Botánico Guadalajara | Restaurante — Restaurant in Guadalajara

We have already been happy customers of Botánico for years, and therefore we celebrated a lunch after our (intimate) wedding at Botánico, for about 30 people. It was a fantastic experience. We were a little bit late to the venue, but the restaurant hosted all the guests and gave them fantastic service at a great spot outside. When we arrived, we were escorted inside for the lunch. Everything was perfect. The quality of the food was just excellent; we received compliments from everyone that attended. The quantity was enormous, with even the biggest eater leaving totally full. The service was great, the setting was beautiful, and I really cannot find a flaw. For the food and service provided, the price was also extremely fair. We will definitely return for our next celebration, and I can highly recommend a group booking to anyone considering Botánico...

Huíd como de la peste!!! Reservamos para comer el 25 de diciembre, Navidad. Para una vez que decido no hacerlo en casa me voy a este ¿restaurante? La verdad es que no se por donde empezar: Cuando llegamos los entrantes ya estaban en la mesa... (vete a saber desde cúando). Habíamos avisado de varias alergias alimentarias y nos aseguraron que podíamos pedir para esa persona cualquier plato de la carta. Pues no señor. No solo no pudimos pedir nada adicional, si no que además no tenían control alguno (los entrantes que iban a servir sin alérgenos, los sirvieron con alégenos.... muy profesional, sí, como para fiarte. Las alergias son una cosa muy seria, señores, ¿hasta que no pase una desgracia no os vais enterar?). Nos tuvimos que conformar con darle el menú infantil (genial, en Navidad). Además ponían en duda lo que nos habían dicho por teléfono (por 3 veces, en 3 días distintos) y se encaraban con nosotros. Yo no tengo porqué mentir, oiga. No nos levantamos porque nos quedábamos si comer. Imaginaos intentar razonar con un señor estresado y borde, con un gorro de Papá Noel ridículo... (parecía un personaje de Twin Peaks) y luego aún querían quedar bien porque lo habían solucionado con el menú infantil ... vamos hombre. Cuando nos trajeron el pan íbamos por el segundo plato. Fenomenal, así engordamos menos. Los villancicos de ambiente era para ambientar el vermú de los del pueblo de al lado, porque estaba tan alta que no oía a la persona sentada junto a mí. Al pedirles que la bajaran, el figura va y gira el altavoz. Genial, punto para el caballero. Alguno de los comensales (pobrecillos ellos) pidieron canelones. Imagino que con el ruido el camarero entendería "canalones", porque eso era lo que sirvieron exactamente. Yo he visto bajantes de agua de pvc más jugosos que lo que nos sirvieron. Y si ofertan un menú cerrado, con unos vinos determinados y unos postres concretos (según su carta de menú de Navidad) pues nos pusieron los vinos y los postres que les salieron de los "canalones". De eso no nos quejamos, para qué, para dilatar más el horror que estábamos viviendo... mejor acortar y salir por patas a tomar un café a un sitio normal (sólo pedía que fuese "normal"). Y cuando tuvimos que usar el baño para discapacitados, ¡sorpresa! no está operativo, pues lo usan de almacén. Otra genialidad más. En fin, que de verdad, que hay muchos sitios en Guadalajara, pero a este ni se os ocurra. Avisados estáis. Luego no os quejéis. O sí, que estaréis en...

Desconocía este restaurante, pero gracias a un amigo que tocó el pasado viernes en el concierto de Jazz, y que fuimos a verlo, reservamos para cenar. Nosotros vivimos en una población a 15 minutos y nos encanta el Jazz, es por eso que no nos dio ninguna pereza. Si bien a la entrada me sentí un poco molesta porque nos ubicaron en una mesa en la que no veíamos absolutamente a los músicos, no hubo problema en que nos re-ubicasen en otra mesa en la que estábamos mas cómodos. Cierto es que el maître, nos reconoció que como no nos conocía habían ido ubicando las reservas como mas o menos entendían ellos, comprensible por otra parte. Tras tomarnos las bebidas, la verdad que tardaron mucho en tomarnos la comanda y tuve que pedirles por favor que nos tomasen nota, así que con rapidez nos atendieron. Comenzamos con una ensalada de tomate con ventresca y decorada con pamplinas, que mezclado con el resto, en boca daban una textura y sabor muy diferente y muy rico, por cierto.(nunca las había probado y el maître, me explicó muy amablemente lo que eran) Seguimos con unos chipirones que, aunque no estaban crujientes como rezaba la carta, es cierto que estaban mas que deliciosos. Para terminar, elegimos unos tacos ciudad Juárez, que la verdad, estaban bien colmados y con un delicioso y sabroso relleno. De postre, la tarta de chocolate, con bola de helado que si bien, para mi gusto y por el coste del postre, deberían reconsiderar el servir una porción un poquito mas grande, el sabor y textura de la tarta era muy bueno. Presentaciones de los platos al detalle, servicio inmejorable por parte de los camareros de sala. Decoración del local muy coqueta y con clase. Como sugerencia, cambiaría las servilletas de papel por servilletas de tela. La oferta de fines de semana con Jazz, le da un atractivo especial, lástima que en un local con ésta clase, teníamos detrás una mesa que no nos dejó disfrutar muy bien del concierto, con su comportamiento irrespetuoso hacia los músicos y los demás comensales, dirigiéndose entre ellos a voces, como si de una tasca de pueblo se tratara y sin dejar de pasar y repasar por delante durante la hora y media larga que duró la actuación. Espero que esas personas lean esto, mediten y cambien su comportamiento de acorde al entorno en el que se encuentran. Quiero aprovechar para reseñar que las expectativas se cumplieron con creces y que nos verán bastantes días mas por...