Ubicación quizás algo alejado para un foráneo, 20min de la catedral. Local perfectamente decorado, muy bonito y súper limpio.

Atención correcta por parte de los camareros.

Comida bien preparada pero nos equivocamos a pedir unas Zamburiñas en un local que tiene fama por los “snacks” y las hamburguesas pero queríamos algo diferente, no estaban mal pero no es el mejor sitio para comerlas. El cachopo de secreto ibérico estuvo bien, quizás el queso quitaba absolutamente todo el sabor de la carne y el relleno.

Los postres merecen un punto para ellos solos y de ahí la puntuación de la reseña porque si fuera por la comida..

Nos recomendaron que probáramos si o si la Maceta: mousse de chocolate con varias capa, galleta en la parte inferior, polvo de chocolate y galleta en la parte superior y en la parte central crema de chocolate de 10. Tarta de zanahoria fuera de lo normal, toda la pinta de ser un bizcocho individual, crujiente, bañado con el chocolate, el helado y con la crema pastelera que te chupabas los dedos

Precios de comida razonables en calidad precio.

Primera vez que acudo pero no será la última