Comimos cuatro personas allí con motivo de un cumpleaños y desde luego nada mal. La experiencia global que ahora desgrano es un 8,5.

Por empezar por lo malo cuando está lleno el salón, como es mi caso, son algo lentos y vaya por delante que no es ni mucho menos por falta de ganas de trabajar, el camarero y la camarera no paraban pero un salón de 60 personas para dos es demasiado.

En cuanto a la comida comienzo desgranando las verduras a la parrilla, que según nos explicó luego la cocinera (una señora la mar de amable) las hacen a la brasa y con sal, todo de manera completamente casera y creedme que se nota. La berenjena y el calabacín de los mejores que he probado de este estilo, el tomate estaba muy bueno y la cebolla y setas igual. Los pimientos por lo que fuera se les quemaron un poco y es una pena viendo el sabor del resto de cosas (que estar no estaban nada malos pero bajan con respecto al nivel del plato).

Las croquetas, de boletus todas en nuestro caso vienen 6, y aunque puedan parecer pocas para 12 euros que costaba el plato estaban muy sabrosas, muy bien hechas y eran realmente grandes, así que no os dejéis llevag únicamente por la foto, si sois amantes de este plato como entrante no está nada mal.

El plato principal fue 1/2 cordero que reservamos para cuatro, aunque realmente se puede comer entre 6-7 personas y acabáis muy bien.

Irreprochable en cuanto a cantidad y jugosidad y con unas patatas muy bien hechas que entremezclaban el sabor de la carne y eran el acompañamiento perfecto para evitar la fatiga de sabor. El plato en si es caro: 100 euros, pero para una celebración especial y teniendo en cuenta que pueden comer unos cuantos más de los que fuimos es asumible para ocasiones especiales o para darse el gusto. Nuevamente y como única pega había unas partes que estaban excesivamente churruscadas.

De postre dos porciones de tarta: la primera de muerte por chocolate. Muy muy densa y consistente en su parte central y con ese bizcocho exterior que le da el toque. De sabor suave, quizás demasiado. Eso sí, a los amantes del chocolate no les decepcionará.

La segunda de zanahoria (acompañada al igual que la de chocolate por una especie de merengue con canela que estaba delicioso) mucho más suave, con nueces. Se llegaba a deshacer en la boca. Poco más puedo decir porque pocas tartas de zanahoria he comido en mi vida, pero esta probablemente entre en el top 3.

A todo lo reseñado hay que sumar una botella de vino, dos de agua (una de ellas sin cobrar por cortesía de la casa) dos raciones de pan (una cortesía) dos cafés con hielo, un té verde, una manzanilla y unos chupitos (cortesía de la casa).

Total: 164 euros para 4 pero insisto, podían haber ido 6 personas perfectamente.