Decir que una pizza está buena, como a alguien que le guste la pizza en una pizzería, suena demasiado simple. Por eso, me gustaría explicarlo de otra forma.
Con esta intención,(y porque éramos los últimos) pedí al camarero Christian que, por favor, llamara al pizzero y su equipo.
Les expliqué que decir que su pizza está rica no hace justicia a lo que realmente se vive en el Massamore. La comida fue espectacular.
Hemos comido y, en cada bocado, tuve que recordar que no estaba disfrutando una pizza cualquiera. La masa, por ejemplo, era blanda pero firme, perfecta para sostener la salsa sin que se escapara. La salsa tenía un dulzor muy agradable, sin ninguna acidez por el tomate. El queso formaba hilos ligeros, sin volverse pegajoso en la boca, lo que resultó muy agradable al morder. La masa era simplemente perfecta: con volumen, crujiente por fuera, nada que ver con una pizza convencional o con las pizzas americanadas que están de moda ahora.
El topping, en mi caso, era la pizza del mes: mozzarella, ricotta con albahaca y pimiento, salsa boloñesa y berenjena frita. Aunque esto pueda sonar a una pizza sobrecargada, no lo era en absoluto. Cada elemento estaba cuidadosamente seleccionado, y en conjunto lograba una pizza deliciosa, equilibrada y con una complejidad que sorprende. También probamos la Bufalina una con mozzarella di búfala, pesto fresco, tomate cherry y albahaca, y esa también estaba en su punto: simplemente perfecta.
Al hablar con el equipo, nos recomendaron probar el tiramisú. Como estábamos llenos, decidimos volver por la noche para disfrutarlo.
Al llegar, además, nos sugirieron la lasaña. Aunque no teníamos previsto cenar allí, no queríamos perder la oportunidad y, por supuesto, volvimos a comer en el Massamore.
La lasaña estaba igual de buena. Personalmente, me llevó a un viaje mental, combinando todos mis conocimientos y recuerdos de cocina, viajes, y transformando la comida en una experiencia culinaria maravillosa. Estaba muy suave, con sabores perfectamente equilibrados. La bechamel era una salsa ligera, no una masa pesada. La carne y la salsa armonizaban a la perfección con las láminas de pasta, que conservaban algo de firmeza pero seguían siendo tiernas. La capa superior, a pesar de ser muy cremosa, estaba crujiente y tenía un sabor salado a parmesano, que junto a la albahaca por encima, hizo de este plato una cena espectacular.
Finalmente, el tiramisú. Sin exagerar, ¡bravo! Cremoso, con un sabor intenso y una presentación impecable. No muy dulce ni muy fuerte, simplemente delicioso.
En resumen, puedo decir, como le expliqué a todo el equipo de Massamore, que la comida fue realmente perfecta. Se nota el amor y la dedicación que Toni y su equipo ponen en cada plato, y eso se refleja claramente en cada bocado.
Muchas gracias a todo el equipo por habernos regalado un momento único en nuestra última noche en Córdoba.
Un saludo y espero que hasta pronto, hasta la próxima...
Read moreEstá noche hemos ido a cenar dos personas y ha sido espectacular, ya desde la puerta se podía sentir ese espíritu italiano que defienden a capa y espada.
Para empezar, unas aceitunas de parte de la casa para ir abriendo apetito, las cuáles estaban ricas y nos hacía la estancia de primeras muy acogedora.
Tras eso, uno de los encargados o camareros del restaurante, no sabemos tú nombre, pero la forma en la que nos has presentado la carta, sus platos, los entrantes, indicando la forma de realización, los ingredientes, el sabor, ha sido fantástico, y se notaba que le apasionaba y que quería compartilo con los demás.
Habíamos pensado en pedir un entrante y una pizza para cada uno y aquí entra nuestro querido camarero Cristián, que ha sido totalmente sincero y aún pudiendo ganar más dinero con ese pedido, nos ha recomendado que mejor solo pidieramos un entrante y la pizza, que con eso íbamos a ir sobrados y cuánta razón tenía.
Nos hemos decantado al final por la burrata frita de entrante, que mira que yo no soy muy fan de tanto queso, ni tanto pesto...Pues, he rebañado hasta los filos del plato, sencillamente espectacular.
Para compartir hemos pedido la famosa pizza carbonara y de verdad, puedo decir, que la masa de la pizza es inigualable. Una masa que no sé hacía pesada, con muchísimo sabor, para nada aceitosa, un queso excelente, el guanciale propio de Italia. De verdad un 10.
Y ya por último, hemos elegido el tiramisú con el suplemento de pistacho, y de verdad, pueden ser perfectamente los mejores 7€ en postre que hemos gastado en la vida. Muy cremoso, sabroso, no empalagaba, de verdad, tendría que usar el diccionario de sinónimos para expresar como era ese tiramisú.
Así que de verdad, si habéis llegado hasta aquí leyendo, tenéis que ir a probar este restaurante, no os va a defraudar, y si tenéis tanta suerte como nosotros y os toca Cristian y el hombre simpaticón, habréis triunfado, aunque seguro que el resto de la plantilla no se...
Read moreLa primera vez que entrabamos y nos satisfizo mucho. A pesar de ser una pizzería al uso desde el primer momento la atención del servicio fue excelente. Con reserva necesaria, si no tendrías que esperar, en la calle, pues el local es pequeño, carece de barra para tomar algo mientras esperas, pero seguro que quince minutos los darás por corta la espera. Salvo dos o tres platos que no eran pizza, toda la carta se resumía en unas veinte pizzas a cada cual mejor. Ante la duda de la elección, lo mejor, dejar que el camarero te sugiera, aconseje y casi en nuestro caso eligiera por nosotros. Y no se equivocó. Estaban las cuatro que probamos buenísimas. Por cierto "la lasaña", riquísima. "El provolone", una forma nueva de presentación, de escándalo y la forma de servir "la burrata" espectacular. Y como siempre hay que poner un pero estaba en la bebida, yo al menos eché a faltar que no nos hubieran ofrecido carta de vinos, espumosos o tintos, que seguramente fue por no apabullarnos más. Se hubiera agradecido, por qué entre cervezas de grifo y vargas de botellas, unos se cansa, e igual la comida hubiera sabido aún mejor. Y ya para terminar, los postres si bien no llegamos a probar por sus nombres tendrían que ser y saber exquisitos. Atención y profesionalidad del personal de sala, pendiente en todo momento del servicio y les deseo y aventuro un futuro esperanzador. Sin lugar a dudas, volveremos y aunque sea intolerante a la lactosa, pues comeré un poquito menos y disfrutaré un...
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