El Bodegón — Restaurant in Guadalajara

[Update 29/07/2025] ¡Una Experiencia Inolvidable en Bodegón del Sancho! Una vez más, mi visita a Bodegón del Sancho en Guadalajara ha sido absolutamente excepcional. Como cliente habitual y agradecido, no puedo dejar de destacar la calidad insuperable de sus productos. Desde los entrantes hasta los postres, cada plato es una explosión de sabor, elaborado con ingredientes frescos y de primera categoría que se nota en cada bocado. Pero lo que realmente distingue a este restaurante es la atención del personal. Siempre amables, atentos y profesionales, hacen que cada visita sea una experiencia acogedora y placentera. Quiero hacer una mención especial, como siempre, al maître Carlos. Su profesionalidad es impecable, y su simpatía y amabilidad con los clientes son verdaderamente admirables. Carlos tiene un don para hacer que uno se sienta como en casa, anticipándose a nuestras necesidades y siempre con una sonrisa. Su presencia eleva la experiencia gastronómica a otro nivel. ¡Gracias, Bodegón del Sancho, por mantener siempre este altísimo nivel! Ya estoy deseando mi próxima visita.

[Update 13/04/2025] Visitamos recientemente este restaurante y quedamos absolutamente encantados con la experiencia. La comida fue exquisita, cada plato que probamos estaba preparado con ingredientes frescos y de alta calidad, y se notaba la dedicación y el cariño en cada elaboración, una verdadera delicia para el paladar. Desde los entrantes hasta el postre, todo fue impecable. Sin embargo, nuestra experiencia se elevó aún más gracias a una persona en particular: Carlos, el metre. Su profesionalidad, amabilidad y atención al detalle fueron excepcionales. Desde el primer momento, nos hizo sentir bienvenidos como siempre ya que le conocenos desde hace años y se aseguró de que tuviéramos todo lo que necesitábamos. Sus recomendaciones fueron acertadas y supo anticiparse a nuestras peticiones con una sonrisa. Su pasión por su trabajo es excelente y contribuyó enormemente a que nuestra visita fuera memorable. En resumen, este restaurante es un lugar altamente recomendable si buscas una comida deliciosa en un ambiente agradable y si tienes la suerte de ser atendido por Carlos, tu experiencia será, sin duda, inolvidable. ¡Volveremos!

Gracias Carlos, tu profesionalidad y entusiasmo hizo que cambiará mi anterior puntuacion...

Aún recuerdo cuando me dió por verme tooooodos los capítulos de Pesadilla en la Cocina de Alberto Chicote. Y recuerdo con exactitud su visita a “El Bodegón de Sanchó” en Guadalajara, de donde os traigo mi Reseña.

Nada más llegar todo me recordó a dicho capítulo: La terraza exterior, local, personal.. hasta me crucé al mismo Abraham (dueño del local con quien lamentablemente no pude sacarme una foto porque cuando acabé de comer ya se había ido) que sigue con su entonación característica jaja

Entrando en materia, ya dentro en El Bodegón me senté en el comedor donde se pide a la carta. Había un Menú del día bastante llamativo (17-18€ si no recuerdo mal) pero preferí ir por libre. Encontramos un elegante espacio con bastante personal siempre pendiente y sobre todo quiero destacar, entendidos de la carta, tanto al preguntarles información como al pedir sugerencias. En cuanto al servició me gustó bastante.

La carta de El Bodegón se compone de Entrantes, Mariscos, Pescados y Carnes. Todo es bastante tradicional y es el típico sitio donde encajan encuentros familiares. Como capricho pedí Gamba Roja Denia y una Ostra, seguido de Navajas, Rabo de Toro y dos postres. Mi impresión general: muy positiva. Con el Rabo me han ganado, las Navajas son de notable y los postres me convencieron.

Echando la vista atrás, la mezcla entre mi curiosidad por descubrir el Restaurante, recrear el programa de Chicote y además comer bien da como resultado una experiencia muy positiva que me deja con ganas de más. El total de la comida fue 55€ yendo yo solo, si hubiese ido acompañado posiblemente hubiese bajado a 30-40€ comensal. Tened en cuenta que pido más de la cuenta para probar más cosas y dar una opinión más completa del sitio.

Es el tercer Restaurante de Guadalajara que visito tras Stromboli (italiano que no me llegó a gustar) y Bureo (otra excelente visita). Comparando Bureo y El Bodegón no sabría decantarme ya que en ambos el servicio es magnífico y la comida cumple con creces las expectativas. La diferencia más considerable es la Cocina, una más moderna e innovadora, otra apostando por lo clásico. De tus gustos depende la elección. Elijas el que elijas saldrás contento, te lo garantizo 😊

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Una experiencia decepcionante, lejos de lo que se espera de un restaurante que pretende ofrecer calidad

Acudimos a este restaurante con la intención de disfrutar de una cena agradable basada en entrecots, acompañados de sus respectivas salsas y solicitando con precisión el punto de cocción de cada pieza. Lamentablemente, la experiencia fue muy por debajo de lo esperado.

Tras una espera considerable, llegaron los platos. Los entrecots que debían estar poco hechos estaban claramente pasados de punto, mientras que los que se solicitaron al punto estaban excesivamente cocinados, con una textura seca y dura, similar a la de una suela de zapato. Las salsas, lejos de aportar valor al plato, presentaban un aspecto poco apetecible: cortadas, extremadamente líquidas y con un preocupante exceso de aceite en la superficie. Ante este panorama, preferimos no probarlas.

Las guarniciones tampoco ayudaron a mejorar la impresión general: patatas congeladas, insípidas y claramente de preparación industrial, muy alejadas de lo que cabría esperar en una cocina que aspire a mínimamente destacar.

Uno de los platos fue sustituido tras quejarnos, esta vez con el punto correcto, aunque ya sin salsa, y, sinceramente, sin ganas de seguir comiendo.

El broche final a la experiencia fue aún más frustrante: tras pedir la cuenta, tuvimos que esperar más de 10 minutos y finalmente levantarnos para reclamarla. Al revisarla, detectamos un cargo de 8 panecillos a 1,50 € cada uno, cuando en la mesa éramos solo 6 personas y ninguno consumió más de uno. Un detalle que denota desorganización o, peor aún, falta de honestidad.

En resumen, una experiencia fallida tanto en cocina como en servicio. No lo recomendaría, especialmente considerando la relación calidad-precio y la falta de atención al detalle en algo tan básico como el punto de la carne y la claridad...