Atenas Playa Restaurante & Beach Club Chiclana — Restaurant in Chiclana de la Frontera

We paid pool day in advance. We liked the concept of pool and restaurant cause we went to vidit Cadiz. At the lunch time we went to the restaurant to eat something. After they accommodate us we waited for food order around 30 minutes. After less then 10 minutes 2 courses came, and we were still waiting for remaining 2 dishes. The rest of the food arrived after more then 30 minutes and after we reminded waiter that there is food missing. Burger that we ordered was burned from the outside and rare inside (even tho nobody asked us how we would like it cooked). Chicken was also very bad prepared. We asked the waiter to do something about it and they brought us new one which was also bad in taste. Since we seat down staff was avoiding us, we guess because non of them speaks English except one waiter. When we asked the other one he said in Spanish that he will send another colleague who speaks English. We said that we can order in Spanish but he still didn’t want to serve us. Everyone else got bread basket at the table except us (and they charge that 8€ for 4 of us). When we asked for the bill, waiter asked us did we enjoyed it, where specifically we said what we didn’t like, he said that there was problem in the kitchen. We explained that that is not the problem and that he just could inform us about it. Waiter again forgot about the bill and started cleaning tables. He noticed that we were looking at him, but decided to ignore us. I asked for the bill again. We stayed in a restaurant more then 2 hours for 4 dishes without any starter, with no AC and everyone ignoring us. We received only sarcastic apology from waiter and noticed everyone looking at us when we were returning to the pool. We stayed hungry, with a very bad experience and we would NEVER recommend this place to any foreigner. Money is not the issue and we wanted desserts but after treatment we get we...

Servicio incomprensiblemente lento. Pedimos 8 copas y 40 min. después las sirven y con el local y mesas vacío (sólo dos mesas tomando café). Mucho pijerío pero el servicio no le acompaña. El encargado cogió una indignación, que por su reacción, creo que aún le dura, que disgusto más grande se llevo el hombre,ñ cuando vio a niños en la piscina, que era de "Only adult" claro que los niños son de habla Hispana y los pobres no lo sabían el significado, aun no lo dieron en el cole, pero se dice y salen y nada más, que este señor reaccionó como si fuese el error más grande que hubiesen cometido en la vida, muy alterado y perdiendo las formas. Y se solucionó en 10 segundo. Recomiendo un valuinm para este señor y que mejore el servicio de sus camareros.

En respuesta:

Agradezco sinceramente la atención dispensada a mi reseña y la prontitud en la respuesta. No obstante, permítame disentir, con todo respeto, de algunas de las aseveraciones contenidas en su escrito, que si bien buscan justificar ciertos procedimientos, omiten matices fundamentales que contextualizan lo sucedido.

En primer lugar, no se trata aquí de cuestionar normativas internas, cuya existencia comprendo y cuya observancia, por supuesto, es deseable. Mi objeción radica más bien en la manera en que se gestionó una incidencia menor, producida por unos infantes —evidentemente ajenos a la complejidad del reglamento del establecimiento—, cuya presencia no fue fruto de un acto de desafío deliberado, sino de la ingenuidad propia de su edad. Resultó llamativa, por no decir desproporcionada, la virulencia con la que un miembro del equipo reaccionó ante tal circunstancia, generando una tensión innecesaria que podría haberse evitado con una intervención más sosegada y pedagógica.

Asimismo, lamento que se minimice el retraso en el servicio aduciendo que los tiempos fueron "normales". La percepción del cliente forma parte inseparable de la experiencia global, y si esta se ve afectada por una espera que se antoja excesiva —más aún en un contexto de baja ocupación—, no es irrazonable manifestarlo. Negarlo categóricamente, sin margen para la autocrítica o el matiz, no enriquece el diálogo.

Reconozco, por otro lado, que la alusión al valium, aunque formulada en tono coloquial e irónico, pudo resultar improcedente. Si tal expresión ha sido percibida como una falta de respeto, no tengo reparo en retractarme de ella. No era, en absoluto, mi intención menoscabar la dignidad de ningún profesional.

Concluyo reiterando mi voluntad de aportar una crítica constructiva, nacida del deseo de que un enclave tan singular como el suyo pueda armonizar su entorno distinguido con una calidad de servicio a la altura del mismo. Estoy convencido de que toda opinión, incluso la disonante, puede ser útil si se recibe con apertura y con vocación de...

MENÚ FIN DE AÑO -DECEPCIONANTE-

Precio un 20% más caro que en años anteriores. (120€ por comensal)

Reservamos con tiempo, en Octubre, aún así nos pusieron en el segundo comedor, que aunque no estaba mal, estaba separado del principal que es donde estaba el ambiente. No se oía la música mientras que en otro si. Al ser mesas asignadas no se podía cambiar. Tampoco había percheros ni guardarropa con lo cual era un lío con los abrigos……

El tipo de menú es degustación, con unos 7 platos. Empezaron a servirnos sobre las 21h a todos a la vez pero se demoraron tanto que casi eran las 12h y no habían terminado.

Los platos eran muy variados, algunos estaban bien y otros menos bien, pero sinceramente, ninguno como para recordar especialmente.

La bodega era variada y podías elegir varios tipos de vino. En general buena calidad. Sin embargo no te dejaban la botella en la mesas y los camareros estaban saturados como para estar pendientes de rellenar las copas. Mal organizado. No habían calculado bien el servicio para tanto comensal.

Durante la cena, mayormente éramos matrimonios mayores con amigos y parejas, aunque también había familias con niños. Previamente nos habían entregado la típica bolsa de cotillón con matasuegras y esas cosas. Mala combinación: niños + matasuegras. La verdad es que a muchos comensales nos molestaron y nos dieron la cena.

El brindis se hizo a trancas y barrancas, sirviendo el cava por los pelos y tomando unas uvas enormes, duras y de mal aspecto.

Después de las campanadas pasamos a salón principal para el baile de cotillón y eso fue un puro esperpento. No se retiraron las mesas y el sitio del DJ era ridículo. Cuando se dieron cuenta y empezaron a retirar alguna mesa, los comensales no tenían donde dejar los abrigos y bolsos y algunos se negaban a dejar su mesa.

Por si fuera poco, a la media hora se abrió el comedor al público del exterior y empieza a llenarse de gente que solo venía al baile y literalmente no había sitio para tantas personas con las mesas en medio.

Había también niños corriendo y molestando por doquier, dormidos en las mesas y tirados debajo de ellas (no eran ya horas para niños pequeños) lo cual no entendimos que se permitiera porque en la reserva y en el propio comedor ponía muy claro que el baile era SOLO para adultos.

Para rematar la noche, había personas fumando en el interior por todas partes, con el beneplácito del establecimiento que, a pesar de estar totalmente prohibido, no hicieron nada por evitarlo como es su obligación.

En resumen, mala organización y descontento general. Lo que tenía que ser una noche especial se convirtió en un mal recuerdo.

Está claro que no repetiremos; no queremos volver a salir corriendo. Hay otras opciones más económicas y mejor...