Restaurant El Vaixell — Restaurant in Llançà

21/8/24

Bueno, decir que conozco este restaurante de hace bastantes años y la calidad de este sitio ha ido empeorando con el paso del tiempo. Antes era un restaurante con cierta elegancia debido a la recomendación que salía en la guía Michelin (ahora para mi no la merecen). Ahora tanto comida como servicio se han visto afectados para mal por varias razones que llegan al comensal. El local es el mismo.

Mi experiencia de hoy y posiblemente la última muy a mi pesar…

Nada mas llegar nos sentamos y nos tienen 30 minutos esperando en total después de ya haber pedido. Uno de los dos camareros que van perdidos de principio a fin de servicio nos dice que le han llegado mas reservas de las esperadas y que eso ha descuadrado la cocina. Se puede entender pero claro, cuando eres la única mesa que ni han traído un agua…

Pedimos el menu de 26 euros

Llegan los primeros y mi madre y yo pedimos una berenjena gratinada con el alioli. La primera sorpresa fue encontrarnos que a mi madre le habían servido la mitad aprox del plato, siendo la mia el doble de grande. Me quede alucinado. Insistí en decirlo pero mi madre dijo que no hacia falta. Este plato solía ser menos aceitoso, de un tiempo para aquí han incluido una pequeña piscina de aceite innecesaria en el plato que hace que el plato sea pesado. También sin sal. Debí hacer foto de los dos platos para enseñar la diferencia. De sabor bien pero faltaba la sal.

Veréis que el tema de la sal se repite. El cocinero de hoy debía de ser hipertenso o alguna historia parecida.

Llegan los segundos que pedimos paella marinera y suquet de sipia. Llegan a destiempo y como no…otra vez buen sabor pero faltaba sal por todas partes. En los dos platos, paella y suquet. Hablo de la paella que es lo que comí sobretodo. El punto del arroz pasado y con mucho liquido, demasiado para mi gusto. No estaba mala pero el punto del arroz y la falta de sal fue suficiente para comer algo que no había por donde ilusionarse con el arroz.

Nos lo acabamos todo porque almenos no saldremos con el estomago vacío.

Llegan los postres y nos dan los cubiertos (cucharas). Me dan la mía y veo que esta sucia, a lo que aviso al camarero y me da otra y digo: voy a mirarla que no me fio…manchada también y le vuelvo a avisar para que me la cambie porfavor. Descuidos como estos no ocurrían antes, o si ocurrían no se permitía que saliera de la cocina.

Vamos a los postres, los otros dos imagino que bien pero el mío fue un pastel de queso que estaba tibio, lo cual no fue de mi agrado, un pastel de queso se come frio pero eso ya son gustos. El helado que acompañaba si estaba bueno y me gustó. El postre de mi madre llego después que hubiésemos finalizado el mío y el de mi padre y porque lo reclamamos. El camarero admitió una vez mas el retraso en cocina pero tanto uno como otro seguían perdidos.

Pedimos la cuenta y viene uno de los dos camareros y nos suelta que bueno al final han sacado el servicio adelante y que ya podemos ir a dormir la siesta. Yo por lo menos me quedo a cuadros y con las ganas de decirle que contentos no nos vamos.

En definitiva, este restaurante ha perdido bastante. Quizá la comida haya sido hoy un chasco, aunque como digo esto no viene de ahora, en repetidas ocasiones ya la comida no ha sido de nuestro agrado pero seguíamos dándole oportunidades. El servicio asumo que ya no es el que era ya que, sin ánimo de ofender, los dos camareros parecían becarios que les pagan fatal y no les importa su trabajo teniendo comentarios no dignos de un restaurante recomendado en una guía Michelin. Comprendo que es difícil contratar profesionales cualificados pero hay que hacer por contratar a gente que sepa atender como es debido. Tratándonos de tu, en vez de usted, es de primero de hostelería. Recuerdo los días cuando había delicadeza en servir los platos, ayer nos sentimos como que nos daban los platos de cualquier manera. Los días en que el cocinero, que desconocemos si sigue por allí, salía a hablar con los comensales y preguntarles por la comida.

Todo eso se ha perdido y dudo, con todo el dolor del mundo,...

Excellent seafood and fish are to be had in this plain and unpretentious little quayside restaurant in Llançà. We both ate from their "small" set menu, but don't be fooled by that. It was something of a lunchtime feast. The full-whack set menu, I reckon, would just about torpedo any serious plans beyond digestion and dozing for the rest of the day. An array of delicious seafood starters came first, one after another after another. Anchovy fillet on de-crusted bread, adorned with shavings of foie gras. A plump sardine in a lightly fragrant oil decorated with pansy petals. Small crustaceans crisp-fried. Skewers of octopus flesh and prawn draped in a gentle melting cheese. Tempura fried little red mullets and sardines with juicy langoustines. Then (already well fed!) the main courses, which we shared. A beautifully made and very traditional arròs mariner, and a simply sensational dish of skate stewed with potatoes in its own rich broth. Did I mention the puddings? Ohhhh yes. Pears braised in wine with a velvety licorice ice cream. I don't drink any more but the wine list looks, how shall I say, "small but perfectly formed." We emerged full to bursting yet, paradoxically but entirely truthfully, wanting to go back for more...

Very good restaurant. Quality price is excellent. This was the 4th or 5th time we've gone there for lunch...as we live just across the border in France and go to Spain to see and visit the place whenever we have visitors..French or from abroad. The waiter..from Senegal speaks French too..so it was easy fr some of the family and French visitors to order the food too. He was very helpful and cheerful too. The food is really nice quality and quantity too. So do recommend the place if u r in...