Ya que la camarera al final del servicio lo pidió, ahí va mi reseña: (spoiler, NO lo recomiendo) Era el cumpleaños de un familiar asi que reservé para asegurarme de que todo fuera como la seda. SOLO DISPONIBLE EL 50% DE LA CARTA: Para mi sorpresa (y de mis acompañantes) una vez tomado nota de las bebidas (solo esto tomó su tiempo dado que cada vez venia una persona distinta a servir y se equivocaban en las bebidas) la camarera a la hora de ir a pedir los entrantes nos anunció que no tenia disponibilidad de casi nada de la carta (todo lo que seria pollo, pimientos del piquillo etc etc). Bueno, decidimos tomarlo con tranquilidad y pedir unos entrantes sencillos, estos fueron unas papas que incluyen pulpo y langostinos y unos quesos fritos. De bebidas unos refrescos, un gin tonic y un par de aguas. El queso sabia literalmente a pescado (intuyo que se habia frito en aceite que utilizan para ello o uno que utilizan para todo). PLATOS PRINCIPALES: Éramos 7. Se pidieron solomillos, tacos de pescado, calamares y lomo alto. Cada uno de los platos de carne y a petición de la camarera comunicando el punto de la carne. Cuando alguien pedia en el solomillo arroz o preguntaba por la guarnición la camarera ponia cara de que se le estaba hablando en arameo mínimo. Decidimos mantener la calma y ser cordiales. Nos dijo que habian a abierto hace poco y que dado el existo no tenian existencias… a lo que yo le dije que no entendia nada porque yo habia hecho una serva, por lo que me contesta que -si tu me dices lo que quieres para cada uno de los platos yo intento tenerlo si o si pero si no, pues como hemos tenido exito nos faltan muchas cosas-. Esto no tiene sentido, si tienes exito y te ves sin nada, felicidades, pero deja de aceptar reservas o mínimo en la reserva me comunicas que no tendrán el 50% de la carta, la cual es bastante escueta y yo valoraré si ir o no. En resumen que los platos principales venian con una diferencia de tiempo de 10 minutos o más… sin las guarniciones, con las carnes en el punto contrario al que se habia pedido a su petición… y cada plato lo traia una persona diferente que cuando se acercaba a la mesa no decia nada y teniamos que preguntar que de que se trataba lo que traía y reculaban para preguntar a otro empleado lo que llevaban en el plato…un desastre. LAS COPAS SON SORBOS/CHUPITOS: Las copas de vino que se pedian eran un sorbo en una copa, pero el precio eso si a precio de copa de vino, surrealista. NO QUEDABAN POSTRES: Tampoco habian postres. Solo quedaban unos 2 de la carta xe postres y encima uno por lo visto se lo robó otro camarero (dicho por ella). Me enteré de esto después de que todos mis acompañantes terminaran el café (dada la escasez de los pocos postres que tienen) y me ofrece descontarme el precio de uno de ellos para resarcirme. RESUMEN: PÉSIMO. En todos los sentidos… es la primera vez que pongo una critica porque la verdad incluso en el momento decidimos ser pacientes, educados y comprensivos pero es que son tantas las cosas negativas y a tal grado la decepción… que además evidentemente la cuenta gue pagada que me apena que alguien como yo que tenia ilusión por ir al sitio al ver como se promocionaban ellos mismo en las redes sociales confien y les pase lo mismo. NUNCA ME HABIA PASADO ESTO, son muchas cosas negativas y dificilmente salvable. Super decepcionante, con el potencial que podria tener este sitio, es el peor restaurante al que he ido con diferencia. Mínimamente un poco de inteligencia emocional por parte de la señora camarera al final de la comida pedir incluso la reseña negativa habiendo visto las deficiencias del servicio… minimo intentar ganarte al cliente, un poco de margen de maniobra para salvaguardar el arranque, no sé, en general surrealista y muy nefasto...
Read moreLamentablemente, nuestra experiencia en este restaurante no fue positiva. Acudimos con la intención de disfrutar de un guachinche, un concepto que tradicionalmente se asocia con comida casera y ambiente cercano. Sin embargo, el precio, la calidad de la comida y la organización del servicio no estuvieron a la altura de esa expectativa. Desde el inicio, el servicio fue mejorable. Estuvimos esperando fuera a que nos abrieran, mientras varios camareros pasaban sin decir nada, así que finalmente decidimos entrar por nuestra cuenta. Tras unos minutos, una camarera nos atendió y le informamos que teníamos una reserva. Le di mi nombre y nos llevó al interior, aunque habíamos reservado específicamente en la terraza exterior. Cuando vimos que nos conducía al comedor, le recordamos nuestra preferencia por estar fuera, y finalmente nos ubicaron correctamente.
A la hora de hacer el pedido, consultamos si lo que íbamos a pedir era suficiente para 4 adultos y un niño, y un miembro del personal respondió entre risas: “eso me lo como yo sol@”. En ese momento lo tomamos como una broma, pero la realidad fue que la cantidad resultó claramente insuficiente. Entendemos que una parrillada puede no ser suficiente para cuatro personas, pero al costar 35€, esperábamos algo más contundente, y pensábamos que si nos quedábamos con hambre, podríamos completar con algún postre. Una orientación más clara y profesional habría sido más útil.
La parrillada fue decepcionante tanto en cantidad como en calidad. La carne no tenía el sabor a brasa que se espera, los cortes eran pequeños y el pollo parecía congelado y estaba muy desabrido. Además, pedimos que la carne estuviera bien hecha y la trajeron poco hecha, aunque ya ni lo reclamamos, porque estábamos cansados de señalar errores. Además, llegó incompleta: faltaban el chorizo, la piña y el pimiento. Al comentarlo, trajeron la piña y el pimiento, pero el chorizo hubo que pedirlo de nuevo una segunda vez. Dado el cúmulo de errores, creemos que desde cocina podrían haber tenido algún pequeño gesto de cortesía, como añadir algo más o corregir con más atención. Las papas arrugadas que acompañaban la parrillada estaban frías, y el pan llegó antes que el alioli, lo que hizo que el orden de la comida fuera un poco caótico. En cuanto a las bebidas, pedimos cuatro copas de vino, que se cobraron unas a 2,5€ y otras a 3€, sin una explicación clara. Lo vimos reflejado en el ticket, pero como ya habían tardado bastante en traerlo, decidimos no reclamar y marcharnos directamente.
Como aspectos positivos, podemos decir que el gofio escaldado estaba muy bueno y el queso frito también nos gustó. Sin embargo, la acumulación de errores y la escasa cantidad de la parrillada terminaron por eclipsar los aciertos. Queremos también reconocer que una de las camareras se disculpó varias veces de forma muy amable, algo que agradecemos sinceramente, ya que entendemos que muchas de las incidencias no eran responsabilidad directa suya.
Al final, nos ofrecieron unos chupitos como cortesía, un detalle que valoramos, pero no fue suficiente para compensar la experiencia. De hecho, nos fuimos con hambre y bastante frustrados, y preferimos no seguir pidiendo nada más ni gastar más dinero.
En resumen, creemos que el restaurante tiene potencial y el lugar tiene mucho encanto, pero deberían revisar la coordinación del servicio, la calidad de la comida y la coherencia con los precios. En la zona del sureste, se encuentran parrilladas de mayor calidad por precios mucho más razonables. Esperamos que esta reseña sirva como crítica...
Read moreQuiero dejar constancia de nuestra pésima experiencia en este lugar, porque sinceramente no entiendo cómo puede tener reseñas buenas (salvo que sean de conocidos o de influencers pagados).
🔴 Reserva y organización: Teníamos reserva hecha con una semana de antelación para el 18 de septiembre a las 20:30. Sin embargo, no fue hasta el mismo día a las 19:00 cuando nos enviaron el menú, preguntando si íbamos a elegirlo o pedir a la carta. En ningún momento se nos explicó antes esta condición, y con tan poco margen era imposible organizarlo.
🔴 Atención al cliente: El trato fue nefasto. Excepto un camarero que se mostró respetuoso, el resto del personal se comportó con aires de superioridad, ironías y contestaciones fuera de lugar. Ejemplo: pedimos 3 menús (12 personas) y un invitado con intolerancias eligió un plato único. Primero un camarero no sabía cómo anotarlo, luego dijeron que debía venir la encargada de los menús, y al final terminaron contradiciéndose y hablándonos de malas formas, como si fuéramos nosotros los que no entendíamos nada. Inaceptable.
🔴 En cuanto a la comida:
Pan con alioli y ensaladilla rusa: aceptables, un 5 raspado.
Papas arrugadas: parecían recalentadas de horas antes, sin sal y con apenas mojo.
Carne de cochino: partes crudas y papas fritas mal hechas.
Huevos rotos con chistorra: los huevos secos como cartón, sin yema para mezclar, la chistorra de mal sabor y las papas malísimas.
Queso frito: sabor ácido, incomible; lo único salvable era la mermelada (probablemente de bote).
Ropa vieja: NUNCA NOS LA SIRVIERON.
Tacos de pescado: el colmo. Olían tan mal que hasta la mesa de al lado se tapó la nariz y nos lo dijeron. Al probarlos, estaban en mal estado, lo comunicamos y tuvieron que retirarlos.
🔴 Gravedad del mal estado del pescado: Consumir pescado en esas condiciones puede ocasionar intoxicación alimentaria, diarrea, vómitos, dolores abdominales, fiebre, deshidratación e incluso envenenamiento por histamina (escombroide) o riesgo de salmonelosis. Un peligro real para la salud.
🔴 Errores y cobros injustos:
El menú incluía ropa vieja y nunca nos la sirvieron.
Nos descontaron solo 5 € como compensación por el “error” del pescado en mal estado, pero luego tuvieron la cara de cobrarnos 4 € extra por dos bebidas.
En resumen: nos faltó un plato del menú, uno estaba en mal estado y aún así pretendieron cobrarnos de más.
👉 Conclusión: Mala organización, trato arrogante, comida de pésima calidad y encima riesgo para la salud. Perdimos nuestro tiempo, nos fuimos con un mal sabor de boca (literal y figurado) y la sensación de haber sido estafados. Un sitio nada recomendable, y desde luego no repetiremos.
La verdad que es una auténtica pena porque el sitio es precioso, lo único bueno que tiene y no saber sacarle provecho y darle el lugar que se merece.
Adjunto fotos para que se vea la realidad...
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