Desde hace más de cinco años, el restaurante junto a la ría de Huelva se ha convertido en mi refugio gastronómico favorito. Su ubicación estratégica frente al Muelle del Tinto ofrece una experiencia única que combina la delicia culinaria con unas vistas inigualables.
El encanto de este lugar va más allá de su buena ubicación; su servicio rápido y familiar es una verdadera joya. Desde el momento en que entras, te sientes bienvenido por un personal atento y amable que hace todo lo posible para que te sientas como en casa. La calidez y la familiaridad del servicio añaden un toque especial a cada visita.
La cocina del restaurante es simplemente excepcional. La frescura de los ingredientes se refleja en cada bocado, destacando la calidad de los productos locales. Los platos tradicionales de la región se reinventan con maestría, ofreciendo una experiencia culinaria que cautiva incluso a los paladares más exigentes.
Además, la rapidez con la que se sirven los platos es iningrediente más, permitiéndote disfrutar de una comida deliciosa sin sentir que estás esperando eternamente. La eficiencia del servicio no compromete en absoluto la atención al cliente, lo que demuestra un equilibrio perfecto entre rapidez y calidad.
Este restaurante se ha ganado mi lealtad a lo largo de los años gracias a su ubicación pintoresca, un servicio rápido y familiar, y una cocina excepcional. Cada visita es una experiencia que deja una impresión duradera y, sin duda, seguiré siendo un cliente fiel durante...
Read moreEstuvimos en este restaurante hace un mes. Concretamos con el dueño para celebrar allí el noventa cumpleaños de mi suegro, pactamos la comida y un acuerdo sobre bebidas, la copa posterior al almuerzo y el precio de la misma, 5 euros. Llegamos y nos pusieron en un reservado agradable, pero sin calefacción. Al menos, no la pusieron en todo el tiempo que estuvimos allí. La comida no estuvo mal, salvo el foie que resultó ser un foiegras de mala calidad y la tarta. Nosotros acordamos que no llevará chocolate porque había tres personas que no pueden comerlo, sería de crema o vainilla.La tarta, muy pequeña para veintidós personas, además resultó ser de chocolate. El dueño se disculpó diciendo que el cocinero no hacía otro tipo de tarta, aunque no nosotros ya habíamos acordado otra . Terminamos de almorzar y decidimos irnos a la parte del bar para tomar la copa. Nos dicen que eso no podrá ser porque ellos están comiendo y tienen que cerrar. Le dijimos que es lo que hablamos pactado, a el dueño le dio igual, nos dijo que iba a cerrar. Nos fuimos, descontentos, después de haber pagado más de setecientos euros, decidiendo que era un restaurante donde no volveríamos. Falta de formalidad en los pactos y poca atención a...
Read moreLe pongo dos estrellas porque el camarero fue muy agradable y sería injusto no mencionarlo. Fuimos anoche a cenar y estábamos solos en el interior. Las puertas estaban abiertas y empezaron a entrar mosquitos a mansalva. Decidimos quedarnos porque ya habíamos pedido la comida, la cuál, dejó mucho que desear. Pedimos una ración de croquetas para los niños y les pedimos si podían añadir unas patatas fritas y el camarero dijo que por supuesto. Cuando llegaron las croquetas, venían con 4 patatas más contadas y duras y secas, como si fueran de sobra del almuerzo de ese día. Después nos sirvieron una tapa de capricho de bacalao y era un platito con base de esas mismas patatas secas, tomate frito de bote, bechamel de bote y dos trocitos de bacalao escondidos, malísimo. A la vez nos trajeron una ración de lágrimas de berenjena con miel y era un plato de berenjenas en palitos con muchísima miel y además traían un pelo súper largo enredado en la berenjena. La mala calidad de la comida unido a mil mosquitos a nuestro alrededor, hizo que nos fuéramos y no pudiésemos nada más. El señor fue atento pero iba muy lento y sólo...
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