Casa Rober — Restaurant in Gijón

Pésimo servicio. Solíamos ir a este establecimiento hasta hace poco, ya que la mayoría de los camareros y del personal en general, son unos mal educados y te atienden pésimamente.

Las veces que comimos allí siempre nos decepcionó, ya que la comida estaba dura, en mal estado, cruda, etc. Además de que intentan vender comida (por lo general pescado) en mal estado.

Numerosas veces de las que hemos estado allí, nos han levantado de la mesa (estuviésemos comiendo o no). La última vez que entramos Ilegamos a las 2:15 y nos sentamos en una mesa adentro del local al lado de la máquina de tabaco,la cual estaba vacía y sin mantel, y llegó el dueño y nos dijo "levantaos que necesito la mesa" (en un tono de desprecio), puso el mantel para que no nos sentasemos y estuvimos allí una hora más pero en la barra. En esa hora nadie se sentó en dicha mesa e incluso quitó el mantel. Estuvimos comentando lo que habían hecho, y el dueño se metió en la conversación y nos trató como si fuésemos basura. Salimos de allí casi llorando por el pésimo servicio que nos habían dado el dueño y un camarero.

Además de la limpieza, ya que el aseo de mujeres está sucio y suele no haber papel (a esto, los camareros te dicen que te limpies con papel de aluminio) e incluso hay veces en las que el retrete está atascado y nadie hace nada. Hay veces que nos hemos encontrado con algún insecto o roedor. Además de en el baño, el local en general y los camareros tienen aspecto sucio, y hemos visto varias veces que un camarero ha estornudando encima de los platos.

El personal se dirige a muchos clientes con insultos, motes de mal gusto, desprecio, asco, etc. Y te tratan como si no fueses a pagar por la consumición.

Es, con diferencia, el peor establecimiento al que he ido en mi vida. No lo recomiendo en absoluto.El trato, la comida, la limpieza, todo es horrible en ese lugar. NO vayáis. No pongo menos estrellas porque...

Aunque la comida estaba buena la puntuación va dirigida al trato de los camareros, que se portaron como unos auténticos maleducados, exceptuando la señora que nos trajo la cuenta, que se portó de forma correcta.

Por lo demás nada más llegar, el sitio estaba a rebosar y cuando preguntamos si había mesa disponible nos dijeron de forma muy seca que solo había dentro. Tampoco nos importó porque lo que queríamos era cenar decentemente.

Al sentarnos apareció otro camarero que nos trató de forma bastante desagradable cuando al pedir una botella de sidra y traernos una carta, física (en los tiempos de Covid que corren, nada de código QR ni una triste hoja de papel desechable) pedimos dos tapas: pastel de cabracho y unas croquetas. Tambien teníamos pensado pedir lacón a la gallega pero al decir "lacón" nos gritó de una forma despreciable "¡¡NO!!". En vez de decir de forma educada "no me queda" o haberlo avisado antes.

A los pocos minutos pedimos una tercera tapa: patatas 3 salsas, y nos trajeron el pastel de cabracho y las patatas, pero las croquetas no aparecían y le dijimos "perdona, hemos pedido también unas croquetas, por si se te ha olvidado" puesto que trajeron cosas que pedimos posteriormente antes y el señor ni corto ni perezoso se ofuscó y haciendo aspavientos dijo "que nos esperasemos, que saldrían cuando estuvieran hechas". Sinceramente no creo que unas croquetas congeladas tarden mucho en freirse y aunque así fuera, reitero que el trato que nos dió fue de un energúmeno.

Además de eso, nos ponían sidra sin que nadie se la pidiera, ya abierta y no quiero ni imaginarme la reacción de este personaje si le hubiéramos dicho que no la queríamos.

Como digo, la comida decente, sin tirar cohetes, la sidra aunque también decente bastante floja y el trato...

Cómo trabajadora de hostelería que soy y por respeto a esta profesión nunca compartiría una opinión de estas, pero es que no puedo menos por lo vergonzoso de la situación. Doy una estrella y no menos en primer lugar no se puede y en segundo porque a la comida no le podemos poner ninguna pega. Ayer nos juntamos en Gijón por casualidad 3 parejas de amigos, una de ellas con un niño. Nos decidimos por ir a comer un rico cachopo y no conocemos mucho la zona por lo que decidimos ir a este lugar ya que una de las chicas ya había estado en una ocasión y le gustó mucho. Nada más llegar ya empezaron los problemas ya que uno de los camareros dijo que la reserva estaba hecha para 6, de una manera muy soberbia, y no se paraba ni a hablar con nosotros, según pasaba soltaba sus comentarios con muy mala educación. El niño no sería problema porque se sentaba encima de uno de nosotros y comía perfectamente. Luego cuando le pedimos los platos no se ya cuántos peros nos sacó, que cada uno es libre de pedir lo que quiera digo yo. Llegó la hora del café y del postre. Nos tomo postres mientras retiraba los platos de la mesa y se fue sin haberlos tomados todos. Cuando los postres un compañero pidió un café con leche que nunca llegó por lo que pedimos la cuenta y nos fuimos a otro sitio a tomar café en plena plaza mayor en la que los cafés estaban muy ricos por cierto. Dicho esto, la comida exquisita pero creo que no volveremos a probarla nunca ya que el trato fue deplorable. Los camareros a veces tenemos mucho que aguantar pero en todas las profesiones hay días malos y no los pagan con los clientes que no tienen...