Restaurante Cambalache de la Sierra — Restaurant in Cercedilla

Fuimos el pasado fin de semana un grupo de amigos. Yo ya había ido alguna otra vez, pero hacía algunos años. A pesar de que gente conocida ya nos había advertido de la gran bajada de calidad desde hace un tiempo, quisimos darle una oportunidad, cosa que se convirtió en una de las peores cenas, si es que se le puede llamar así. Según llegamos el trato fue muy amable por parte de una camarera, nos atendió, pedimos la bebida y hasta ahí todo correcto. A la hora de pedir la comida hubo varias personas que compartían entrante y luego segundo y otras que pidieron solo un plato. Trajeron los entrantes y el plato principal de los que no habían pedido entrantes, pero a la hora de traer los otros segundos, no solo tardaron más de una hora, sino que ya habíamos acabado el resto de cenar y se hizo muy pesada la espera. Sin embargo, aquí empezaba la fiesta. Yo compartí un plato de pasta y una pizza con mi hermana. Ni a ella ni a mi nos gusta la cebolla, pero sabemos que en los italianos hay ciertos platos en los que es inevitable encontrártela, por eso quisimos asegurar y pedir una pasta que no llevaba cebolla (o así lo indicaba en la carta), y una pizza 4 quesos que, a priori tampoco lleva cebolla. Pues según los traen, ahí la vemos y decidimos decírselo a la camarera, que muy atenta y correcta se lleva el plato asegurando que es un error, que una pizza 4 quesos no lleva cebolla. Pues bien, aquí llega la dueña del local diciendo, de muy malas formas, que lo que lleva cebolla es la salsa de tomate (entendible) y que todas las pizzas, por ende, llevan cebolla y que no pueden hacer nada. Más que el hecho de la cebolla, que es una tontería, las formas en las que se dirigió a nosotras fueron de muy mal gusto y hasta pecó de maleducada, haciéndonos pasar un rato bastante incómodo. El otro plato ya lo habíamos empezado y, aunque también llevaba cebolla se podía apartar medianamente bien y según lo ve Susana (la dueña), nos indica que ese plato también llevaba cebolla y que no se notaba. Claro que sí nos dimos cuenta; la mitad del plato era cebolla y encima estaba soso y bastante poco destacable. Después de una discusión en la que le sugerimos que, al menos, debería incluirlo en la carta para que la gente sepa que TODO lleva cebolla y que no tiene la más mínima intención de hacer otra cosa para que la gente que no la coma pueda cenar, nos contestó otra vez de malas formas y ni nos cambió la pizza, ni se ofreció a hacer otra cosa sin cebolla, por lo que nos quedamos con el plato de pasta y no pedimos nada más. En resumen, nos fuimos sin cenar. En fin, para ser un italiano, bastante malo y ni hablar del trato de la dueña del sitio, ridículo. Les dimos una oportunidad para poder formar una opinión propia y ya la tengo. Nunca mas volveré a este sitio, y menos habiendo otro italiano en Cercedilla mil veces mejor y otros muchos en los alrededores.

P.D le pongo una estrella porque hay poner al menos una para escribir una reseña y quería compartir mi...

Espero que mi reseña sea útil. Lamentablemente, en dos ocasiones he podido comprobar que los niveles de conservación de los alimentos en el restaurante Cambalache son muy bajos. Aunque la comida es rica, la salud es lo primero.

El ambiente del lugar es agradable y acogedor, pero el servicio es muy lento, entendemos que puede ser por fines de semana.

Por otro lado, y no menos importante, mi esposa y yo presenciamos una situación muy incómoda y desagradable: la dueña del restaurante o encargada, creemos recordar que se llama Susana. Trató de manera muy despectiva a una camarera por no poder abrirnos una botella de vino correctamente. Este tipo de comportamiento es inaceptable y deja mucho que desear en cuanto al trato hacia el personal, y hacia los clientes, ya que nos ha dejado con mal sabor de boca durante nuestra cena.

Volver a repetir en un restaurante depende de varios factores básicos y en este caso, no volveremos, ni...

Es la segunda vez que vamos aprovechando una visita a la sierra de Guadarrama. La anterior cenamos dentro y en esta ocasión fuera. La terraza, teniendo en cuenta el calor que está haciendo estos días, es un lujo porque corre la brisa serrana y las luces le dan un toque bonito. La única pega es que se oye demasiado el tráfico, pero no se podía tener todo. Reservar por teléfono fue muy facil. El servicio, rápido y bueno. Pedimos tres pizzas y una ensalada y no hijo que esperar mucho por ello. Las pizzas que pedimos fueron distintas cada una, y estaba todas riquísimas. Precio adecuado para la cantidad y calidad. Si nos surge la...