Restaurante O Bocho — Restaurant in Laxe

mala experiencia, local con mucha gente en el interior nadie lleva mascarilla, los camareros cuando la llevan no se cubren la nariz y en ocasiones la boca, entre otros platos pedimos sanmartiño a la brasa, nos sirvieron tres trozos de menos de 2cm acompañados de tomate, le dijimos que eso no era una ración y nos dijo que si, que no teníamos ni idea de lo que cuesta y que nos pasaramos por la lonja y que nos lo podía cobrar a 20 euros en lugar de 24, le dije que no lo quería y que me diera la cuenta, me respondió que me traía la cuenta pero que el pescado lo pagaba, le dije que no y si era necesario llamaba a la policía, de malos modos me dijo que el iba a llamar a la policía, le dije que si la había llamado para llamar yo y me dijo que la Policía estaba ocupada, no cobro el pescado pero continuo desafiando con que fuera a lonja, me parece bien que el pesacado sea caro y que lo cobren al precio que corresponda pero que sirvan raciones. Llevo dos semanas en Galicia y todos los restaurantes son muy disciplinados con la higiene referente al covid, no había visto nada igual, aquí no se respeta...

Tomamos diferentes tapas (chipirones fritos, almejas y ranxo). En líneas generales la comida estaba muy rica. Las almejas grandes y sabrosas con el toque de ajito, los chipirones muy bien fritos y el ranxo un poco seco pero rico de sabor. Destacar que las guarniciones de patatas fritas estaban muy ricas: eran CASERAS y nada aceitosas. Se agradece un montón! De verdad, muy buenas! Pero no pongo 5* por 3 razones: la primera, la rabia que me da que te cobren el pan (1,5€) sin haberlo pedido y sin ser informado previamente de ello. La segunda, no disponer de trona para bebés. Y la tercera, por esperar más de 15 minutos para que nos cobraran. Incluso me levanté a pagar y la camarera (que estaba sola atendiendo todas las mesas) pidió a un compañero suyo de barra que me cobrara… y me miró y se desentendió. Muy mal compañero…. Eso si, la camarera muy amable y se disculpó con nosotros. Se agradece y no paró en todo...

Visitamos O Bocho y quedamos encantados desde el primer momento. La calidad de la comida es excelente, tanto que volvimos en dos ocasiones más para seguir probando platos. El pulpo —ya sea a la brasa o en cazuela— es espectacular, al igual que las zamburiñas, mejillones, calamar y demás propuestas, siempre fresquísimas y con un sabor que marca la diferencia. Todo ello acompañado de una cuidada selección de vinos y unos postres caseros que son un verdadero cierre perfecto: la tarta de queso con dulce de leche y una sorprendente tarta de aguacate.

Mención especial merece el equipo de sala: cuatro camareros jóvenes que llevan el servicio entero con una coordinación admirable. Siempre atentos, amables y empáticos, consiguen que la experiencia sea aún más agradable. No se les escapa ni un detalle.

Un lugar al que sin duda volveremos y que...