El arco de Santa María es uno de los monumentos más conocidos y emblemáticos de Burgos. Es uno de los puntos de entrada al casco histórico, a través del cual se llega a la plaza del rey san Fernando con la vista de la impresionante catedral de Burgos. Se trata de una de las antiguas doce puertas de la muralla medieval que fue erigida durante la primera mitad del siglo XVI en conmemoración de la entrada que el emperador Carlos V había hecho en la ciudad en 1520, a través de la anterior puerta que aquí había. Era, también, una forma de congraciarse con el rey por las revueltas comuneras de Castilla de aquel mismo año de 1520. De las doce puertas que tenía la muralla, hoy tan solo se conservan seis, siendo la de Santa María la más bonita e espectacular. Esta nueva puerta sustituyó a otra anterior de finales del siglo XIII y que, probablemente, habría sustituido, a su vez, a otra más antigua del siglo X. En el Cantar de Mio Cid, de finales del siglo XII, ya se menciona esta puerta, relatando cuando el Cid baja de su caballo para entrar a pie en la villa de Burgos a través de la puerta de Santa María. Esta puerta fue construida como protección del acceso desde el puente del mismo nombre sobre el río Arlanzón. Se trata de una puerta maciza de claro carácter militar, con la fachada principal en forma de retablo a modo de un gran arco triunfal y rematado por seis torreones almenados que aparentan un pequeño castillo. En la fachada se pueden apreciar ocho figuras en piedra. En el centro se encuentra la imagen del rey Carlos I de España con una espada en una mano y en la otra el orbe y, a ambos lados, las figuras del Cid y el conde Fernán González. Debajo de ellos, en el centro la figura de Diego Porcelos, el conde fundador de la villa de Burgos en el año 884, y las de los jueces castellanos Nuño Rasura y Laín Calvo. En la parte superior está la figura de un ángel custodio de la ciudad y en lo más alto la imagen de la Virgen María con el niño en brazos. El interior del arco es visitable y se pueden ver varias salas, algunas para exposiciones, y un pequeño museo. Están, también, las salas del antiguo Concejo de Burgos y la antigua botica. Además, es posible subir a uno de los torreones. La visita es libre y gratuita y está abierto de martes a sábado, mañanas y tardes. Merece la pena detenerse frente a la fachada principal de esta puerta y observar con tranquilidad cada uno de los elementos que integran este magnífico arco.