Una experiencia... inolvidable (por los motivos equivocados)
Elegimos el sitio con ilusión, con ganas de probar algo nuevo. Y vaya si fue nuevo. Sorprende (y no en el buen sentido) que a estos precios sirvan comida claramente precocinada. El pollo de la ensalada César, más seco que la mojama en agosto. El pan, de una calidad que ni en las gasolineras de madrugada… pero eso sí, a precio de pan artesanal de masa madre y lágrimas de unicornio.
El Provolone llegó derretido, pero no recién salido del horno, sino más bien como si hubiese pasado un rato en el microondas del personal. La masa de la pizza estaba algo cruda, aunque agradecemos la originalidad de ofrecerla “a medio hacer”. Lástima que no pudiésemos terminarla… por respeto a nuestro paladar.
La carne, de esas que se te hace bola y necesitas más fuerza de voluntad que apetito para terminarla. Los espaguetis carbonara, duros pero no "al dente", más bien “al cemento”. La salsa, todo un homenaje a la cocina industrial de bote.
El servicio, desorganizado hasta el punto de parecer un experimento social. Mesas sin montar del todo, entrantes servidos sin platos ni cubiertos, y platos vacíos que se quedaron con nosotros más tiempo que algunos ex. Los camareros iban con platos en mano como si estuvieran jugando al escondite con las mesas. Y para rematar, sirvieron una pizza, y los otros dos platos llegaron después de dos reclamaciones y un buen rato de suspense.
¿El postre? Tardó más de 20 minutos, quizá estaban esperando a que madurara la fruta en cocina. Para cerrar con broche de oro, la cuenta vino con errores y, en lugar de disculpas, recibimos resistencias para corregirla. Casi como si nos hicieran un favor por atendernos.
En resumen: si tienes hambre, cariño por tu tiempo y algo de respeto por tu dinero, este no es tu sitio. La Burratina no es un restaurante, es una trampa para incautos. Un festival del desconcierto gastronómico con precios de autor. Hay cadenas de comida rápida a escasos metros que ofrecen una experiencia más digna. Literalmente, cualquier otro sitio del Nassica es...
Read moreEncontramos este restaurante por sorpresa, ya que íbamos a ir a otro italiano , pero al haber que hacer cola en todos los restaurantes, decidimos ir a este ya que la espera sería de 10 minutos.
Un local bonito y bien ambientado, con música italiana de fondo, los camareros muy simpáticos , pedimos varios platos , el gnocchi si que es cierto que no me pareció nada del otro mundo , he probado muchos en Italia y este era normalito. La pizza si me recordó a las que comí en algunas regiones de Italia, estaba muy buena , a pesar de no estar muy cargada de ingredientes, otro pero en cuanto a la pizza , es que la masa era demasiado fina, por lo que no se aguantaba y al cogerla se desmoronaba todo.
La carta a pesar de la que tener un poco de todo, no tenía mucha variedad en cuanto a pizzas o pasta, se echaban de menos ciertas especialidades.
Los puntos positivos fueron la amabilidad del servicio , la calidad de los ingredientes ,el sabor de la pizza, la ambientación, el local en si, el horno de piedra , donde además puedes ver a los cocineros elaborando las pizzas.
Lo negativo fue lo lento que fue el servicio, no tardaron mucho en tomarnos nota, pero el primer plato tardó mucho, había pasado una hora entera desde que nos sentamos y recibimos el segundo plato, del primer plato al Segundo pasó casi media hora. El punto a favor es que nos pidieron disculpas al marcharnos por la lentitud.
Por otro lado tratan de cumplir las normas anti-COVID, pese que en frente nuestra había un grupo de irresponsables de unas 10 personas, cuando el máximo son seis en este momento.
Le iba a poner 4 Estrellas de cinco, pero la extrema tardanza en el servicio y el precio de cada botella de agua, más la permisividad a la hora de permitir que se junten 10 comensales en estos tiempos hacen que tengan cosas que mejorar.
Lo más destacable sus ingredientes frescos y el sabor de sus pizzas (adjunto foto del grosor de las mismas).
Quizá le demos otra...
Read moreLes pongo una estrella porque no se puede poner menos. Al ser día entre semana hemos decidido pedir menú. Hay dos menús, el barato y el caro. Los entrantes son iguales pero los segundos cambian. La lasaña del menú caro dejaba mucho que desear, era un trozo de pasta minúsculo en medio de un plato rebosante de tomate, sin apenas relleno. El resto de menús que pedimos eran pizzas. Nos empiezan a traer las pizzas y una de ellas empieza a oler muchísimo a quemado, pero no sé veía quemada la pizza. Empezamos a comerla y sabía muchísimo a quemado, era incomible del sabor que echaba. Se lo decimos a la camarera y después de insinuar que ya antes otra familia se había quejado del sabor a quemado, decide cambiarnosla. Después de un ratazo cuando ya el resto de la familia había acabado de comer, nos traen de nuevo otra pizza y empezamos a comerla e igualmente, seguía sabiendo a quemado, mucho menos que la anterior, pero no era un sabor agradable para comer. Se lo volvemos a comentar a la camarera y nos dice que el horno está limpio que es que están haciendo hoy muchísimas pizzas pero que si queremos que nos hacen otra pizza. Le comentamos que ya no queremos más pizza, que ya es muy tarde y ya han terminado las demás personas de comer y no tenemos gakas de volver a comer otra pizza quemada. A todo esto, si eran 6 menús, siempre traían 5 menús juntos y siempre había una persona que tenía que esperar otros 10/15 minutos a que le trajesen el entrante, o el segundo plato o el postre y cuando lo traían ya estaba frío. Entramos a comer a las 2 de la tarde y hemos salido dos horas más tarde para un menú del día. El servicio lento, la atención pésima y con mala cara después de quejarnos por el mal gusto de la pizza, que no es excusa el hecho de que la gente hoy este pidiendo pizza, que es lo que se espera en un restaurante italiano donde lo...
Read more