La Esquinita de Javi y Pablo — Restaurant in Granada

Mi valoración sobre "La Esquinita de Javi y Pablo", un restaurante especializado en pescado y marisco, lamentablemente esta vez se inclina hacia el lado negativo tras una mala experiencia la noche del 2 de agosto de 2023. Hasta la fecha, he sido un cliente frecuente de este establecimiento, disfrutando de sus platos con familia y amigos. Aunque debo señalar que algunos platos, como las raciones de calamares, son para evitar, otros como las gambas fritas o las tapas que se sirven con las bebidas, son en general agradables. La relación calidad precio por otro lado es aceptable, sin más.

La noche en cuestión comenzó con algunos contratiempos, incluyendo un vaso manchado con carmín y un servicio bastante caótico a pesar de que la zona interior estaba prácticamente vacía a esas horas. Estos factores ya empañaban nuestra estancia, pero lo que sucedió más tarde agravó la situación.

Una vez informados de que la cocina iba a cerrar, solicitamos un momento para elegir los postres. Sin embargo, sin previo aviso nos sirvieron una ración de seis croquetas, sin mediar palabra. Aunque nos sorprendió, agradecimos el gesto y lo interpretamos como un detalle de última hora para compensar los problemas previos. El problema surgió cuando la persona que parecía ser la responsable del área interna del restaurante, llegó a nuestra mesa para informarnos, en un tono reprobatorio, que esas croquetas no eran para nosotros sino para otra mesa. Y continuó diciendo, cito textualmente, "Pero no pasa nada, ¡Os lo apunto!". A pesar de expresar nuestro descontento de manera calmada pero firme, se marchó sin más sin mediar palabra. Al comentarlo a la hora de recibir la cuenta, el camarero insistió en que él nos había preguntado si queríamos la ración de croquetas, asegurando, aunque nosotros no recordamos tal conversación.

Lamentablemente, este incidente les ha costado varios clientes, incluyéndonos a nosotros. Además quiero aclarar que hubiésemos estado dispuestos a dejar una propina adecuada para compensar el error, si hubieran manejado la situación con profesionalismo y cortesía. Por lo tanto, mi consejo sería darle esquinazo a este lugar si buscas un servicio agradable y eficiente para...

ACTUALIZO RESEÑA: fuimos el sábado a comer con la familia. El camarero frío y arisco. Nos trae 3 tercios a la mesa porque le habíamos pedido “cerveza” y no “caña”, es cierto que nos lo cambio, pero prometo que es la primera vez que en el comedor de un restaurante a la hora de comer pido una cerveza y me traen un tercio, pero ojo, seguimos para bingo… Pedimos varios entrantes y un par de platos en los que en la carta especifican que no llevan gluten, ya que dos comensales eran alérgicos al gluten. Nos llega un plato de ensaladilla con pan. Le pedimos al camarero que la cambie porque la habíamos pedido precisamente porque no llevaba pan (según su tabla de alérgenos), después de tener que explicarnos durante un rato “acepta” que es error suyo. Al rato vuelve a la mesa diciendo “habéis pedido más platos con gluten, ¿esos también los vais a devolver a cocina si los traigo?” Alucinando le respondemos que sabemos lo que hemos pedido y que las personas celíacas tienen platos específicos para ellos. El camarero fue muy maleducado y sus comentarios estaban fuera de lugar.. Tardaron mil en servirnos las bebidas, cambiarnos los platos y tomarnos nota para el postre, claramente no podían abarcar la cantidad de comensales que tenían. Esquinita de Javi “y Pablo” un mal día lo tiene cualquiera, pero los modos y modales van por delante hasta en días malos. Os quito tres estrellas.

PRIMERA RESEÑA: Un local perfecto para cualquier ocasión. Los boquerones, almejas, mejillones y el pulpo en su punto. La atención de Camilo de 10. Habíamos estado en otras “esquinitas” y esta está a la altura. El chupito del finaaaaal, buenísimo para cerrar con...

Estuvimos casi 30 personas con un menú cerrado. En general la comida y las cantidades muy bien, pero la redacción de la oferta del menú era muy confusa, ponía menú a compartir para cada 4 personas y un plato principal a elegir. Lo que no aclaraba era que ese plato principal había que decidirlo cada 4 personas, lo que obligaba a las 4 personas que estuvieran juntas a decidir qué plato comer. Nunca he visto un menú cerrado de esa forma. El encargado vino amablemente a explicarlo y me comentó que era lo que habíamos acordado y que ahí estaban para vender. Pues que me disculpen, pero ya he averiguado que 2 días antes de llegar avisaron a la persona encargada de nuestro grupo que el menú era de esa forma peculiar, por tanto es evidente que no estaba tan claro y que no fue una negociación, fue una imposición por un error en su forma de redactar los menús concertados. Y el comentario de que ahí están para vender... pues vale, pero creo que también están para dar un buen servicio al cliente, y ese no lo fue. Finalmente, en el menú cerrado también ponía que los postres eran caseros, y no, fueron 4 postres helados para 4 personas, y los cuatro igual de insípidos, así que si nos ceñimos a lo que estaba escrito ahí tampoco lo cumplieron. Al final la sensación que quedó no fue agradable, incluso para las propias camareras, que tenían que explicarnos de manera bastante tosca que había que decidir el menú por cada cuatro, y provocaba confusión y momentos incómodos para todos. O mejoran la redacción de sus ofertas (y que luego cada uno decida si tomarlo o no) o dejan de usar esa estrategia tan...