Teníamos reserva para seis personas y al llegar nos querían poner en una mesa de tres. Al final cenamos en una mesa de cinco algo apretados... un fallo de organización, pero entendemos que había mucha gente y tampoco pasa nada. En el salón hacía muchísima calor, se lo comentamos a un camarero, pero le importó poco, de hecho pareció que le había molestado que se lo dijeramos. Al ponernos los cubiertos los tiraron en la mesa y lo tuvimos que colocar nosotros mismos...
Una amiga pidió bebida hasta cuatro veces y ya, por último, se tuvo que levantar ella misma a pedirla en la barra. Cuando se la pusieron ya habiamos terminado el entrante. Cada vez que pedíamos alguna bebida parece que molestabamos a los camareros, siempre con mala cara y malos gestos, nunca me habían atendido camareros con tanta desidia... incluso una camarera estaba con el móvil desateniendo la mesa, poco decoro. Lo nunca visto...
Tuvimos que esperar la comida hora y media y nos la sirvieron a las 23:45h y a los diez minutos vino un camarero déspota y nos empezó a retirar los platos a lo que le dije que nos diera tiempo al menos para comer y se lo tomó a la defensiva respondiendo que si no sabíamos que a las 00h tenían que cerrar, que si nosotros íbamos a pagar la multa... le comenté que llevabamos mas de una hora esperando y que no ibamos a cenar ahora en diez minutos.
Al terminar de cenar me levanté y fui a pedir la cuenta y pregunté por el encargado para hacerle la crítica constructiva que merecía, supongo que cualquier hostelero profesional se lo tomaría bien porque si algo falla en su negocio y le importa... Total, resultó que salió el último camarero "simpático", cuando empecé a comentarle desde el principio se lo tomó fatal y empezó a darme largas a lo que le respondí que vale, que si no le importa pues no vendré más y empezo a gritar que mejor, que no fuera más. No me lo creía... vaya manera de gestionar un negocio. Al momento salió otra del personal y empezó a elevar la voz, le dije que no me chillara a lo que respondió que ella era así (yo no tengo culpa de su educación ni tengo por qué aguantar su forma de ser...). Le volví a decir que no era normal el trato y decía que ella en su casa hacía lo que quería (elevando la voz con la mascarilla bajada), increíble.
Viendo que no se podía mantener una conversación con estas personas le dije que me diera la cuenta para pagarla a lo que respondió que por supuesto que me iba a dar la cuenta que si me creía que no la iba a pagar... por momentos se volvía la situación más inverosímil. Un amigo intentó mediar explicándole todo lo sucedido, pero tampoco fue posible, así que lo dejamos por imposible. Parece ser que la culpa del mal funcionamiento y de la poca educación de los camareros es culpa de los clientes. (Léase otros comentarios anteriores, ¿casualidad?). Hubo un momento que estaban todos los camareros allí reunidos como si fuera una pelea de un patio de colegio. Uno de ellos, delgado y con gafas se estaba haciendo el peleón, después me comentó un amigo que estaba insultándome... Por un segundo creí que estaba en un programa de Chicote porque no era normal. Tan solo una camarera (ella sabe quién es) tuvo unas palabras de concordia, deberían aprender de ella. Gracias. En ningún momento quería crear tal polémica, tan solo quise hacerle ver al encargado el cúmulos de cosas que ocurrieron y si fueran profesionales y le importara su negocio deberían aprender de ello...
La pena es que no revisé la cuenta porque casi seguro que metieron bebidas de más porque tuvimos que pedir varias veces para que nos trajeran una.
Y si hablamos de la comida... deja mucho que desear, lo único mejicano del lugar son los nombres de los platos. Creo que han debido de cambiar de encargado y personal porque no lo recordabamos así... ni el trato, ni la comida en sí.
La profesionalidad, educación y calidad de la comida brilla por su ausencia. Nada...
Read moreLo de " el cliente siempre tiene razón"...no lo han oído en la vida. Se aprecia en el personal que atiende, jóvenes y con ninguna experiencia no en hostelería ni en atención de cara al público. 15 eurazos por una jarrita de granizado de limón, preguntamos si nos lo puede alegrar un poco más de tequila y responde que no sabe lo que lleva, le decimos que no sabe nada a tequila ni a Lima y dice que ya viene mezclado en el barril, y que es la primera persona que se queja...le pedimos un poco más en la jarra y nos dice que no puede ser, ni diciéndole que lo vamos a pagar.Todo ello de malas formas y aire chulesco, sin consultar tan siquiera si podía ser lo que le pedimos y encima mascando chicle.... Pregunta otro plato si con frijoles o maíz, respondemos que frijoles y lo trae con maíz...como para ser alérgico vaya...la carne de la fajita de pollo reseca no, pasadisima y recalentada...Todos los platos salen a la vez ,lo que confirma que está casi hecho y solo recalientan, la mesa de llena de platos,comes incómodo y apresurado...ya cuando lo han soltado todo allí no se acercan más. El arroz azul, de diferentes tonalidades y algunos oscuros muy oxidados, de ser sobras y han agrandado el cocido último...De comida mejicana ni idea, no tienen micheladas ni sabores típicos de la cocina, es un batiburrillo de cosas con queso que te la haces en casa. El guacamole de bote...En fin, para no volver. Al ir a pagar a la barra porque no venía nadie, le preguntamos si no es José Cuervo de la estantería tequila...y responde que tequila tiene todo el que queramos pero que no lo puede echar en el barril.... incoherente con lo que le pedimos de echarnos en nuestra jarra, nuevamente con aire chulesco y carente de experiencia. En fin que te lo comes por no tirar comida y porque vas con críos pero que no idea de trato al cliente ni de...
Read moreSuelo valorar comida, precios y demás, pero esta es una de las pocas valoraciones tan negativas que he hecho y daré mis razones en mi primera y casi seguro que última visita:
El servicio brilla por la falta de cortesía y amabilidad, no pido que estén con una sonrisa como si esto fuera Disney Land, pero tienen una actitud desganada.
No sé si tardan tanto en servir por el tipo de cocina, por medidas de higiene, lo desconozco.
En la segunda ronda de bebidas, se han olvidado un refresco, cosa que paso inadvertida porque entiendo que tarden; pero no 20 minutos y que tengas que recordárselo.
Todos tienen la mascarilla quitadas a la altura de la barbilla.
Les levantas educadamente la mano y parecen ignorarte cuando se ven charlando entre varios ociosos (y lo gracioso es que era para pedir la cuenta).
Y la guinda final y la que me ha motivado a escribir la reseña cuando lo demás lo iba a pasar por alto y no parecer el típico cliente tocapelotas:
Pedirles a lo escondido (que soy el primero que reconozco que hay que tener cuidado con el tema de distancias y demás con lo del covid) una tarta para un cumpleañero, no me voy a poner a hablar delante suya con la camarera, así que he ido por la zona del baño y había un biombo medio abierto y le he hablado a una camarera que decía que eso lo llevaban los camareros (la muchacha bien, fue a llamar sin que lo supiera a la que se encargaba de nuestra mesa y por ella chapó), pero mientras esperaba se lo dije a otro del servicio si tenía tarta, y literalmente me cogió el biombo para plantármelo en la cara diciendo: "eso tienes que decírselo al camarero, y porfa aquí no puedes estar", no se esperó a que me fuera, como si fuera una vaca al que están encerrando...
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