Tenemos aquí uno de los más veteranos restaurantes de la ciudad de Huesca. Fuera de la zona más céntrica y turística, ha sabido mantener año tras año su personalidad sin caer en el abandono o la falta de innovación. Continúas y lógicas renovaciones han hecho que este local se sienta inalterable y a la vez, acorde con los tiempos.

En cuanto al producto, siempre de calidad, ha sabido ofrecer una alternativa a la comida tradicional altoaragonesa con platos y marisqueo gallego, sin perder del todo su vinculación con la ciudad. Es decir, podremos disfrutar de un marisco de primera calidad y a la vez, encargar un ternasco típico de la región. Sirve bien tanto mesas con un rol familiar, como de negocios o amigos. Tanto para el almuerzo como para la comida. Sin descuidar los encargos para llevar, pues las paellas están excelentes.

El personal es atento, cercano, propio de un local familiar. Por supuesto reconocerán a sus clientes habituales y estarán siempre predispuestos con los nuevos. Recomendarán y asesorarán con los platos adaptándose a las necesidades del comensal.

Es recomendable reservar con antelación. Su habitual estado "completo" es su mejor crítica. Además, se agradece que una vez reservada la mesa no hagan esperar al resto de personas a qué quede una libre. Es decir, si bien podría considerarse un aspecto negativo, los comensales agradecerán que en ningún caso se les meta prisa o ningún tipo de presión. Disfrutarán de su mesa y sobre-mesa de principio a fin. En este restaurante no prima la cantidad de mesas servidas sino la comodidad de los clientes que han sabido ser precavidos y reservar con antelación.

Por supuesto, no es un restaurante exclusivo de almuerzos (de los que la ciudad tiene gran oferta) ni tampoco dedicado a las comidas de ejecutivo. Es decir, no esperemos almorzar por tres euros o comer por 10. Los precios son acordes a la calidad del producto, su elaboración y el espacio que se maneja. Sin ser nada excesivo, es entendible que algunas personas esperen encontrarse un precio de bar de carretera para almorzar (con todo el respeto, sus cosas positivas y negativas), y resulta que pagan más de lo que esperaban.

El restaurante no obstante pone de su favor ofreciendo un menú del día generoso y ajustado en precio para lo que se ofrece. Con vino y postres caseros.

En resumen, este lugar familiar de grandes profesionales siempre será un acierto para poder comer o almorzar con amigos o familia.

Está reseña, procurando ser sincero en todo momento, está escrita por este comensal que ha disfrutado de cientos de comidas y cenas en dicho restaurante. Para que el lector también lo valore. No obstante, otros cientos han venido recomendados y en compañía y comparten la misma opinión.