con patatas y pimientos Carrilleras con setas y patatas Rodaballo al horno con verduritas
Postres: uno a elegir Tarta de queso con arándanos Helado de turrón Fruta del tiempo (se pueden añadir unos Lotus desmenuzados)
Pan
Turrones y café La ensalada muy floja, el jamón era vulgar (una loncha de jamón por persona), con unas gotas de reducción de balsámico que la estropeaba. El aceite y vinagre muy normalitos, nada de AOVE. Las croquetas densas y el rebozado blando. Los pimientos no eran del piquillo; estaban rellenos de besamel, el bacalao inexistente. La morcilla estaba cruda. En mi caso pedí que la pasasen por la sartén. En cuanto a los segundos, la mayoría habíamos pedido rodaballo. ¡¡Decepción total!!! No tenía verduras, eran patatas con dos hilos de cebolla. El aceite que emplearon era vulgar y el rodaballo estaba insípido, sin sal ni ningún otro condimento. Las carrilleras estaban como cocidas, la salsa no estaba ligada y de setas ¡nada! champiñones de lata. El entrecot, tal vez, fue lo único decente. Esperábamos unos pimientos del piquillo de acompañamiento y eran tiras de pimiento de bote normalitos. Los postres dejaron que desear. Habíamos pedido que las frutas no fueran las habituales (plátano, pera, manzana, naranja o en almíbar) y no lo tuvieron en cuenta. La tarta de queso tenía una base de bizcocho que tenía un gusto desagradable. Por supuesto no llevaba arándanos, sino mermelada de fresa. El helado industrial, dos bolitas con un barquillo de los que se utilizan para servir los cortes de nata. Vino de garrafón. En cuanto a los turrones (extra que supuso un incremento de 2 € del presupuesto) pusieron unos mazapanes con guinda y un turrón blando. Normalitos. Se salvó el agua, embotellada. El precio final: 30 euros. Hubiéramos comido mejor un menú del día a mitad de precio. Está claro que este restaurante YA NO...
Read moreHemos estado recientemente en Burgos de visita y optamos por comer en este restaurante y fue un acierto.
Lo primero que tengo que señalar es que no permiten reservas, algo que estuvo a punto de hacer que eligiésemos otro local, porque tenemos la costumbre de hacer reserva siempre para no llevarnos sorpresas con los tiempos de espera y que la planificación salte por lo aires. Aun así, al llegar entendimos que no las acepten, porque con la cantidad de gente que tienen, reservar mesas es perder negocio.
Sinceramente, viendo la gente que había esperando, estuvimos a punto de darnos la vuelta, pero enseguida estábamos en la mesa, porque la el flujo de gente entrando y saliendo era muy rápido. Claramente estamos ante un restaurante "obrero", para comer de menú, pero no por ello los platos son menos meritorios. Muchas opciones tanto de primeros, como de segundos. Cantidad exagerada, bien de sabor y a un precio muy ajustado. Además, el servicio rápido (esperable) y atento.
Poco que objetar del restaurante, sinceramente. Por señalar algo, que el espacio del comedor esta bastante aprovechado por lo que las mesas están bastante próximas (aunque no como para estar oyendo las conversaciones de la gente de las mesas contiguas).
Muy buena opción, teniendo claro el tipo de restaurante del...
Read moreFuimos a comer el menú del día (15€), atraídos porque había sitio, pero la experiencia fue muy mala desde el principio. De primero pedí salmorejo y fue una gran decepción: textura artificial, sabor plano, parecía de bote totalmente (lo como bastante, y para mi fue idéntico).
El secreto de cerdo, correcto sin más, sin destacar en absoluto. El cachopo de mi acompañante más de lo mismo, calidad dudosa . Y los postres fueron lo peor: pedimos tarta (galleta con caramelo, y red velvet) y estaban claramente rancias, duras y además nada frías, como si llevaran varios días hechas y fuera de nevera (lo cual preocupa, sobre todo en verano).
Preguntamos expresamente si las natillas eran caseras, y en lugar de responder con claridad, nos evitó la pregunta diciendo que las tartas no lo eran, lo cual tampoco tranquiliza. Sabiendo esto, no nos extrañó que los comensales de otra mesa casi ni tocaran las natillas.
Unas horas después de la comida, empecé a encontrarme mal y ahora mismo tengo dolor de estómago. Me fui con sensación de haber jugado con mi salud y tirado el dinero (y más al ver que cerca de la catedral los menús estaban por 17€ aprox, con productos de mayor calidad). En fin, no pienso repetir ni recomendarlo, suerte a...
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