Restaurante Al Norte — Restaurant in Jarandilla de la Vera

En un local sencillo, con una cocina abierta a la sala (que hace que huela que alimente) y sin ser ostentoso, la propuesta culinaria, no muy extensa, de alnortejarandilla de Ruth Vicente presenta una carta con base claramente tradicional y productos de proximidad con platos bastante actuales, apetecibles tratando de sorprender en sabor y con un gran toque de color en su decoración.

Comida con una corta carta de vinos nos decantamos por “Antídoto” de bodegascasarojo donde el color y su sabor estuvo a la altura de una buena comida y mejor compañía.

Aperitivo de la Casa. Queso Extremeño.

“Chipirones salteados”. Muy tiernos, con ese toque de parrilla combinados con tomate cherry y una salsa con toque cítrico interesante.

“Torrija de tomate con sardina ahumada”. De bastante buen tamaño, como debe ser, muy jugosa y sabrosa donde el sabor de toda la vida a tomate está bien presente. La presencia de la sardina, de buen calibre, y el habanero que aporta ese toquecito picante lo hicieron un plato que nos encantó y mucho 🔝

Costillas BBQ”. Fuera de carta. Tiernas tiernas y deliciosas con un marcado sabor a barbacoa que en cierto modo no nos hizo apreciar el sabor de la carne.

“Carrilleras de Ternera con patata trufada“. Se deshacían de lo tiernísimas que estaban. Buen cocinado. Sabor muy natural. Un acierto seguro. Tremendas nos pareció que les faltaba un pelin de “punch”, pero para repetir.

“Escalopines de foie”. Sobre una cama de manzana. Riquísimos. Perfecto de punto. Saborazo.

Postres Yogur y Violeta: Bien, refrescante Tarta de Queso: Rica, algo cremosa. Tiramisú de Limón: Demasiado sabor a limón.

Una opción más que interesante alnortejarandilla para probar sabores novedosos en un...

Muy regular! En primer lugar nos sorprendió mucho que la chef no llevase mascarilla, en una cocina abierta al público, hoy en día... No lo entiendo! Creo que podría ser digno de inspección. El tema de higiene covid19, fatal! El camarero se retiraba constantemente la mascarilla en la barra... Aunque la cocina está bien, los platos elaborados y muy ricos, y una cuidada presentación, es un quiero y no puedo ya que el local, el servicio, y mesa no están a la altura del precio ni de los platos, con manteles desechables y servilletas de papel. Los camareros... Casi mejor no comentar! Lo resumiremos en decir que tenían poca experiencia o poca profesionalidad, ya que se sirvió vino en una copa que contenía agua... En la cuenta cobraron dos platos a un precio superior... Había que pedir copas porque solo había una por comensal y había que servir vino y agua... En fin, ese punto suspenso! Tardaron unos 45 minutos en atendernos, media hora para tomar nota de la bebida y otros 15min para tomar nota de los platos. Es cierto que nos avisaron que la cena tardaría, por eso mismo, es un quiero y no puedo! Quiero y tengo la calidad en cocina y los recursos humanos, pero no puedo atender tantas mesas y claro, alguna tiene que servirse mal y tarde. Después de 45 min esperando, la cena tardaría 1hora más, a mi personalmente me parece inaceptable. Si no se da a basto, se atienden menos mesas pero se da un buen servicio, no se puede estar sacando platos a las 12,30 de la noche... Finalmente el precio nos resultó bastante elevado para los platos servidos (cantidad y calidad) y tuvimos que reclamar el precio de dos como he comentado antes. Mejorable!...

Sorprende encontrar un lugar tan redondo y especial en La Vera , zona dónde el pimentón,exquisito, está presente en todos y cada uno de los platos. Llegamos un poco "alertas" por las buenas reseñas que aparecen pero quedamos sorprendidos por el nivel de sus elaboraciones y el esmerado servicio de sala . Ruth trata el producto con amor y eso se nota en las sutilezas y delicadas mezclas de sabores que te ofrece así como las innovadoras formas de cocinar sus platos y sus presentaciones donde se hacen presentes todos y cada uno de los sabores de sus arriesgadas mezclas, respetando siempre el excepcional producto que maneja. Por otra parte, siendo un complemento vital en toda experiencia gastronómica, Ián, encargado de la sala, pone también pasión y profesionalidad en su labor, relatando con entusiasmo todos los componentes de cada plato y dando acertadas respuestas a tus necesidades. Ambiente tranquilo y agradable con cocina a la vista; bodega un poco corta pero adecuada. Tal fue la experiencia que quedamos reservada mesa para despedir el viaje con el nivel que lo empezamos. Muchas gracias por hacernos disfrutar...