PARQUE SANLURE (Rosa Rosae) — Restaurant in Jaca

BUEN MENÚ, BUEN RESTAURANTE, BUENA EXPERIENCIA Se trata de un acogedor restaurante ubicado en la entrada del parque San Lure, dentro del propio parque, de esta forma, ya de entrada, se encuentra en un lugar excelente y lejos del tráfico rodado. La terraza está integrada dentro de la entrada del parque, a lo largo del corredor principal para el acceso a este, y a la Plaza San Lure ubicada al final del parque (mira las fotos), siendo una bonita y acogedora terraza tanto para sentarse a comer tranquilamente como para tomar algo ligero y seguir con el día por la encantadora ciudad de Jaca. El interior es bastante amplio, completamente reformado y decorado con gusto, posee bastantes mesas pero el espacio entre ellas es el adecuado, sin dar la sensación de agobio (mira las fotos). El personal muy amable y diligente; yendo con dos niñas pequeñas, estuvieron atentos de nuestras necesidades en todo momento y no fueron para nada "pesados", sirviendo los platos a un muy buen ritmo y mostrándose muy profesionales en todo momento. El ambiente pues, es un ambiente muy familiar y acogedor, huyendo del restaurante de "toda la vida" que también ofrece ese ambiente, ya que la decoración y el gusto del espacio le dan un aire más actual, conservando aun así el carácter acogedor y familiar, por tanto, lo mejor de los dos "mundos". Respecto a la comida, presenta un menú con un precio para nada desorbitado, que incluye un primero, un segundo, un postre y la bebida incluida (agua y vino). Las opciones son más que variadas (mira la foto) y la calidad muy buena. Las raciones son generosas, y la elaboración de los platos y presentación de los mismos también destacan positivamente. En nuestro caso, comimos 3 adultos y una niña pequeña. Empezando por la niña, nos sirvieron un menú infantil "adaptado" a nuestras peticiones y muy cariñosamente presentado (foto). Respecto a los adultos, escogimos el pisto manchego y los canelones en el primer plato, ambos muy buenos, y en segundos tataki de atún, quizá el plato más "normalito" de todos, minicachopos, que estaban deliciosos y carrilleras, que estaban espectaculares (fotografías de todos los platos). En cuanto a postres, la tarta de queso, casera, estaba muy muy buena y la torrija resultó ser algo más "normal", pero igualmente deliciosa (fotografías). Detallar que para el menú infantil también nos sacaron postre, lo cual es un detalle que no encuentras en todos los restaurantes. Mención especial para el vino "de la casa", un Cariñena de cierto nivel que destaca para estar escogido para un menú del día. En cuanto a la logística propia de ir con niños pequeños, el restaurante nos proporcionó una trona para la más pequeña y nos cedió un cojín para la mayor, que sigue siendo pequeña, ya que no disponíamos de nuestro propio adaptador, un detalle. Los servicios, sin cambiador para bebés, al menos el de hombre, y perfectamente limpios. En resumen: Un buen lugar y un muy buen menú a un precio contenido para disfrutar de una buena comida en un agradable espacio y con un buen personal, en una de las zonas menos conocidas de Jaca para los foráneos, de manera que razón doble para visitarlos. Sin duda,...

(Reseña del Día de la Madre 2024, que he visto que no se había publicado) Conocía el antiguo Rosa Rosae porque alguna vez me tomé una caña en la terraza después de pasear por el precioso Parque San Lure. Hace una semana mi marido tuvo suerte de conseguir una mesa (prontito además, que íbamos con el peque) para el Día de la Madre. Nos habían hablado maravillas del restaurante, pero SE QUEDARON MUY CORTOS!!! La atención perfecta, amables y muy profesionales, y la comida... una pasada! Primeros que pedimos: Canelones de boletus, puerro y jamón. Una delicia! Creo que lo mejor de toda la comida. Burrata con ensaladilla de salmón, mango y pesto: Buenísima, la combinación muy agradable, me encantó. Pochas como en Asturias: sin duda, como en Asturias. Perfecta la cocción, y con un sabor contundente pero nada pesadas. Segundos que pedimos: Tataki de atún: de los mejores que he comido, si no el mejor. Perfecto el punto. Cordero asado: todo un clásico en Aragón para el que hay que tener buena mano, y estaba en su punto justo de asado y de sabor. Albóndigas de bacalao ajoarriero con salsa vizcaína: maravillosas, sabrosas y suaves a la vez. Menú infantil (al niño le gustaba lo nuestro pero solo por la presentación se lo pedimos): Macarrones con tomate, pechugas empanadas y patatas fritas caseras. Todo puesto con mimo en una bandeja preciosa. Postres: torrija. Perfecta. Nada más que añadir.

En resumen: no dudaremos en volver, ha superado nuestras expectativas con creces, merece muchísimo la...

Comer en este restaurante ha sido una experiencia única. El servicio, la calidad de los productos y las presentaciones de los platos han formado un equilibrado marco que te preparan para disfrutar de los sabores. Destaco las judías pochas naturales, de una textura fina y delicada y un sabor elegante. El tataki de atún, fresco, con su aceitito y su toque de mango, su recuerdo hace que salive abundantemente ahora cuando lo recuerdo y escribo estas notas. También recomiendo el aguacate con burrata y tomate rosa, aunque yo no le pondría tanta sal. Mis compis quedaron muy satisfechos con las albondigas, las carrilleras y los minicachopos con cabrales, buenísimos, no paraban de decir. De postre, sigo aferrándome a la tarta de queso, esta tenía un sabor intenso y una textura más densa, no era tan esponjosa como en otros sitios. Quiero también resaltar que el menú del día ofrece, por un precio muy competitivo, un amplio surtido para elegir, tanto de primero, como segundo y postre. Para volver...