Mis dos estrellas tienen una explicación. No es ni por el sitio ni por la calidad de la comida. Nos ubicaron en un lugar muy bonito donde teníamos vistas de la basílica de la Candelaria y de un pequeño puerto pesquero. Un lugar idílico para pasar una comida/cena agradable. La comida tiene una calidad aceptable. En este sentido no soy fácil de sorprender porque he recorrido muchísimas marisquerías de Galicia donde el marisco y el pescado es excelente y aquí, sin llegar a esa calidad , ofrecen un producto fresco aceptable. Los calamares a la romana bien, las gambas a la plancha estaban buenas pero las croquetas si que no las recomendaría pues no nos gustaron absolutamente nada. Por el resto bien. Me sorprende ver qué circulaban bandejas de lapas a la plancha. Muy diferente a Galicia donde ves circular bandejas de percebes, centollas o zamburiñas y vieiras, etc.
El mayor problema fue el camarero. Un señor de la planta superior que también gestionaba los números y reservas para entrar en el establecimiento. Mucha gente reía sus gracias pues estaba constantemente haciéndolas. Pero hay una línea muy fina que separa el ser amable o simpático de ser pesado y cansino. Hasta el punto que en lugar de disfrutar una comida agradable y tranquila estábamos constantemente aguantando a dicho camarero con bromas entre las mesas, incluida la nuestra. Me considero que tengo sentido del humor, y soy lo suficientemente educado para no llamar la atención a un trabajador, pero las situaciones vividas me hacen plantearme no volver a reservar en este establecimiento, y es una pena porque la localización y la comida lo merece. Había otras dos chicas que tampoco estaban cómodas con dichas bromas, pues una de las bromas del camarero referentes a la virgen de la Candelaria y a ellas que iban solas sin compañía masculina fue de muy mal gusto( pueden intuir por dónde va la broma)y hasta a mí y mis acompañantes nos sorprendieron bastante para mal.
En estos tiempos de covid, donde uno va a comer fuera de casa con cierto miedo, lo menos aconsejable es tener constantemente a un camarero encima hablando con bromas y tan cercano y confianzudo.
Todo bien excepto ese camarero que supongo que ya sabrán ustedes quien es. Sin embargo el que nos tomó las comandas, un camarero más delgado si estuvo educado y en su lugar.
Respecto al precio, adecuado, nada que objetar. Tampoco es barato para ser platos fritos en su mayoría.Pero tampoco es caro.
Lo peor es la incomodidad que sentimos por culpa de ese camarero en particular y sus constantes e incesantes bromas que tampoco entendíamos demasiado. Incomodidad es la palabra exacta que se definieron tras...
Read moreThe opening hour is 11 to 4pm. We arrived at 1.30 and were given a numbered ticket to wait for a table. Within 10 minutes we were seated at a table; paper table cloth laid and English menu arrived. With minutes drinks arrived and order taken. 3 bread buns on table and first dish arrived in 10 minutes! We order half portion fried sardines, half tuna in vinegar, full portion chocos, Canarian potato. Octopus in vinegar was not available. It were more than enough for 3 people. In fact, we struggled to finish the full portion of Chocs (cuttlefish). All for 26.50 euro! Great if you want authentic local food...
Read moreAfter having my beer poured down my leg with very little apology we were asked if we would like some grilled fish. The food arrived in due course and was ok, the Lapas were overcooked and chewy. We then got the main fish which was very nice and well cooked, and once we were presented with the bill we understood why! 79 euros for some fried white fish. We were not told how much this would cost or even what it was. To top it off, the waitress then tipped the Mojo sauce down my partners jeans again with no apology. A quick lunch for 2 that ended up costing 95 euros!! An absolute tourist rip off. Avoid...
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