Es la segunda vez que visito este establecimiento para comer el menú del día. La primera vez la experiencia fue malilla, la segunda, peor. Volví porque el sitio (viejo, que no decorado "retro") te transporta a un tiempo en que proliferaban las casas de comida, cosa que prefiero a los modernos gastro-lo-que-sean: me parecen entrañables, qué le vamos a hacer! Pedí de primero entremeses y me trajeron una muestra (una loncha) de los embutidos más baratos que encontraron en la charcutería, adornado con dos calamares congelados de bolsa: Una loncha de mortadela grasienta que no comí, una de queso de sándwich, una de jamón seco como la mojama, una de salchichón...Eso sí, no olvidaron echar unas hebras del plástico que recubre el embutido. Cuando lo vio mi hijo de 12 años dijo riendo: Papá te han estafado. Su arroz (ración pequeña) con tomate de bote y un huevo demasiado frito dio para mí revancha. De segundo carrillera (tres trozos sin guarnición en medio de un plato) Si parece poco a mí me sobró un trozo de mal guisada que estaba. Mi hijo no la comió. Dura y llena de nervio. Eso sí, pedí cambiar la del chaval por un clásico que no falla: cinta lomo (finísimo) con patatas fritas, y accedieron. Una pena estando en tierra oscense tener que recurrir a ese comodín. El servicio rápido, sin florituras, casero y cercano. Postre no casero (helado de cucurucho) En tiempos tuvo que tener ese ambiente de restaurante de pueblo donde se comía bien, lugar bullicioso y vivo. Hoy no queda de eso más que el bullicio. Viajo con mi hijo muy a menudo y le voy introduciendo en la cultura gastronómica regional (el pasado enero disfrutamos en el Bierzo de un suculento botillo) Ahora, estoy buscando otros restaurantes para comer estos días en Jaca, aunque a mi pesar, tengan el letrero de lounge-...
Read moreUna experiencia regulera. Tras esperar mucho rato en la cola (prepararos para colas de 30-60 minutos) entramos por fin y había mesas vacías. No reservan hay que guardar turno al llegar. El comedor está bien, antiguo pero muy aseado, la zona de espera y baños ya no tanto, pero voy a lo importante. El camarero chico y la persona mayor genial. La otra chica amable pero un poco atosigante. Todavía iba por mitad del segundo plato cuando me ha sacado el postre y yo mientras me embutía el segundo, quitando las moscas que iban a por mi postre con la otra mano. Pero no solo eso sino que al pedir el café tardan un ratito (que por mí no hay problema) pero cuando voy por mitad café nos dice que nos cobra y que tiene mucha gente esperando 🙄 . Total que hay que comer embutiéndose todo para marchar pronto y que puedan hacer caja, después de esperar tanto rato y siempre ha habido mesas vacías que es lo que no entiendo mucho. A todo esto en verano sin aire acondicionado ni ventilador, comiendo mientras los chorritones de sudor caían por la espalda y la gente abanicándose con lo que podía. Por otro lado la comida si bien no es muy abundante, estaba bien de sabor y las patatas muy buenas, la carne fina y muy poca, pero las patatas caseras...
Read moreVarela es de los últimos restaurantes de comida casera que nos quedan en Jaca. Es un restaurante familiar de los de toda la vida de los pueblos, conocido y frecuentado por los que somos de aquí... Comes como en casa de tu madre y a buen precio, tenemos tres cocineras que se turnan el día de la cocina, que a cuál es mejor... Y te pueden ofrecer 4 o 5 platos para elegir del primero, segundo y postre siendo difícil que no te apetezca algo... o puedas comer algo... Siempre intentan hacerte hueco y puedes esperar en la terraza que es un solarium divino, imagínate en invierno con frío... o cuando va a nevar, ha nevado o todavía hay sol... quizás te quites hasta el jersey... Pídete un vermut casero si te gusta, o una cervecita servida por los hermanos en la barra, que son súper serviciales y amables y pide también un plato de mezcladillo que sirven aquí desde hace más de 30 años, que es atún con olivas, chipirón cortadito y anchóas, así hacéis aperitivo mientras esperáis turno, y ser pacientes los días de fiesta, no pasa nada por comer un poco más tarde de tu hora... nadie te levantará de la mesa para que entre un siguiente turno tampoco... y luego después del postre, el cafecito y de nuevo, tómatelo en la terraza y si se tercia...
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