Street Food By Chema Soler — Restaurant in Gandia

Ubicado en el corazón de Gandía, este restaurante se presenta como un refugio tranquilo con una decoración desenfadada y moderna que invita a disfrutar de una experiencia relajada. Sin embargo, su ubicación central presenta un desafío significativo: encontrar aparcamiento gratuito es casi imposible, lo que puede ser un inconveniente para quienes deseen visitarlo sin preocuparse por los costos adicionales.

La primera impresión al entrar al restaurante es agradable. La decoración es desenfadada y moderna, con un ambiente que combina elegancia y comodidad. La iluminación suave y el mobiliario contemporáneo crean un entorno acogedor, ideal tanto para cenas informales como para ocasiones especiales. El personal es atento y cortés, lo que añade un punto positivo a la experiencia inicial.

La carta del restaurante se centra en una variedad de tapas elaboradas, una propuesta que, en principio, resulta muy atractiva para quienes disfrutan explorando diferentes sabores en pequeñas porciones. Sin embargo, mi experiencia gastronómica fue una montaña rusa de altibajos, con algunos platos que brillaron y otros que no estuvieron a la altura de las expectativas.

Las vieiras con salsa de queso gratinado fueron, sin duda, una de las joyas de la carta. Estas vieiras estaban cocinadas a la perfección, con una textura tierna y un sabor delicioso que se potenciaba con la salsa de queso gratinado. La combinación de ingredientes en esta tapa era simplemente sublime, creando una armonía de sabores que se mezclaban en el paladar de forma exquisita. Esta tapa es, sin lugar a dudas, una recomendación segura para cualquier visitante que busque una experiencia culinaria memorable.

Otra tapa que merece una mención especial es el brioche de costillas. Este plato presenta costillas deshilachadas, tiernas y jugosas, que se deshacen en la boca. La salsa que acompaña a las costillas tiene un sabor intenso y delicioso, comparable con las mejores recetas americanas de barbacoa. El brioche, suave y esponjoso, complementa perfectamente las costillas, haciendo de esta tapa una opción irresistible para los amantes de la carne.

Sin embargo, no todas las tapas lograron el mismo nivel de excelencia. Los churros con chocolate, por ejemplo, fueron una decepción. La masa de los churros era pastosa y carecía de la textura crujiente que se espera de este clásico. Además, la salsa de morcilla que los acompañaba no aportaba nada especial al plato. De hecho, la combinación de churros con salsa de morcilla me pareció poco acertada, ya que los sabores no se complementaban bien.

El perrito con gamba rebozada, una de las tapas estrella del lugar, también me dejó un sabor agridulce. Aunque no estaba mal, no cumplió con las altas expectativas. El rebozado de la gamba era tosco y la calidad de la materia prima dejaba mucho que desear. Todo el sabor del plato dependía de la salsa que mojaba el rebozado y el pan de perrito, lo que no justifica su fama. Esta tapa podría mejorar considerablemente con un rebozado más delicado y una mejor selección de ingredientes.

Las croquetas de pollo con fundi de queso al curry fueron otra decepción. La salsa de queso al curry resultó empachosa y no complementaba bien a las croquetas. Además, las croquetas contenían poco pollo, lo que hacía que la bechamel se sintiera densa y poco agradable. Aunque la bechamel tenía una consistencia correcta, la falta de pollo en el relleno daba la sensación de estar comiendo una mezcla poco equilibrada.

En resumen, de todas las tapas que probé, solo dos lograron destacarse por su calidad y sabor. Las demás no alcanzaron el nivel esperado para un restaurante con precios tan elevados. Es posible que no haya tenido suerte con las tapas que elegí, pero la relación calidad-precio me pareció desproporcionada en muchos casos. Si decides visitar este restaurante, te recomendaría optar por las vieiras y el brioche de costillas, y tomar el resto de las opciones con cautela. La experiencia en general fue agridulce, con algunos momentos culinarios memorables y otros que dejaron...

Acudíamos con las expectativas altas tras leer la carta en su página web, pero como todos los primeros pasos, algunos platos cojean y la combinación de sabores no acaba de cuajar. Repasando nuestro pedido: Aperitivo: champiñones rellenos de carbonara de salmón. Un bocadito cremoso y delicioso. Se agradecen estos detalles. Pan casero con tomate y ajoaceite de pera: no encontramos la pera pero nos dio igual. Ajoceite suave, tomatito rico y pan crujiente y calentito. Ensadilla rusa con espuma de aceituna verde: espuma lograda, con el sabor a aceituna justo para no quitarle el protagonismo a la ensaladilla. Sin embargo, ensaladilla no merecedora de su papel, ya que verduritas de "bien" escondidas tras una mayonesa demasiado bondadosa. Croquetas de carabineros con kimchi: las croquetas son la especialidad del chef y con estas no defraudó. Crujientes por fuera, cremosas por dentro y con un sabor excelente. Detalle importante: hay 3 tipos de croquetas y se sirven en raciones de 4 sin posibilidad de combinarlas; ¡sería un puntazo añadir esta opción! "Churros con chocolate": churros de tortilla de patata con crema de morcilla de Ontinyent. La literatura llama la atención y resulta divertida, pero muy lejos de la potencia de una buena tortilla de patatas y el auténtico sabor y textura de la morcilla. Los churros con sobrante de aceite y la crema demasiado líquida. Conclusión: cuando lo tradicional es bueno, la sencillez es el arma más potente. Okonomiyaki de pulpo: hemos probado esta famosa "tortilla" japonesa en diversas ocasiones y esta sin duda se queda en una intentona. Falta de jugosidad y el pulpo si te despistas no lo saboreas. Coca de bacalao y coca de panceta: optamos por describirlas juntas porque no merecen más. La masa blanda y los demás ingredientes simplemente bien, echando en falta algo en todo momento. Muerte por chocolate: platillo de moda con combinación de diferentes texturas y tipos de chocolate. Falta de entusiasmo en la preparación y productos industriales. Tarta de queso: elaborada a lo crème brûlée, servida en cazuela de barro caliente. Sabores potentes y deliciosos, pero casi que pierde el título de postre y le falta un pan para remojar.

En cuanto al servicio, apreciamos un intento de abarcar demasiado; tiempos de espera prolongados y leve falta de atención. Con todo, precios moderados pero racionales, ajustados a la calidad y el tamaño de...

🍽️ Restaurante: 𝐒𝐓𝐑𝐄𝐄𝐓 𝐅𝐎𝐎𝐃 (Gandia) ⠀ 1️⃣📷 Nos sorprendieron con un aperitivo de pan de gamba con mejillón y salsa de anchoa. 🔸Exquisito, bocado muy rico y potente. ⠀ 2️⃣📷 Yuka brava street con kimchee y ketchup ahumado. (8,50€) 🔸Sabores perfectamente cuadrados, estilo atrevido que gusta, nos han sorprendido gratamente. ⠀ 3️⃣y4️⃣📷 Churros con chocolate (Churros de tortilla de patatas con crema de morcilla de Ontinyent). (7,80€) 🔸Presetacion muy original. Plato curioso e innovador, si hay que ponerle un pero, es que le falta, para nuestro gusto, un poco de sabor y potencia a los churros. ⠀ 5️⃣📷 Okonomiyaki de pulpo a la gallega. (9,00€) 🔸Para nuestro gusto, mucho sabor a salsa y poco a pulpo... Aunque cabe destacar el punto correcto del pulpo. ⠀ 6️⃣📷 Gyozas de gambas sobre guisito de carabinero, jengibre y chile chipotle. (9,80€) 🔸Presentación muy bonita. Los sabores congenian todos entre sí, correcta cocción de la gyoza y con un buen relleno de gamba. ⠀ 7️⃣📷 Coca de panceta confitada con setas shitake y queso parmesano. (8,50€) 🔸Base crujiente. En conjunto, plato muy sabroso. Para nuestro gusto, nos habría gustado que el queso parmesano estuviese más derretido. Aún así, plato muy rico. ⠀ 8️⃣📷 Torrija de donut con crema de horchata. (5,00€) 🔸Teníamos las espectativas muy altas en este postre, ya que somos muy fans de las torrijas. Nos pareció muy suave de sabor, era un postre rico pero esperábamos más. ⠀ 9️⃣📷 Tarta de queso y Oreo. (6,00€) 🔸¡Qué maravilla! Contundente, sabrosa, cremosa, diferente... ¡Muy recomendada! ⠀ 🌟 Local: Moderno y atrevido. Con mesas altas y un segundo comedor para albergar más reservas. 🌟 Servicio: Muy bueno y atento. Nos explicaba uno a uno todos los platos que habíamos pedido.

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