Fabulous. A lovely dining room with linen tablecloths and napkins, a warm welcome from professional staff. Gorgeous fresh bread rolls. The menú de fin de semana was excellent value for such a gastronomic treat. We started with a silky, smooth, chilled almond soup with just the right amount of garlic and fresh grapes to garnish - simply divine. Accompanied by a crisp and fruity Rueda. Then the salpicón, fresh and zingy and not too much. Followed by hake with prawns cooked to perfection and seasoned perfectly. (Andrew had scrumptious, melt in the mouth lamb) Puddings were also delicious and no sign of that ghastly squirty cream you get everywhere else. We will definitely go back. We loved it 😘 ¡Estaba...
Read moreIt was an overcast summer day and we dared to reserve an INSIDE table. The dining room was proper and had a totally different vibe than the terrace seating. Luckily the had the windows open to allow for the breeze to circulate. We shared a modern and refreshing 'salpicon de bonito' to start followed by a very good classic 'Arroz con Bugavante'. We already have a mental list of dishes to try because from glancing at the nearby tables they we devouring their calamares, cheesy centollo spread w toasts, baked whole fish, fabada, and more. Absolutely...
Read moreTrato patetiquisimo. Resulta que nos sentamos en la terraza para cenar con nuestro bebé de 6 meses, con tan mala suerte que nada más sentarnos se nos hizo caca, con lo cual, yo fui al baño para comprobar si había cambiador y para mi sorpresa no había, por tanto, sólo nos pedimos una ración de calamares para comerlo rápido y marchar pronto para cambiarle. Terminamos de comernos la ración y les pedimos la cuenta, cosa que no les hizo mucha gracia por tan sólo haber pedido eso, ya que nos pusieron malas caras. Tras media hora pidiendo la cuenta como 5 o 6 veces y seguían sin traerla y nosotros con la prisa de irnos a cambiar al niño, mi marido decidió preguntar si podía cambiar al niño ahí y la respuesta de la camarera fue un SI. Pues a los 2 minutos cuando ya estábamos cambiando al peque nos dice la misma camarera que no sé podía y lo dejásemos ya, a lo cual la respondí que llevábamos un buen rato esperando la cuenta que nos teníamos que ir a cambiar al niño ya que encima ellos no disponen en su local de cambiador. Tras todo esto nos vienen con la cuenta en la cual nos cobraban el pan que ni siquiera lo pedimos y ni lo tocamos, les dijimos que el pan no se lo íbamos a pagar. En total por una de calamares y dos cervezas fueron 28 euros, carisimo, para lo mediocres que eran los calamares, pagamos con 30 euros y nos devolvieron los dos euros en monedas de 10 y 20 céntimos, experiencia mala no, fuera de lo normal, parecía que nuestro bebé molestada. Una auténtica falta de profesionalidad. No lo...
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