El Arca de Noé — Restaurant in Gijón

Me da mucha pena poner esta valoración pero ha sido una situación surrealista. Fuimos a comer guiados por las valoraciones y pedimos cabracho, embutidos y un pincho. De primeras, la camarera nos tomó nota de la bebida, pero nos dijo que para la comida ya volvería. Tardó unos 10 minutos en servir la bebida y 15 más en tomar nota de la comida, mientras veíamos como servía a otros clientes que recién entraban. Cuando por fin trae la comida, trae un paté que claramente no es cabracho. Partí un pequeño cachito, lo olí y me levanté a la barra a decir que se habían equivocado. El camarero metió en plato en cocina y salió riéndose y diciendo "ahora te lo cambia". La situación ya era rara, pero me encuentro que la camarera no me cambia el plato. Me vuelve a sacar el mismo, con el cachín de paté que partí "repegado" al troncho de paté,  con incluso los picatostes removidos. El mismo plato literal. Como si fuera imbécil. Lo probé y ese sabor era muy fuerte y correspondía con el otro paté que sirven, centollo. Lo comento amablemente cuando vuelve y me dice arrogante: esto es cabracho. Digo mira, lo siento, llevo toda mi vida comiendo cabracho. El color, olor textura... no es cabracho. Me responde arrogante: si es cabracho. Le muestro una misma foto de las valoraciones del bar, en los que se ve que el cabracho que ellos mismos sirven tiene otro color más anaranjado y otra textura. Que no, que es cabracho. Le dije que perdona, pero quería hablar con el responsable de cocina. La mala suerte de que llevo toda mi vida comiendo y haciendo cabracho y que soy alérgica al marisco. Al probar ese troncho de color oscuro y con sabor fuerte, me comenzó a picar la boca. O era marisco o estaba terriblemente malo y deteriorado. Si algo en un bar pica, peligro. En lugar de venir el dueño, un chico que andaba por el bar de pelo largo rizado, se ponen a cuchichear de espaldas a mi. En lugar de volver el dueño a pedir disculpas,  vuelve ella desde cocina con un embase viejo de cartón y dice: ves? Es cabracho. Lo miro y digo: mira perdona, pero esto podría ser de cualquier cosa. Finalmente cede y me dice... es cabracho, pero si quieres te lo retiro... No me lo cobraron, pero dio la mala suerte que me dio alergia (era centollo) y me acerque en la plaza de al lado que tienen una hermosa tienda de la marca del paté que sirven, en la que pude cercionarme de que efectivamente, no era cabracho.. Han jugado con la salud de una persona y se han reído de ella de una forma basta. Simplemente si sale y me dice de primeras que lo siente y no queda cabracho, no pasa nada. Pero volver a sacar el mismo plato, la dejadez del dueño, el camarero riéndose de mi, el dueño que ni se digne a hablar conmigo y le diga a su empleada que me traiga un cartón falso, de otro paté... increíble . Una lástima porque el resto de la comida estaba rica y algo que podría haber sido una valoración estupenda se ha convertido en una posible denuncia porque al día siguiente acabé enferma en el hospital porque...

No me gusta publicar reseñas negativas, pero en esta ocasión me veo en la obligación de hacerlo. Si quieres picar algo de tapeo tranquilamente mientras te tomas tu consumición, este no es tu sitio. El ritmo caribeño del personal o el pasotismo que hemos vivido hoy un grupo de amigos y yo, no ha sido normal, asiq lo de tomar algo tranquilamente ha pasado a segundo plano… Hemos tenido que pedir sillas para poder sentarnos en la terraza en varias ocasiones (sin recibirlas, unos señores muy amables que se iban del establecimiento nos cedieron las suyas), hemos tenido que dirigirnos a la barra para pedir nuestras consumiciones (cuando había un camarero en la terraza que ni siquiera recogió las consumiciones de los clientes anteriores), a las 15:15 nos decidimos en picar algo a pesar de estos pequeños detalles. Nos dirigimos a la barra y pedimos lo que queríamos picar (unas tostas y unos bocadillos, vamos… nada elaborado, algo que se hace en 15 mins si me apuras), para nuestra sorpresa, nos empiezan a servir a las 16:15, recalcando al camarero que faltaban por servir un bocadillo y una tosta. Pasados 5 minutos llegó el bocadillo, pero no la tosta, esperé hasta las 16:30 y me dirigí dentro del local para preguntar por mi tosta, que OBVIAMENTE la cocinera no sabía ni que la tenía que hacer, les avisé para que no la prepararan y les felicité por el pésimo trato vivido hoy, tras esperar una hora y cuarto a que llegará la comida, al final me tuve que ir sin comer. Otro detalle que no me gustó es que ante mi queja, el camarero me respondió con un: si no hubieseis pedido a las 16:00 la comida… cosa que es MENTIRA, ya que las comandas se pidieron a las 15:15. Entiendo que un domingo se sol puedan estar saturados, pero no puede ser que unas tapas o comida de este estilo tarden en salir mas de una hora,...

Nos sentamos mi pareja y yo en la terraza a las 22:20h. diciendo que queríamos cenar y la camarera nos comentó que no podía ser que la cocina cerraba en 10 minutos. Nos extrañó un poco pero le indicamos que aunque fuera una tabla de quesos algo rápido y nos lo negaron con lo que nos tuvimos que ir. Desde el restaurante de al lado, a los pocos minutos, vimos para nuestra sorpresa, como otra pareja se sentaba en la misma mesa y les servían una tabla de quesos. Muy indignada entré al local para reclamar el motivo y una de las camareras muy prepotente me indicó que era de otra mesa anterior a nosotros y le dije que eso era mentira ya que habían llegado después de nosotros. Luego intentó recular que era una tabla de otra mesa que al final no se sirvió y se lo pusieron a ellos. Me quejé diciendo que ese trato era muy inadecuado y muy feo y que no era normal actuar de esa manera después de despacharnos así sin cenar. La otra camarera que servía la terraza se disculpó dándome la razón. Acaso nos trataron diferente porque íbamos con nuestro perrito?. De vergüenza. En el restaurante de al lado “la pequeña vermuteria” a pesar de toda la gente que tenían, nos dijeron que nos atendían sin problema si esperábamos un poco y todo estupendamente y muy amables. Veníamos a menudo al arca de Noé pero ya no pensamos volver después...