Buena comida, tapas originales y deliciosas, en este aspecto totalmente recomendable. Con el ánimo de hacer una crítica constructiva, falta un poco más de empatía por parte de algunos camareros/as. La sonrisa, cuando se atiende al público, es obligatoria y hace que el comensal se sienta a gusto en el establecimiento. Podría ser comprensible, aunque no justificable, una cierta cara de pocos amigos al final del servicio por el cansancio, pero al empezar… lo siento, me parece poco profesional. Y me estoy refiriendo solo a 2 personas, pero llamaban la atención. Por otra parte una cierta descoordinación entre el personal, me explico: la hora de apertura por la tarde es a las 19:30; asomamos la cabeza a las 19:25 porque vemos que el oersonal está en su sitio y todo encendido, y porque una pareja entra delante de nosotros. Preguntamos y nos dicen que adelante con mucha amabilidad. Pedimos para sentarnos y nos dicen que sin problemas, donde queramos. Pedimos tapas de cocina y nos dicen que hasta las 20:00 no abren la cocina, solo nos pueden servir lo que hay en el mostrador (que no es poco). Le decimos que no hay problema, nos esperamos y pedimos unas croquetas (deliciosas) y un par de copas de vino. El local se llena y empieza ladanza que supongo es la de cada día, aparece mas personal para atender comedor y terraza, ahira ya sin ninguna sonrisa. Cuando podemos llamar la atención para que nos atiendan (no es una queja, lo comprendo perfectamente) hacemos el pedido de tapas de cocina y, ahi viene la sorpresa, nos dice que la mesa está reservada y que tenemos que levantarnos a las 20:15. Estupor, incredulidad y susto, le explicamos la situación (no nos lo han dicho al sentarnos y cuando hemos aceptado esperar a que abran la cocina a las 20:00) y busca una solución. Consulta el libro, habla con compañeros y finalmente podemos quedarnos hasta las 21:00. Problema solucionado y es de agradecer, pero habría sido mejor evitarlo. Y no critico que estuviera lleno, que sea necesaria la reserva sino todo lo contrario, me alegro cuando un establecimiento me dice que está lleno porque no hay nada mejor que la recompensa a un trabajo bien hecho, pero… En fin, con poco esfuerzo...
Read moreLas "No reservas". Tras 5 días en Jaca, conseguimos encontrar mesa en este conocido bar. Había mucha gente y pedimos unos platos para compartir. Empezamos genial con las patatas Marboré y estaban riquísimas. Esperando la ensaladilla de pollo pasó cerca de un cuarto de hora desde que acabamos las patatas y no llegaba. Una comensal de la mesa de al lado, superagradable, se acerca con una ensaladilla, nos pregunta que si habíamos pedido ensaladilla... y nos deja el plato, estaba riquísima. Seguimos esperando el siguiente plato, los 5 brioches... otros 10-15 minutos y preguntamos al camarero. Al instante nos trae 3 brioches, le decimos que eran 5 y se los lleva. Al cabo de un rato aparecen los 5. Igualmente riquísimos. Seguimos esperando otro plato que habíamos pedido, los chipirones. Preguntamos nuevamente y nos dicen que se han terminado que pidamos otra cosa. Visto el desastre del servicio no pedimos nada más y esperamos a los postres... tras media hora, cansados de esperar y pedimos la cuenta. 5 minutos después aparecen 2 camareros uno con los postres (buenísimos, los helados derretidos...) y otro con la cuenta... Manifestamos nuestro malestar por el servicio y el camarero (¿Tomás?) nos dice que el problema no es de ellos, es de los "no reservas" (osea nosotros y muchos más), que ellos siempre están llenos, que podíamos haber ido a otro restaurante, etc. En definitiva, "esto son lentejas, si quieres las comes y si no las dejas"
Estos son los hechos, los juicios se los dejo al lector.
Lo que mal empieza mal acaba. Llamamos para reservar para 8 con unas horas de antelación, nos dijeron que llegásemos entre las 22-22:15h y nos tomásemos algo mientras nos preparaban la mesa. A las 9:45h nos llamaron diciendo que teníamos la mesa puesta así que apuramos para que no tuviesen que esperar por nosotros. Cuando llegamos nos tuvieron de pie un buen rato porque la mesa todavía no estaba.
Cuando nos tomaron la comanda les pedimos que nos sacasen todo junto para que nadie se quedase mirando mientras los demás comían. Le preguntamos por los huevos rotos camperos con jamón y nos dijo que venían con patatas estilo bravas, le pedimos 4 además de otros platos. Al cabo del rato volvió diciendo que no les quedaban raviolis (otro de los platos que habíamos pedido). Le pedimos que nos leyese de nuevo la comanda porque vimos al camarero un poco perdido y la mitad de los platos estaban mal. Cuando nos trajeron la comida los platos vinieron equivocados. Además los huevos rotos traían patatas paja de bolsa (frías) y pimientos fritos también fríos. Y para colmo cuando todos habíamos terminado de comer todavía faltaban los platos de dos personas….
En mi opinión, no merece la pena por la desorganización y calidad...
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