La Mafia se sienta a la mesa — Restaurant in Granada

La mafia se sienta a la mesa para “mafiarte” con un servicio decepcionante, mediocre y raquítico. Hemos tenido la mala suerte de tener nuestro almuerzo de Navidad en el peor de los lugares posibles en Granada. La impuntualidad fue total. La sala que nos pusieron era pequeña para el grupo. No tenían espacio siquiera para servir los platos. No estuvieron a la altura de un servicio mínimamente digno y profesional. Es imposible hacer de la experiencia de la comida un momento tan desagradable como lo han hecho en La Mafia de Granada (calle Trajano). Para atender a un grupo de 25 personas apenas pusieron a un chaval. Una gestión de miserable calidad. Se les pidió una mesa adicional y dijeron que no tenían más. Todo por hacer caja a cualquier precio dando un servicio tan nefasto como chapucero. No estuvieron a la altura de las circunstancias y han cobrado por tan mala comida y pésimo servicio y atención. El almuerzo estaba acordado para las 15:00 horas pero no comenzaron a servir los entrantes hasta pasada las 16:00 horas. Una demora tan absurda como inaudita. A pesar de haberse contratado el servicio de bebida ilimitada había que está pidiéndola a cada rato. La servían a cuenta gota y a regañadientes. No hubo buena atención y el mal rato lo tienes asegurado. Nos han “mafiado”. Se supone que estaba “reformado” de hace un par de semanas, pero en el servicio de caballeros había un orinar averiado. La limpieza dejaba mucho que desear. Ante el accidente que tuvo el camarero derramando una copa de cerveza sobre mi mesa en vez de secarlo lo que hicieron fue ponerle papel encima para que se quedara todo empapado ahí: Una guarrada. Al retraso en el servicio de la comida hay que añadirle que estaba fría. Un servicio caótico y poca cantidad para el grupo. Nos pusieron para 4 personas una bandeja sólo con 3 esferas de arroz crujientes. O sea, cada 4 personas se debían rifar una de las 3 que pusieron. El menú incluía la burrata italiana que nunca sirvieron: Una mentira. Y como si todo lo anterior fuera poco para más inri se le añade el hecho que no comenzaron a servir los postres hasta las 19:00 horas. El menú ofertado era para elegir entre “panna-coco-tta” y “tarta de queso”. ¿Se pueden imaginar lo que se atrevieron a hacer? Nos pusieron otros postres y encima para compartir para cada 4 cuando se les había pagado para que cada uno pudiera elegir su postre entre los ofertados. Otro engaño. El menú dice incluir un pan rústico por persona pero tampoco nunca lo sirvieron: Publicidad engañosa. Su servicio no se pone menos de 1 estrella porque no es posible pero ya 1 le queda muy grande. En resumen, la falta de profesionalidad, la mala gestión en la atención al cliente, la mala calidad de la comida y la burla al tiempo de los comensales hacen que nunca más se quiera ni se permita que la mafia se siente en tu mesa. Son unos mafiosos y mentirosos. Han cobrado por comida que nunca sirvieron, nos ha atendido con negligente servicio y se han burlado de nuestro tiempo.

ACTUALIZACIÓN: No se trata de una experiencia de una persona en particular sino de un grupo de 25 personas.

Lo que dicen sobre el flujo de trabajo en fechas especiales es algo que debieron tomar en consideración antes de aceptar la petición de reserva tanto la nuestra como las de los otros grupos que estuvieron allí el viernes 13.

No es que no se cumplieran nuestras expectativas con la comida sino que lo ofertado en su publicidad no lo cumplieron. ¿A dónde se llevaron el pan por persona? ¿Lo de elegir los postres por cada comensal?

Todo un engaño y nada recomendable. Se les fue diciendo al camarero lo que hacía falta pero él no podía hacer nada si hay demora de 2 horas en la entrega de los platos. Nada más cortar el salmón, por ejemplo, parecía que lo habían traído de Invernalia: fríos y tieso.

Si ustedes no fueron consciente del maltrato y la pésima atención dispensada a nuestro grupo entonces es evidente su falta de profesionalidad y empatía. Nada recomendable su lugar. No somos tontos para repetir...

Nada recomendable después de la experiencia de la última cena:

-Discusiones con el personal a la hora de realizar la reserva porque no querían aceptar 3 menú distintos para un grupo de 12 (a pesar de no mencionar está limitación cuando se llamó la primera vez)

-Una recepción deficiente, al entrar en el local no había nadie en el mostrador de recepción, toda la entrada llena de gente esperando que alguien los atendiese mientras el personal se limitaba a mirar de fondo y murmurar

-Mas de 20 min esperando a que trajeran las bebidas iniciales. A pesar de pedir varias veces que trajeran una jarra más de cerveza para que todos los de la mesa pudieran servirse, nos ignoraron.

-Cambiaron uno de los platos de uno de los menús sin preguntar ni informar a los comensales, algunos miembros del personal no lo sabian y estuvieron discutiendo al lado de la mesa

-Se negaron a servir ningún tipo de vino de acompañamiento con los postres, no avisaron de que no se servirían más bebidas una vez retirado el plato principal, independientemente de que hubiéramos pagado el extra por bebida ilimitada

-Los platos principales llegaron a la mesa pasadas las 12 de la noche, nuestro grupo se sentó a la mesa a las 11 menos veinte.

-Camareros que no paraban de asomarse a unos metros de la mesa y quedarse mirando cuchicheando esperando que nos fuesemos.

-No descontaron de la factura final el dinero de la fianza. 10 días después y habiendo llamado varias veces siguen dando largas.

En definitiva, un 2 porque nadie se intoxicó con la comida pero no es una experiencia como para volver...

La experiencia un desastre. Es el segundo año que vamos a celebrar una cena de navidad. El primero estuvo bien, pero este ha sido un desastre en todos los sentidos.

Reservamos para las 10:30, pero nos dejaron entrar más tarde y tuvimos que estar esperando en la calle, pasando frío.

Cuando entramos tardaron en servirnos. Empezamos a comer más tarde de las 11:00, y aunque teniamos bebida ilimitada tardaron en servirnos esta. Además, pese a no habernos avisado de que no se servía bebida en el postre, y habiendo pedido esta teniendo aún los platos principales en la mesa, no nos dejaron pedir nada.

La comida no era demasiado buena, poca cantidad en los entrantes, el risotto muy pasado y pegado a la fuente y pusieron seis sardinas para cuatro personas. Pese a tener pedido el menú, cambiaron los ingredientes de una ensalada, sin preguntar, porque ya no les quedaba para nosotros.

Los principales los empezaron a traer casi a las 12:00, y tras poner el postre, casi sin probarlo, nos dieron a entender que tenían que cerrar, y empezaron a retirar las bebidas de la mesa. Cuando pusieron el postre, en todo momento estaban intentando meter presión para que nos fuesemos, casi sin darnos tiempo a comer con tranquilidad.

La cena podría haber estado bien, pero el servicio ha sido pésimo para el precio que...